Capítulo 4 - "Debes estar de broma"

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Camila caminaba por los largos pasillos de la agencia de modelos, últimamente sus proyectos habían disminuido pero ella sabía que siempre encontraría algo por realizar, le gustaban los retos difíciles pues ella decía que su vida había sido realmente difícil y que esos tan sólo eran problemas minúsculos.

—Llegué. —Dijo metiéndose sin permiso en la oficina de su manager, topándose con una sorpresa algo bizarra.

El escritorio del lugar estaba siendo ocupado por el pequeño cuerpo de Ally, quien estaba siendo casi devorada por un joven que a duras penas cabía en la mesa.

— ¡Camila! por Dios, las puertas se hicieron para tocarse. —Reclamó la manager con la respiración entrecortada, las diferentes tonalidades de color rojo estaban presentes en sus mejillas por la excitación y la vergüenza que sentía.

Camila rió por el comentario y se adentró en la habitación, caminó hasta su mánager y colocó un beso en su mejilla a pesar de que esta seguía acostada en el escritorio con un hombre entre las piernas.

—Troy. —Saludó Camila con un simple movimiento de manos.

—Hola Camila, largo tiempo sin verte. —Devolvió el chico con una sonrisa entre los labios, pareciendo la situación más normal del mundo.

—Cuando eres una diva con una agenda apretada no hay tiempo de estar viendo a personas.

Ally y Troy compartieron un par de miradas para luego mirar fijo a Camila quien estaba más enfocada en su celular que en las personas con las que se encontraba.

—Entiendo lo de la agenda apretada, —Comentó mientras se apretaba el cinturón—. La banda de la cual soy mánager está en uno si no es que en el mejor de sus momentos, apenas y tienen tiempo de respirar.

Camila asintió aún con la vista pegada al teléfono seguido levantó uno de sus dedos pulgares en señal de felicitación.

—No sabía que eras el mánager de una banda, creí que toda tu vida Ally tendría que mantenerte. —Soltó, levantó la mirada fijándola en la del chico alto. Camila era una total descarada, no le importaba lastimar a las personas con sus comentarios, ni siquiera le importaban los demás.

—Así es Camila, soy el mánager de la banda de rock más influyente de la década. —Dijo con un suspiro.

Ally aplaudió orgullosa y se colgó del cuello de su alto novio, ella si sabía reconocer los esfuerzos del hombre por sacar adelante a aquellos chicos que solían tocar en un sucio garaje.

—Una banda de rock —Alzó una perfecta ceja depilada y colocó la peor cara de asco con la que contaba—... a eso le llamo caer bajo.

Poco importándole la magnitud de su comentario se levantó de su silla y caminó hasta el gran de ventanal de la oficina de su jefa.

— ¿Tienes alguna sesión para mí? —Preguntó mientras veía la cuidad a través de aquellos limpios vidrios—. Ya sabes...Prada, Chanel, Gucci inclusive victoria secrets ya cayendo muy bajo.

Lo que Camila no sabía era que aquellas reconocidas marcas habían terminado sus contratos con la modelo unos días atrás pues la actitud de la modelo les costaba quejas por parte de la mayoría del staff y muy bien se sabía que nuevas y más jóvenes modelos estarían más que dispuestas a trabajar para esas marcas. En pocas palabras, la carrera de Camila comenzaba a correr peligro.

—Tengo algo de Lacoste por si te interesa. —Le informó Ally quien ya estaba sentada en su silla y tecleaba rápidamente en su computadora, casi rogando a las marcas que le dieran una milésima oportunidad a Camila.

Sweet Disposition (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora