LORD DE COLINA CUERNO

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Laenys crecio admirando al protector de su madre: Sir Criston Cole. Un hombre valiente, audaz y bastante importante para los negros durante la danza de dragones, sobre todo un gran amigo tanto del principe Aemond como de la princesa Daena.

Desafortunadamente Laenys no mantenia amistad con ninguno de los guardias de su padre, ni si quiera le seguian la platica cuando Laenys intentaba conocerlos. Asi que la caceria se torno un poco "aburrida" en compañia de Sir Crawford.

Otros años Laenys disfrutaba ir en compañia de Visenya o sus hermanos, pero el acuerdo fue que este año cada quien partiria individualmente. De cierta manera la seriedad de sir Crawford resultaba util, asi Laenys estaba más atenta a los sonidos a su alrededor y la charla no espantaría a los ciervos.

Un ruido resonó a la derecha de Laenys, esa parte del bosque estaba tupida de arboles y pinos por lo que era difícil ver que o quien se aproximaba, solo se podía escuchar una pata tras otra sobre el césped y las hojas secas del suelo. Laenys actuo al instante tomo el arco y la flecha para apuntar y esperar a su presa.

Tan pronto la criatura salió a la vista de Laenys la princesa disparo su flecha clavándose en el estomago del conejo blanco. Laenys suspiro decepcionada al ver que no era un jabalí o un ciervo, aun así descendió de su caballo para recoger la flecha.

Estaba siendo una mala caceria, no tan emocionante como esperaba, otras veces le era fácil encontrar rastros de manadas y llevar grandes presas de vuelta al campamento. Pero a pesar de que se adentraron en el bosque y que pasaron por los lugares habituales de las manadas no habia rastro alguno de un animal valioso.

- Dudo mucho que con eso gane la apuesta, princesa – resonó una voz proveniente del oeste.

Por inercia y porque le habia tomado por sopresa, Laenys desenfundo la espada y se puso en guardia, Sir Crawford hizo lo mismo, pero los animos se calmaron cuando Laenys vio que se trataba de Alan Tarly montado sobre un caballo blanco.

- Lo siento mi lord, me ha tomado por sorpresa – contesto Laenys regresando la espada a su sitio.

- No debi aproximarme de esa manera – Alan se alzo de hombros.

Laenys tomo su daga y se puso en cuclillas para acabar con el sufrimiento del pobre conejo, acto seguido la princesa saco la flecha y comenzó atar las patas traseras del conejo para poder llevarlo atado a su montura. Alan Tarly permaneció sobre su caballo, observando como Laenys no se limitaba de hacer tal cosa.

- ¿Cazando solo? – pregunto Laenys aproximándose a Storm para comenzar atar al conejo a la montura.

- Es mejor así ¿No lo cree?

- En lo personal disfruto la compañía de mis hermanos o primos en estas ocasiones – Laenys subio de nuevo sobre su caballo y lo hizo avanzar hasta lord Tarly.

Alan jalo las riendas de su caballo haciendolo avanzar hacia el oeste, Laenys cabalgo a la par del caballero y metros atrás les seguía Sir Crawford.

- No me imagine que le gustara cazar – Alan sonrio dando una mirada rápida.

- ¿Acaso es usted uno de esos hombres que piensan que las mujeres no somos capaces de manejar un arma?

- Para nada princesa... al contrario, disfruto salir a cazar en compañía de mi hermana – contesto Alan.

- No sabía que tenía una hermana, en el funeral solo lo vi acompañado de su madre.

- Si, se llama Alya, tiene quince años... se casara en el verano y decidio no acompañarnos para pasar tiempo cerca de su prometido.

THE BLOOD OF OLD VALYRIA II (LAENYS TARGARYEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora