Chapter 9

329 31 0
                                    

Sadasha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sadasha

Mis zapatos hacen ruido en el pulcro mármol del palacio. Todo está oscuro y el silencio a estas horas es bastante tenebroso. Mis pensamientos van a Esteban, es cierto que él mueve bastante en mí, pero nada me hará cambiar de pensar. No quiero puestos y cargos aquí que solo obstaculicen mi huida.

—¡Sadasha! —exclaman a mis espaldas y freno en seco al instante.

¿Qué? ¡Lo sabe!

—¡Espera ahí! —vuelve a decir y el eco del la biblioteca hace que se repitan varias veces lo que dice.

Me giro hasta quedar frente a él, su mirada ruda se suaviza al verme a los ojos.

—¿Así que sí sabes mi nombre? —inquiero bastante sorprendida.

Cruzo mis brazos a la altura de mis pechos lo que los hace lucir con más volumen sobre la fina y delgada tela del camisón de dormir. Sus ojos van directos ahí y ahí se quedan por varios segundos. Me raspo la garganta para cortar su intensidad, me pone nerviosa y me hace sentir vulnerable que me vea de esa forma.

Sus ojos cargados de deseo ven ahora a los míos.

—¿Por qué provocas tanto en mí? —cuestiona y se me va acercando con lentitud.

Sus manos van directo a mi cintura la cual aprieta para pegarse más a mí.

—Ya dije mi respuesta Estaban —le digo con la mayor seriedad que puedo.

Lo siento todo muy cerca de mí. Su olor aturde mi sistema y hace que comienze a perder mis sentidos. Su boca hace erizar mi piel al lamer con anhelo mi oreja.

—Dime que no deseas que te haga mía cada maldito día —pide con la voz ronca y encargándose de hacerme estremecer con cada lamida.

¡Joderr!

—Te deseo Esteban —correspondo con un susurro casi gimoteando.

—¿Dijiste algo reboltosa?

Mi corazón no para de palpitar al escucharlo hablarme así de suave y haciéndome sentir todo eso.

—Odio que siempre uses esto para hacer lo que te plazca —bufo soltándome de su agarre.

—¿De verdad me vas a obligar a hacer esto en contra de lo que quieres? —brama serio ahora.

Aún puedo notar su excitación, me pone mucho que sienta lo mismo que yo.

—Debí recordarte que eso ya lo has hecho antes, ¿o no recuerdas? ¿Pero acaso no lo harás a pesar de lo que diga yo? —tuerzo los ojos al decir eso.

Su sonrisa me responde por él, vuelve a acercarse a mí pero pongo mi mano en su pecho impidiéndole que se acerque más.

—No quiero que me toques más por favor, y mucho menos cuando te cases —pido reiterándole mis deseos.

Dueña de sus VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora