Capítulo 30 - "Work, work"

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Nota autor: He decidido que los capítulos largos serán los miércoles y para compensar habrá uno corto los sábados, hoy subo este porque puedo y quiero. ¿Ok? Grax. Cabe recalcar que todos tendrán importancia y que retomaré el buen ritmo que el fic llevaba. Puede que esto sea comedia y todo lo que ustedes quieran (Puesto que es mucho mejor cuando un fic tiene mil emociones y te sientes como en una montaña rusa), pero en cualquier momento todo puede cambiar y de repente querrán dejar de leer debido al sufrimiento que habrá. Sin más que decir, disfruten uno de mis caps cortos favs. Los quiero.

POV Camila.

Keana no perdió ni un maldito segundo de su tiempo en dedicarme una mirada de arriba abajo, seguido hizo una mueca de confusión como si realmente le sorprendiese que yo atendiera la puerta de mi casa. ¡Sí! ¡De mi jodida casa! ¿Qué no ella misma me había mandado a llamar?

De igual manera no podía entender que era lo que la gata esta estaba haciendo aquí, es que realmente su asquerosa y simple presencia lograban ponerme de mal humor en cuestión de segundos, incitando a la vieja Camila a salir de su cueva e irme a los golpes contra la tipeja esta.

—Tan torpe e idiota como siempre. —Sus palabras llegaron fuertes y claras hasta mis oídos a pesar de que la música estaba sonando más fuerte de lo normal, mientras que su vista se dirigía a los pequeños cristales que crujían bajo mi tacón. Mi mano izquierda se cerró de un momento a otro. Debía de contenerme lo más que pudiera si no quería que todo esto se descontrolara.

—Y tú tan arrastrada como ya es tu costumbre —Internamente me aplaudí por aquella respuesta, mis labios curvándose en una sonrisa de satisfacción al ver la mueca que la estúpida de Keana había puesto. ¡Camila 1, la arrastrada 0!

—Yo vine a ver a Lauren —Habló sin más a la vez que una de sus manos se llevaba una porción de cabello detrás de su oreja, entonces fue que lo descubrí...su rubio no era natural.

Mi ceja se arqueó ante tal cosa, pues su color rubio se veía muy lindo en las revistas, pero aquella raíz oscura dejaba mucho que desear.

—Lauren no está, Lauren se fue —vacilé, arriesgándome a ganarme una golpiza o mínimo una cachetada por parte Keana.

—No estoy para tus juegos estúpidos. —Las yemas de sus dedos masajearon un poco sus sienes y no pude evitar soltar una risita—. Realmente te agradezco que hayas cuidado de mí novia durante todo este tiempo, pero ya me está cansando su jueguito de las enamoradas, así que déjame hablar con ella un par de minutos y verás cómo te deja en un dos por tres, insípida. —Okay, eso ya no me daba risa.

Como si no fuese lo suficientemente estúpida y arriesgada, decidí de último momento que sería realmente divertido comenzar a carcajearme delante de una impaciente Keana. Mis manos golpeaban mis muslos en busca de un poco de aire y mi carcajada como la de una foca dando a luz se lograba escuchar setenta casas más allá, inclusive podía sentir como una lágrima comenzaba a descender por mi pómulo derecho debido a la imparable risa...pero es que. ¿La había escuchado correctamente?

— ¡Oh por Dios, ya, detente Keana! —Mi mano derecha impactó con bastante fuerza en uno de los hombros descubiertos de Keana, debía admitir que había sido a propósito pues necesitaba desquitarme de alguna manera.

Seguí riéndome un par de segundos mientras ella se sobaba el hombro y me miraba fijamente. Pero de un momento a otro mi semblante cambió a uno totalmente serio, encargándome de fusilar a la estúpida teñida con la mirada—. Vete de aquí ahora mismo. —Sentencié.

—Oblígame estúpida —pidió, a la vez que arqueaba su horrible y mal pintada ceja.

Siendo aquellas dos palabras más que suficientes para la tomase por la muñeca, comenzando a jalarla dentro del lugar.

Sweet Disposition (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora