Sweet Disposition (Camren)

Capítulo 25 - "En la oscuridad (3/3)"

Casi diez minutos después y varias lágrimas de alegría derramadas por la joven pareja, finalmente la limusina arribó al salón en donde la fiesta se llevaría a cabo.

La noche en Miami comenzaba a refrescar, siendo aquél motivo suficiente para que la ojiverde le pusiese su chaqueta de cuero sobre los hombros a su novia. Está de más decir que Camila refunfuñó al sentir el material textil sobre sus descubiertos hombros, pero a final de cuentas no le había quedado otra opción que aceptar el cortés gesto de su novia y agradecerle posando sus labios unos cuantos segundos, sólo mientras el conductor llegaba hasta la puerta para que la joven pareja pudiese salir.

La puerta derecha de la negra limusina fue abierta en un rápido movimiento, apareciendo por la puerta el robusto cuerpo de él amable conductor, que con una seña les dio a entender a ambas que ya podían bajar del automóvil. 

La primera en pisar suelo fue la nerviosa cantante, pero antes de que siquiera pudiese dar tres pasos dos enormes guardaespaldas se acercaron hasta ella, protegiéndola de los cientos de flashes que comenzaban a repicar en sus orbes verdes.

—Señorita Jauregui —Dijo uno de los guardaespaldas—, mis compañeros y yo nos encargaremos de escoltarlas hasta la alfombra roja, hay demasiados paparazzi y fans, entonces optamos que es lo más seguro para usted y la señorita Cabello.

Sin otra opción más que aceptar, Lauren agradeció con un simple asentimiento de cabeza. La cantante ayudó a su novia a bajar del auto, ante la atenta mirada de casi quinientas personas que con fuerza, sujetaban su cámara tras de unas vallas rojas que delimitaban el espacio.

Ambas comenzaron a caminar el enorme tramo que las separaba de un arco totalmente negro. Las preguntas no se hicieron esperar por parte de la prensa que adornaba el recinto pero el cuerpo de cuatro enormes y fornidos guardaespaldas les impedían a ambas siquiera poder ver a los paparazzi.

—Por aquí, por favor —Pidió uno de los guardias, guiándolas hasta lo que parecía ser el inicio de la alfombra. 

Aquél hombre vestido completamente de negro,  habló a través de lo que parecía ser un manos libre color plateado. La pareja apenas y logró escuchar unas cuantas palabras de lo que el guardaespaldas decía hasta que una joven vestida con un largo vestido rojo y con una carpeta en sus manos se acercaba hasta donde ellas estaban.

— ¡Lauren y Camila! ¡Dios, creí que no llegarían nunca! —La organizadora de la alfombra roja saludó a ambas como si las conociese de toda la vida, pero ninguna de ellas la había visto siquiera una sola vez en lo que iba de sus vidas.

— ¿Para qué los guardaespaldas? —Camila preguntó, tenía demasiada curiosidad de saber el por qué cuatro enormes hombres las habían resguardado como si del presidente Obama se tratase.

—Sólo por seguridad, hay demasiada gente allá afuera y todos estaban a la espera de ustedes...pero eran paparazzi y periodistas no autorizados, es por eso  que no tenían siquiera el derecho de estar aquí —Aclaró sus dudas con rapidez, mientras que con su mano tachaba un par de cosas de la hoja blanca de su enorme carpeta de madera—...bien, las siguientes son ustedes, sólo deben de pararse dónde se puede ver a aquellas personas.

La organizadora señaló hacía la alfombra, en donde por delante de una valla se podía ver a gente bastante arreglada que únicamente se sentaba en la alfombra para indicarle a los famosos en donde deberían de pararse para que la lluvia de fotos comenzara.

— ¿Les pagan por estar ahí sentados? —Cuestionó la ojiverde a la nerviosa organizadora.

—Quinientos dólares y ven a todos los famosos... —A lo lejos, un hombre con smoking le hizo una señal con la mano derecha, la joven asistente asintió con la cabeza y volvió su mirada a la pareja—, es hora de que vayan.