—Necesito un té de ruda para los malditos nervios—mascullaba Jade, ambas abrazábamos a nuestros bebés, ya dentro del auto.
—¿Cómo es que no se dieron cuenta de la otra mujer? —pregunté con cuidado.
Leonard se mantuvo pensativo.
—Ella me llamó a la oficina—explicó.
—¿Quién? ¿esa perra?
—Llamó queriéndose hacer pasar por ti—frunció el ceño confundido—, su voz era similar, puedo entender la confusión del resto, pero... su manera... el cómo pedía era un intento vago y mal actuado.
—¿Por eso la reconociste?
Sonrió anchamente.
—Claro.
—¿Por qué se presentaría así y desaparecería? —Jade no dejó disimular su enojo.
Me quedé pensando.
—¿Se puede rastrear? —le pregunté a Leo.
Él enarcó una ceja.
—No tenemos nada que...
—Si tenemos—observé a Jayden—, ¿se podría hacer un rastreo de ADN?
—Pero eso es solo para pruebas de paternidad.
—Pero piénsalo, ya hiciste un rastreador en donde puede rastrearme sea donde sea.
—Sí, pero es un articulo que llevas contigo, no tu sangre.
—Pero con el puedes ver mis signos, sin necesidad de que tenga que tomar una muestra de sangre, si pudieras tomar una pequeña muestra de Jayden y separar el ADN de los padres, ¿podrías hacer un rastreador de ADN?
—Eh... no soy genetista y eso es muy peligroso.
—¿Para Jayden?
—No, para mi, si hago esto y la policía...
—Leo, la policía ahora nos tiene miedo y respeto ¿crees que se meterán con nosotros cuando tenemos a las grandes potencias de la mafia de nuestro lado?
Soltó un suspiro.
—Me llevara unos días, sobre todo tendré que estudiar sobre genética.
—¿No necesitarás a un genetista o un doctor? —preguntó Jade preocupada.
—No, no te preocupes, no será casi nada.
Con esas palabras me quedó claro que Leo ya estaba construyendo en su mente de genio algún artilugio. Amaba que me hiciera caso.
Informé a mi abuela lo sucedido, pero me callé hacia mis padres.
Jade, por supuesto estaba preocupada por lo que pudiera o no pasar, la entendía, Leonard se encerró en el sótano, donde estaba su taller y decidí darle ese espacio, en unas horas bajaría para molestarlo y saber lo que estaba haciendo.
—Creo que seremos y tú y yo contra el mundo ahora bebé—Andrey balbuceó—, tengo un gran presentimiento de que serás un genio como tu padre, pero mientras no lo eres, vamos a divertirnos un poco.
Tener un hijo, fuera de las desveladas nocturnas y la constante preocupación, es lindo, como tener un muñequito con el que jugar, fui a cambiarlo con ropa cómoda, luego bajamos a nuestra guarida, en donde el piano, ya había traido aquí más cosas, como un corralito, juguetes, un triciclo en el que lo paseo.
Dimos varias vueltas en el triciclo, luego junté los sillones para acostarme en ellos, poner una película en la televisión y darle pecho a Andrey.
Mientras veíamos la sirenita, nana entró al salón.
ESTÁS LEYENDO
POR TI, SIEMPRE (Libro 3)
RomanceLeonard y Audrey han sido objetivos de varias personas que quieren vengarse de ellos, separarlos, destruirlos. La prueba definitiva de su amor incondicional culmina aquí. ¿Serán capaces de luchar con todo y contra todo para ser felices? POR TI, SI...