LA BATALLA DEL DORADO

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Al oeste de "La Sidra" y al Norte de Alto Jardin, se encontraban acampando los leones y los hombres de Lord Rowan, a la espera del resto del ejército y Sir Laenor Velaryon. A este punto a los negros ya les habían llegado las exitosas noticias del sur, el ejercito de Lord Loreon se sentía motivado – pues si los Dornienses habían sido derrotados – ellos también tendrían éxito en las batallas por venir.

Laenys se sentía temeroza, por ella y sobre todo por Loreon, un paso en falso y les podia costar mucho, tanto a los Lannister como al resto de los negros. La llegada de Laenor "aseguraría el panorama", el ejercito incrementaría en número y dos dragones serian mejor que uno. Se calculaba que Laenor llegaría poco antes de que el sol se pusiera en su punto más alto, y avanzarían hasta Altojardín, donde tomarían las cosechas y las enviarían a la capital para que el pueblo de Kings Landing no sufriera más por el bloqueo de la Bahía de Aguasnegras.

Loreon estaba ansioso por encarar a Alan Tarly, pues sabia que el joven se había vuelto en contra del rey por el desprecio de la princesa Laenys, así como también sospechaba que había sido él quien mato Sir Maxwell cuando este trato de llevarle la carta de Laenys. Fuese como fuese, Loreon no iba a dejar pasar lo ocurrido, los maltratos a su esposa, la traición al rey y el tiempo que le robo al lado de Laenys.

Para Laenys no fue difícil acostumbrarse a vivir entre raciones de comida, en catres y carpas de campamento, era a lo que se había acostumbrado en el ultimo año en Essos, incluso ahora su campamento era más lujoso y comodo que el que tenia en las ruinas de Valyria. Loreon y Laenys dormían en el mismo catre, cerca de piedras calientes que amenizaban la temperatura de la noche, rodeados entre las pieles y abrazados uno al otro.

La princesa despertó cuando todo estaba pobremente iluminado, pues el cielo nocturno comenzaba a iluminarse por el sol proveniente del Este, la mañana era fresca y a la distancia resonaban las aves que anunciaban el alba. Laenys aun se sentía adormilada, pero se froto los ojos con la intención de despertar, pues había mucho que hacer para tener todo listo a la llegada de Laenor, pero la princesa se permitio cinco minutos para ver a su esposo dormido al otro lado del catre.

Los mechones dorados de Loreon estaban descontrolados, la barba comenzaba a crecerle y sobre el hombro derecho tenia una cicatriz a causa del torneo de la boda de Viserra. Laenys paso la yema de sus dedos por la cicatriz de Loreon, el joven – aun entre sueños – sintió el tacto de su esposa y se removio un poco, pero aun sin despertarse. Laenys se inclino a el y dejo un beso en su frente, después se giro para ponerse de pie, pero apenas la princesa ataba su cabello en una coleta cuando resonó el sonido del cuerno de vigilancia.

Laenys sintió un escalofrio recorrerle la espalda y como su respiración se le cortaba, cuando volteo hacia Loreon, el caballero ya estaba bastante despierto y recargado sobre sus codos. Ambos se miraron preocupados sabiendo de que se trataba: el enemigo.

-Lord – dijo Sir Amos entrando la carpa.

Loreon ya había saltado de la cama, en dirección a la salita donde estaban sus pantalones y el resto de su ropa. Laenys estaba detrás del vestidor sacándose el camisón a toda prisa y poniéndose el traje para montar.

-Preparen todo y QUE VENGA MI ESCUDERO DE INMEDIATO – ordeno Loreon.

Conforme Sir Amos dejo la carpa, las sirvientas de Laenys entraron directo hacia la princesa para ayudarla a ponerse la armadura. El escudero de Loreon llego al instante, fue cuestión de minutos para que Lord y Lady de Lannister estuvieran fuera de su carpa portando sus armaduras, sus espadas y cargando sus yelmos en una mano.

No hubo tiempo para planear estrategias, el enemigo ya estaba cerca y les había tomado por sorpresa. Los soldados de infantería se formaron sobre la colina, detrás de ellos los de la caballería, después los arqueros y ballesteros.

THE BLOOD OF OLD VALYRIA II (LAENYS TARGARYEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora