INVITADOS

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Cuando los primeros rayos de sol relucieron al siguiente día, Aemond y sus hijos emprendieron su viaje a Pentos, donde descansarían y tomarían fuerzas para después dirigirse a Novor. Daena salió a la colina para despedir a su esposo con un beso en los labios y a sus hijos con un abrazo fuerte, Rhaegar también estaba ahí e incluso su padre lo abrazo antes de subir a su dragón.

Rhaegar se hizo cargo de las actividades de su padre, con la orientación de Daena, iban a las aldeas pesqueras, instalo la guardia para los dragones salvajes, patrullo la Isla al amanecer y anochecer, recibió a sus vasallos y superviso los arreglos que se le estaban haciendo al castillo.

Con la mente ocupada, el joven príncipe ni si quiera se dio cuenta que habían pasado cinco días desde que su padre y hermanos viajaron a Essos, posiblemente estarían una semana más fuera, pero Rhaegar no renegaba al respecto, comenzó a tomarle gusto a quedarse a cargo de la isla y las miradas llenas de orgullo que le lanzaba su madre. Rhaegar sentía que por fin hacia sentir orgullosos a sus padres.

El tema del matrimonio no quedo atrás, Rhaegar observo viejas ofertas de matrimonio como Laurie Staunton, Amy Arryn o su prima lejana Lynesse Hightower, incluso voló hasta Isla Zarpa para conocer a Dyana Celtigar - quien hubiese sido una buena opción por ser descendiente de sangre valyria - pero el joven príncipe la considero demasiado superficial y mimada.

El sol estaba en su punto mas alto cuando a lo lejos se escucho el rugido de Iroh - dragón de la princesa Alicent - cuando Daena se asomo por la ventana vio las alas azules del dragón y en el horizonte un navío de los Velaryon.

Daena salió corriendo a prisa para recibir a su hija, cuyo dragón descendió en la playa cerca del muelle. Para cuando Daena llego al muelle Sarra Stark y Maella Velaryon ponían pie en tierra firme.

- Tía Dany - dijo Maella sonriente e hizo una reverencia.

Alicent camino hasta su madre y la abrazo con mucha fuerza, Daena correspondió el abrazo y se le inundo el corazón de felicidad de ver a su hijita sonreír. Sin duda su estancia en Driftmark le había caído muy a la joven princesa, ya no se veía tan pálida y ojerosa, su mente se había despejado respecto al tema de su compromiso, pero tarde que temprano el tema se volvería a tocar.

Daena abrazo a su sobrina Maella y beso sus pelirrojos cabellos, Maella era muy parecida a su madre Lady Olea, nariz pequeña y respingada, pecas en las mejillas, piel blanca, cabello rizado y rojizo, labios delgados, bajita y delgadita, pero tenia los ojos violetas de Rhaenyra. Su hermana Anny era mas parecida a Joffrey con unas cejas tupidas, cabello oscuro y rizado, nariz respingona, ojos marrones, alta y excelente amazona, sobre todo jinete de su dragona Zoryu.

La belleza de la joven Stark no pasaba desapercibida, a Daena le recordaba bastante a su madre - Lady Alyssane Blackwood - en su juventud, tenia un cabello oscuro muy largo y rebelde, unos ojos marrones y sobre ellos unas cejas delgadas, de estatura media y un cuerpo curveado, así como unos labios carnosos y rojizos, una completa belleza del norte.

Sarra Stark estaría ahí por cinco días, pues uno de los barcos de su padre la recogería en Dragon Stone según el último cuervo que recibió en Driftmark. Maella Velaryon partiría al amanecer rumbo a Braavos al banco de hierro, su primo Corlys la había enviado como su representante para poder abrirse una cuenta y guardar parte de su oro.

- Princesa - sonrió Sarra e hizo una reverencia.

- Espero estes de acuerdo que tenga invitadas por unos días - dijo Alicent abrazándose a la cintura de su madre.

- Estaré encantada de su presencia mis ladies - Daena le sonrió a las invitadas.

- ¿Dónde esta Rhaegar? - sonrio Alicent - escuche que regreso.

THE BLOOD OF OLD VALYRIA II (LAENYS TARGARYEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora