Transmigrado a la sirenita del jefe violento

Capítulo 80

—¿Eh?—Jun Qingyu arqueó las cejas.

¿Unos pocos días?

Fu Yuanchuan no dio más detalles y Jun Qingyu solo sintió una oleada de tensión en la cintura. Una pizca de sonrisa apareció en sus ojos—Eso... Si son unos días, ¿no tenemos que empacarlos por adelantado?

Era natural cubrir los platos y ponerlos en el refrigerador en caso de que no pudieran terminar la comida. De lo contrario, ¿no se desperdiciaría todo cuando regresaran en unos días?

Mientras Fu Yuanchuan permanecía en silencio, Jun Qingyu limpió la mesa. Puso lo que debería estar en el refrigerador en el refrigerador y lo que debería estar en el lavavajillas en el lavavajillas.

El robot de limpieza se paró en la puerta sin comprender.

Jun Qingyu limpió muy meticulosamente, sin perdonar ni siquiera las esquinas en particular, y Fu Yuanchuan también lo ayudó a limpiar.

Después de todo lo que se hizo, Jun Qingyu lo pensó y dijo—Limpiemos la sala de estar también. También está el estudio de arriba. El robot no entra muy a menudo y... ¡Ah!

Antes de que pudiera terminar su oración, Jun Qingyu solo sintió que todo frente a él cambiaba de orientación. Cuando volvió en sí, Fu Yuanchuan lo llevó sobre su hombro.

Jun Qingyu no pudo evitar reírse a carcajadas. Extendió la mano y empujó la cintura de Fu Yuanchuan—¿No dijiste que te ducharás primero?

Fu Yuanchuan levantó la mano y lo palmeó suavemente—Mhm, tomemos una ducha.

***

Las cortinas no se han abierto, no había el más mínimo de los huecos y bloqueaban toda posibilidad de que se filtrara la luz del sol.

Jun Qingyu abrió los ojos aturdido, no pudo decir si era de día o de noche durante algún tiempo.

Extendió la mano para agarrar su cerebro ligero sobre la cama, pero tan pronto como hizo su movimiento, provocó una reacción en cadena en la que sintió dolor en todo el cuerpo—Um...

Jun Qingyu frunció el ceño. Levantó un poco la mano y la volvió a bajar. Era casi como si hubiera estado entrenando en la sala de entrenamiento durante varios días consecutivos y luego se despertara después de enterrar la cabeza en las colchas.

No solo se sentía dolorido, sus ojos también estaban un poco secos, probablemente por llorar demasiado, y había una sensación de hormigueo en la garganta. Todo su ser parecía estar despojado de su propia conciencia como si no fuera él mismo.

Solo de pensarlo, la mano que descansaba sobre su cintura se apretó, Jun Qingyu dijo inconscientemente—No más...

Su voz era baja y un poco ronca.

—Mhm, ¿te duele?—Fu Yuanchuan tocó el ungüento en la mesita de noche—Déjame ver.

—......—Jun Qingyu miró el tubo de ungüento y recordó vagamente que se aplicó antes de que lo hicieran una vez más.

Sin embargo, esta pomada tenía ingredientes que reducían la hinchazón, independientemente de lo que sucediera después, todavía funcionaba bastante bien cuando se aplicaba.

Después de aplicar el ungüento, Jun Qingyu se acostó en los brazos de Fu Yuanchuan y gimió en voz baja—Duele.

—¿Dónde le duele?

Jun Qingyu negó con la cabeza. Se sentía incómodo por todas partes, pero no dijo nada más. Se inclinó hacia delante y dijo—Quiero un abrazo.

Fu Yuanchuan envolvió sus brazos alrededor del pequeño pez, le dio unas palmaditas en la espalda y lo convenció—¿Qué tal si vas a la cabina médica y te acuestas allí por un rato si es insoportable?