Sadasha
Todo el coliseo de carreras está preocupado por el estado del rey. Esteban salió conmigo a tientas y su padre. Al llegar al castillo los gritos no se hacen esperar, llegan las esclavas y con urgencia llaman al médico real.
Al cabo de varios minutos llega a los apostentos donde tienen al rey. Toca su mano en la muñeca y pide que hagamos silencio. Cierra sus ojos y su cara de preocupación se deja ver. Hace lo mismo ahora pero en la parte inferior de la mandíbula, donde está la vena central del cuerpo humano.
Deja sus manos caer a sus costados y la cara que le dirige a mi hombre, da respuesta a todas las preguntas.
—¡Nooooooo! —grita Esteban perdiendo el control.
Comienza a romper todo lo que se le ponga enfrente. Hasta que llega a su padre sin vida sobre la cama. Mis ojos se empañan con la imágen, él lo sacude con fuerza sobre la misma gritándole: "Levántate padre, no me dejes solo por favor".
Una y otra vez grita lo mismo, está tan alterado que cuando camino hasta él e intento tocarlo, me brama que lo suelte. Hago lo que dice sintiendo un profundo dolor en mi pecho. ¿Qué tiene el castillo?
Están muriendo y muriendo personas todos los días.
—¿De qué murió doctor? —chilla el príncipe.
—Al parecer de un virus maligno alteza, por la tos y la sangre creo pensar en eso. Aunque hay probabilidades de algún envenenamiento majestad. —Al terminar el viejo médico de hablar, los ojos del heredero caen sobre él.
—¿Dice envenenamiento? —pregunta como sino se lo creyese.
—Sí alteza, hace muchos años un campesino tuvo la misma muerte. Resultando así por una planta supuestamente alimenticia, él la consumía diario en las comidas desde que la plantó. Duró nada más que tres meses.
—¿Entonces dice usted que fue envenenamiento?
—Decanto más por el virus alteza, las comidas reales son cuidadosamente preparadas. Solo esclavas viejas las hacen ,¿por qué hacerlo ahora si le sirven a él desde hace años?. No tiene sentido, al menos no para mí. Dictamino que fue realmente un virus.
La vista de Esteban está fija en su padre, ni siquiera se digna a verme a los ojos. Siento su dolor como el mío, perder a tus padres juntos es algo por lo que ya pasé y sé como se siente.
Me marcho fuera de la habitación dejándolo solo a él con su difunto padre. Fuera veo la mano derecha de Esteban. Noto algo raro y es que llegó a nosotros con papel en sus manos. ¿Seguirá Esteban con la idea de perseguir y matar a los bandidos esos?
Algo se agita dentro de mí con solo pensar eso.
—¿Algún informe sobre Los Sangre guardia? —pregunto y una de sus cejas se levanta—, Esteban me mandó a preguntarte porque no quiere ver a nadie más.
—Sí alteza, encontramos a un rehén de Los Sangre y quiere ver solo al príncipe, solo con él desea hablar —comenta.
—¿Y el papel que dice?
Su silencio perpetuo me hace poner los brazos en forma de jarra ante él.
—Es de la ubicación donde se encuentran.
—¿Podrías hacerme un favor a mí?
Sus ojos calculadores me recorren por un momento.
—Pagaría muy bien si lo haces —comento y su mirada se oscurece.
—¿De qué tipo? —masculla.
—Quiero que esperes diez días hasta entregarle el papel a el príncipe heredero. Deje que se haga el funeral de su padre y luego la boda y la coronación. Espera que todo se calme, Esteban no podría meter más cosas en su cabeza —pido angustiada por él.
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Dueña de sus Vidas
Historische RomaneHuir es mi meta y objetivo, nada ni nadie se va a interponer en ello. Mucho menos el escuchar que no hay salida, que no hay escape. Yo deje atrás algo por lo que seguir y no importa que tan verdes sean los ojos de ese hombre egocéntrico, que me reco...