Sweet Disposition (Camren)

Capítulo 32 - "Llamada equivocada"

¿Necesitas un resumen? permite que te ayude:

Camila y Lauren tenían carreras prometedoras en modelaje y música hasta que una serie de eventos desafortunados ocurre y ambas se vuelven unas drogadictas, alcohólicas. (Una de ellas hasta tiene problemas alimenticios que casi la hacían morir.) Un día solo porque si unos waffles hacen que el destino de Camila cambie y es ahí donde gracias a su mánager chaparra y su novio delulu consiguen que se haga novia de Lauren Jauregui una junkie que estaba siendo completamente olvidada. Así es como nuestras protagonistas se embarcan en una falsa relación, completamente gobernadas por un contrato, Dinah, Normani, Ally y Troy. Aunque ambas trataron, no pudieron evitar el enamorarse y es cuando deciden dejar de actuar como esquizofrénicas y aceptar sus sentimientos. Consiguen una linda casa, un puerquito llamado Dave, trabajo, dinero y por supuesto que la loca de Keana siga ahí atrás de Lauren. Sinu regresa de la nada después de tratar como la mierda a Camila y ahora después de 31 largos capítulos todo lo bueno que tenían pronto comienza a desaparecer. ¿Segurx que quieres seguir leyendo? podría solo spoilear el resto de la historia y seguir con mi vida pero bueno, algo hoy me dijo que pronto Fifth Harmony podría volver, así que supongo que algo que escribí a los 15, también. -Alexander.

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—Siempre es bueno verte, Allyson —La madre de Camila se dejó recargar contra el macizo cuadro de madera de la puerta, sus brazos cruzándose a la altura de su pecho y lo que parecía ser una sonrisa sincera se extendió sobre sus labios—, de verdad que estás idéntica a como te recuerdo, tan radiante y preciosa, pero no más que mi Camilita hermosa. —La mujer no esperó siquiera a que Allyson le concediera el permiso para poder entrar en el sitio, pues ella misma se adentró y sin pensarlo dos veces atrajo a la manager en un abrazo inesperado.

La pequeña manager no podía creer siquiera lo que veía y escuchaba, mucho menos que la madre de Camila se encontrase en aquellos momentos estrujándola entre sus brazos. Para ser honesta estaba completamente impactada por la naturaleza que la mujer frente a ella poseía. Era como si la madre desnaturalizada que alguna vez había sido hubiese desaparecido, siendo sustituida por una nueva mujer que lograba transmitir un poco de calor materno. Allyson podía jurar que la maldad en sus orbes ya no existía más. ¿Sería aquella la misma Sinuhe Estrabao que tanto daño le había hecho a su pequeña Camila? En realidad no tenía muchas ganas de indagar en aquello, todo lo que en ese momento pedía era que la mujer se marchase y no regresara nunca jamás, ni siquiera se atrevía a pensar en como Camila podría reaccionar, pero si de algo estaba segura, era que no sería nada bueno ni agradable.

—Y bueno... —Los pies de Allyson se deslizaron un par de pasos a la derecha, casi llegando al escritorio donde Troy miraba impactado lo que estaba aconteciendo—... No es por ser descortés, ni sonar grosera, pero. ¿Qué mierda está mal contigo? ¿Estás tú loca o qué?

El silencio reinó por un par de tensos segundos, en los cuales únicamente los presentes atinaban a intercambiar miradas de sorpresa, ira y un poco de melancolía. La ira, era comprensible de parte de Allyson, puesto que le había tocado crecer con una Camila completamente destruida y desprotegida, que había tenido por madre a un ser despechado y empeñado en obtener beneficios a costa del bienestar de su propia hija.

—Alllyson... —Los orbes marrones de Sinuhe simplemente atinaron a llenarse de espesas gotas cristalinas mientras en su garganta podía sentir como un enorme nudo comenzaba a formarse—... Yo sé que fallé y tú no quieres verme aquí ahora mismo. —Como pudo hizo que su voz saliera, puesto que era necesario que alguno de los presentes la escuchara—. No sabes todo lo que he sufrido...no tienes idea de cuánto he añorado un abrazo de mi Mila.

Los ojos de Allyson miraron a la mujer indefensa y temblorosa que se abrazaba a si misma con tristeza al fondo de la callada habitación al mismo tiempo que a su mente llegaban miles de preguntas, cientos de insultos y un par de maldiciones para la madre, pero más que nada sentía un enorme hueco en el estómago. ¿Cómo podría decirle a la joven modelo que Sinu, su peor pesadilla había vuelto? Era algo que no podía intentar maquinar.