Capítulo 11

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Fu Yuanchuan dobló su dedo y lo frotó suavemente contra la mejilla de la sirenita.

—Ya~

Jun Qingyu pensó que quería jugar con él, estaba a punto de extender la mano para atrapar el dedo de Fu Yuanchuan.

Sin embargo, Fu Yuanchuan retiró la mano antes de que pudiera moverse y recogió el jugo de frutas y verduras.

Jun Qingyu—¡¿?!

Jun Qingyu tomó una decisión rápida, se dio la vuelta para abrazar el cuello de Fu Yuanchuan.

Sin embargo, debido al tamaño, no fue suficiente para hacer un abrazo completo. Solo pudo extender los brazos para rodear la mitad de su cuello.

Sin embargo, sería suficiente para ocultarlo.

Jun Qingyu enterró su cabeza en el cuello de Fu Yuanchuan como si enterrara la cabeza en la arena.

—¡Ee... ya~!

La sirenita aún no estaba seca.

Hacía frío, pero una suave sensación se acurrucó en su cuello.

Fu Yuanchuan hizo una pausa.

Jun Qingyu no levantó la cabeza, levantó las manos para presionar su barbilla y la empujó.

—Eeeeeeee ~

Bébetelo tú mismo, no me lo des.

Desde su punto de vista, Fu Yuanchuan no podía ver a Jun Qingyu.

Pero cuando la computadora virtual reflejó la luz, reflejó la apariencia de la sirenita muy claramente.

Observó cómo la sirenita intentaba enterrarse en su cuello para esconderse porque no quería beber el jugo de frutas y verduras.

Fu Yuanchuan no pudo resistirse a sonreír, no había necesidad de decir nada, podía ver la resistencia de la sirenita hacia el jugo de frutas y verduras.

Observó cómo la sirenita se apretaba hacia abajo, estaba a punto de pasarse por el cuello.

Al ver esto, Fu Yuanchuan no lo detuvo, sino que siguió la fuerza de Jun Qingyu para levantar la cabeza.

En términos generales, la sirenita necesitaba consumir frutas y verduras regularmente para reponer las diversas sustancias requeridas en su cuerpo.

Pero a la sirenita realmente no le gustaban.

Fu Yuanchuan pensó que cuando tuviera tiempo, debería encontrar algo que pudiera sustituir el jugo de frutas y verduras. La nutrición era una parte esencial del desarrollo de la sirenita.

Fu Yuanchuan terminó el jugo de frutas y verduras. Levantó la cola de la sirenita y lo ayudó a ajustar su posición.

Era incómodo sentarse así.

Jun Qingyu parpadeó y sintió que el olor del jugo de frutas y verduras en el aire parecía aligerarse mucho.

Levantó la cabeza en silencio para echar un vistazo y vio a Fu Yuanchuan colocando una taza vacía sobre el escritorio.

El nuevo extractor de jugos había sido lavado y se le había agregado líquido suplementario de extracción de jugo.

Aparte del mal olor, era exactamente igual a los que se vendían afuera.

Pero el hecho de que el olor no fuera bueno para Jun Qingyu fue fatal para él.

Se consumió el jugo de frutas y verduras, así que el riesgo ya había pasado.

Jun Qingyu soltó su mano y ya no lo abrazó, pero volvió a acariciar el lado derecho. Se apoyó en Fu Yuanchuan para mirar la computadora.

De vez en cuando, sacudía la cola de una manera muy despreocupada.

Transmigrado a la sirenita del jefe violentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora