ALMA INCOMPRENDIDA

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KINGS LANDING.

Del nacimiento de Rhaenyra al de Daena había una separación de once años. Se dice que cuando nacio Rhaenyra, el príncipe Baelon el Valeroso, lloro al conocer a su nieta: la niña que siempre deseo tener con su hermana esposa la princesa Alyssa. Aegon "el libre" estaba seguro que su padre también hubiera estado encantado de conocer a Daena, de encontrar tantas similitudes el uno con el otro.

A pesar de la diferencia de edad, Rhaenyra y Daena llevaban una buena relación, la cual se fortalecio durante la guerra donde Rhaenyra vio la lealtad que su prima le tenia y es por eso que la reina dejo vivir a su hermano menor el principe Aemond, en agradecimiento a Daena por todo lo que hizo a su causa. Y a pesar de que estuvo en la mente la de la reina el darle un lugar en el consejo a su prima, esto nunca se llevo a cabo, pero no signficaba que la reina no acudiera a Daena por consejos y una segunda opinión, sobre todo cuando se trataba de temas de salud.

Rhaenyra ya era una mujer de edad avanzada, la muerte de Daemon y el que le quitaran un seno le había debilitado, aun así la reina hacia su mejor esfuerzo por mantenerse viva, pero de llegar el desconocido por ella su reino quedaría en las buenas manos de su hijo mayor.

La reina llevaba tres días en la cama, sudorosa por la fiebre, con los labios resecos y vomitando todo lo que comia, Rhaenyera estaba mas palida que de costumbre, perdiendo peso excesivamente y adormilada la mayor parte del tiempo. Cuando Daena llego a Kings Landing, hizo todo lo posible por mejorar la condición de la reina, pero sabía que Rhaenyra estaba cerca de su final.

Aun asi, Daena permaneció día y noche cerca de la reina para atenderla, la apoyaban tres maestres más y alrededor de la cama había dos septas rezando por la recuperación de la gorbernante.

Pero esa noche solo eran Rhaenyra y Daena, por suerte ya no tenia fiebre, la reina no estaba tan deshidratada y comia sin vomitar.

- ¿Qué haces aquí? – dijo Rhaenyra adormilada al ver a su prima sentada en una silla junto a su cama.

- ¿Qué crees que hago? – sonrio Daena – cuidándote, vas a estar bien.

Rhaenyra asintió.

- Deberias estar descansando – Rhaenyra tomo la mano de Daena y le sonrio – has pasado todos estos días pegada de mi.

- No eres cualquier paciente.

Rhaenyra sonrió, cerro los ojos y sintió el rose de su mejilla en la seda de su almohada.

- Se que estoy muriendo – dijo Rhaenyra y lentamente abrió los ojos – puede sentir como el desconocido viene por mi.

- Te vas a recuperar, de eso no hay duda.

- Si – Rhaenyra volteo a ver a su prima – pero solo por esta vez, se que me enfermare con más frecuencia y cada vez tendre menos fuerzas ¿Cierto?

Daena lo sabía, el cuerpo de Rhaenyra ya era muy débil, cada vez le costaría más "levantartse" y eventualmente moriría. Asi que Daena asintió con pesar en respuesta a la reina, Rhaenyra sonrió aceptando su destino.

- ¿Qué diran las canciones de mi? ¿La primera mujer en sentarse en el trono de hierro? ¿O seguirán llamándome usurpadora y zorra de Roca Dragón?

- Habra buenas y malas canciones, pero ¿Qué importan lo que digan? Ganaste la guerra, le demostraste a todos lo equivocados que estaban contigo, has sido tan buena reina como tu padre y el rey Jaehaerys, solo tu podias sanar el reino después de una guerra tan sangrienta.

- Quiero que me prometas algo – dijo Rhaenyra.

Daena asintió.

- Que apoyaras a Jace, cuando se vuelva rey.

THE BLOOD OF OLD VALYRIA II (LAENYS TARGARYEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora