- Te tengo.
Arrastré a Eli fuera de la mesa tomándola por debajo de los brazos. No tardé mucho en mover los escombros que cubrían su pierna, tenía los labios secos, su brazo estaba goteando sangre y aún no sabía que tan grave estaba su pierna.
- Que pasó aquí? - preguntó Eli. En su voz se notaba lo débil que se encontraba, con un tono que ocultaba confusión y tristeza.
- No lo sé -fué lo único que supe contestar- Pero por lo visto fue algo grande -no dejaba de observar la herida que tenía- Tengo que llevarte a una farmacia o... lo que sea. Puedes levantarte?... Caminar? -sacudí la tierra de una de las bancas que antes eran parte del comedor y la senté en ella.
- Si solo...-tomó aire y suspiró-.. dame unos minutos -su mirada se posó en la mancha de sangre con la que me había encontrado hace unos minutos- Éso es...? -sus ojos se abrieron sorprendidos y empezaron a llenarsele de lágrimas.
- Oye, oye! mírame -con mis manos tome su cabeza para que fijará la vista en mí. Ella volteó a verme, las lágrimas empezaron a caer y la mandíbula le temblaba ligeramente.
- No te concentres en eso -le dije- Hay que movernos y buscar un lugar para que pueda revisarte el brazo, sí?
Ella asintió, hizo un gesto de dolor al ver la herida como sí... por un momento olvidara que la tenía.
Se levantó y ví que le costaba mucho hacer el esfuerzo; así que, la tome por un lado para ayudarle pero enseguida me hizo un gesto con la mano para que supiera que ella podía sola. Chequé mi reloj una vez más...13-02-2028. 3:02pm
Cada tanto durante el trayecto veíamos algún cuerpo. Trataba de ignorarlos de... apartar la mirada y animaba a Eli para que siguiera caminando; se detenía por el horror que le provocaba la escena en la que estábamos.
Salimos de ahí hacía la calle, por uno de los muros que habían colapsado y empezamos a caminar sin rumbo. Seguimos caminando sin decir nada por varios minutos hasta que Elizabeth rompió el silencio.
- Cuanto tiempo habremos estado ahí?... tengo mucha hambre.
Me detuve.
- Ya que lo mencionas no había pensado en éso hasta ahora -al pensar en eso mi estómago me dolió y noté mi garganta seca.
No pasó mucho hasta que.... a la distancia pudimos ver una farmacia. Estaba a una calle, la gasolinera que estaba enfrente había estallado y algunas llamas se negaban a apagarse aún con el constante viento que corría por las calles desiertas.
Caminamos directamente a la farmacia que se sostenía a duras penas, sin mirar los autos destruidos y los cuerpos carbonizados que había dentro, lo que sí notamos fue que justo del otra lado de la calle había otra farmacia. «Una farmacia enfrente de otra? Pero a quien carajos se le ocurrió tan estúpida ide...» pensé. Eso no importaba en éstos momentos pero igual no pude evitar el pensamiento.
La puerta que antes era automático estaba hecha añicos y el piso estaba lleno de vidrios rotos.
- Ten cuidado - le dije a mi hermana, señalando los vidrios en suelo. Estando dentro y enfrente de los estantes ví que todavía habían cosas en buen estado.
- Tú revisa por allá... -señalé el pasillo más cercano-.. y yo por acá -señalé los que estaban al fondo.
Habían muchos estantes con medicamentos en desorden y otros tantos en el suelo cubiertos de polvo. En el último pasillo encontré vendajes, les sacudí un poco la tierra y ví de reojo que había marcas en el polvo... como si alguien hubiera entrado mucho antes que nosotros.
- Encontré alcohol! -me hizo saber Eli, sacándome de mis pensamientos en el proceso.
- Yo encontré vendas.
Nos encontramos un momento después frente al mostrador de la farmacia, esté estaba vacío e inpregnado de polvo.
- No traje dinero para pagar ésto, tú traes? -dijo ella, forzando una sonrisita maliciosa para cambiar el ambiente.
- Es extraño que no nos hayamos topado con alguien. Adónde se habrán ido los que sobrevivieron a ésto? -comenté sin hacer caso de su chiste.
- No lo sé -respondió.
- Bueno... tengo que lavar tu herida. Ésto te va a doler -abrí la botella de alcohol- A la cuenta de tres, uno...
- Espera! Yo te digo cuanAAAAHH!! -el grito sonó por todo el edificio cuando le vacíe el alcohol en el brazo. Creí haber sentido que la farmacia se movió un poco.
- Ah, es una herida algo profunda... No podía ver que tan grave era por la sangre, pero estarás bien - le dije y le cubrí rápido el brazo con las vendas.
- Que te pasa!! éso dolió.
- En serio lo siento -le dije en tono muy serio pero sin poder contener una carcajada mientras ella me miraba molesta, entonces me soltó un puñetazo en el hombro.
- Auu! -exclamé.
- Estamos a mano -me informó ella- Y... adónde iremos?
- Aún no lo sé, solo hay que seguir caminando por el momento. Ver si encontramos a alguien o algo de comer -le respondí. Que más podría hacer? carajo!. Yo soy el hermano mayor, se me tendría que ocurrir algo mejor que éso pero... siendo sincero no sabía que hacer en la situación en la que estábamos.
Salimos del lugar y caminamos por las calles vacías de Tijuana. Dos calles después nos encontramos con una tienda de una gran empresa de México (sin nombres por derechos de autor) pero estaba completamente vacía, nada por aquí nada por allá, lo habían saqueado. El único lado bueno es que en México hay una sucursal igual a ésta cada par de manzanas a la redonda.
Llegamos a otra en poco tiempo y esté estaba casi vacío. Encontramos paquetes de pizza fria y botellas de agua, la pizza no sabía tan bien pero cualquiera con hambre diría que fue lo mejor que ha probado en su vida.
Después de comer y saciar la sed seguimos nuestro camino sin rumbo y sin encontrarnos a nadie.
- Tenemos que buscar un lugar donde dormir -comenté. Estaba anocheciendo pero era difícil saber si era tarde o muy tarde, estábamos en la época en la que se pone completamente oscuro a las cuatro de la tarde.
La avenida que recorríamos estaba agrietada y el camino se volvió más complicado de seguir. A lo lejos ví la razón, un enorme agujero que se había llevado consigo un par de autos, un poste de luz y parte de un local de café. Los tubos del drenaje se habían roto con el peso de todo y no paraban de salir agua negras por ellos.
- Bueno... tomemos otro camino -murmuré en voz baja y cubriendo mí nariz por el olor.
Tomamos la salida que estaba a la derecha y ví algo que no había visto desde que salimos de los escombros: un auto en el estacionamiento de una pequeña plaza, en condiciones para ponerlo en el camino.
El único detalle que tenía era que encima tenía un bloque de cemento enorme, lo que le había aplastado parte del techo y había hecho trizas las ventanas. El auto era el típico Tsuru taxi de color blanco, que se encargaba de recorrer las calles de la ciudad, en busca de quién estafar con sus altas tarifas de viaje.
Si esa cosa arrancaba ya sería ganancia.
- Intentaré prender esa belleza.
- Sabes conducir al menos? -me preguntó Eli.
- Acaso no sabes quién se llevó el auto de la madre Alicia sin permiso?
- Ooh, en el escape del cuál no me dijeron? -se veía enfadada todavía con el asunto.
- Fue un error, okey?... Será discusión para otro momento -caminé hacia la puerta y metí la mano por la ventana rota para quitar el seguro de la puerta.
Al abrir, algunos vidrios que seguían en el marco cayeron al suelo, sacudí los que estaban en el asiento y ví que las llaves estaban sobre él.
- Seguro que al imbécil se le olvidaron adentro -dije para mis adentros y sonreí.
Me senté, el techo tocaba ligeramente mi cabello por la inclinacion hacia atrás que provocó el escombro al caerle encima. Del otro lado, Elizabeth quitaba también los cristales y se metió al vehículo. Introduje la llave y la giré. Hice un primer intento y el carro no encendió, eche un vistazo al indicador del combustible y ví que tenía más de la mitad en el tanque.
- Okey... tú puedes hermosa -le dije al auto con dulzura y noté que Eli me miraba raro por el comentario. El auto encendió en el segundo intento.
- Ya está -anuncié.
Moví la palanca de velocidades de "parking" a "drive", aceleré bruscamente por estar pisando el pedal equivocado y perdí el control del volante. Choqué con un señalamiento.
- No que sí sabías!? -exclamó Eli, con ambas manos apoyadas en el tablero.
- Solo lo hice una vez y viste lo que pasó. Además solo me estoy basando en lo que ví en películas -dije mientras daba marcha atrás- Ya está. Solo... tenía que recordar.
- Ajá -dijo ella con sarcasmo.
Saqué el auto del estacionamiento y lo empecé a conducir con cuidado. El auto era automático y había escuchado que solo se debía usar un pie para ambos pedales, pero que no hubiera nadie ahí para enseñarme solo me daba razón para usar los dos en el freno y el acelerador. Pasó un tiempo hasta que me acostumbré a un ritmo.
Solo iba al azar, no sabía adónde ir y solo esperaba que no se me notara. Pero como si me hubiera leído la mente, Eli voltea y me pregunta:
- Adónde iremos?
- Al sur, hasta que encontremos a alguien -contesté rápidamente la idea que se me ocurrió al momento.
- Y sabes dónde es el sur?
- En un momento te digo -traté de sonar más seguro de lo que en verdad estaba.
Seguí conduciendo y tome la autopista vacía. Solo autos abandonados aparecían de vez en cuando sobre el camino. Los letreros decían que era la carretera 2D hacia Tecate, luego la rumorosa y los siguientes decían Mexicali.
Eli ya estaba dormida y yo estaba aguantandome el sueño hasta que algo llamo mi atención, veía... luces, eran luces!!
No pude evitar mirar la hora.13-02-2028. 7:18pm
Cuando llegamos frente a ellas, apagué el motor. Habían dos camionetas Silverado con camuflaje militar y cuatro soldados con las armas preparadas, en caso de necesitarlas.
- Salgan del auto des-pacio -ordenó uno de ellos.
- Solo somos nosotros dos -salí alzando ambas manos, un poco de miedo se escuchaba en mi voz.
- No es necesario -me dijo, hizo una seña para que bajara los brazos apenas vió que no éramos una amenaza- De dónde vienen?
El tipo tenía voz grave, talvez su edad rondaba los 40, tenía el cabello corto algo alborotado y una barba de unos días.
- De Tijuana, del orfanato de San Pedro -dije yo, arrastrando un poco las palabras por los nervios que me causaba la situación.
- Adónde pensaban ir?
- Siendo sincero.... no tenía pensado algún lugar en concreto -voltee la mira un segundo hacía Eli- Al sur, supongo... Hasta que nos encontráramos con alguien.
- Pues... -suspiró-.. es su día de suerte. Justo están evacuando a todos hacia el sur, después del ataque...
- Un ataque?... Así que éso fué -susurré para mí- Por qué?
- Hace dos días, como a las dos de la tarde. Rusia atacó las fronteras porque sabían que el presidente de los Estados Unidos vendría, pero no sabían por dónde cruzaría así que atacaron todos los pasos hacia México -hizo una pausa, no sabía que decirle al respecto pero antes de poder decir algo él prosiguió- Desde ayer buscamos sobrevivientes, de hecho... solo íbamos a estar un par de horas más, hay órdenes de regresar a la base.
- Adónde?
- A Monterrey -contestó otro soldado de los que estaban atrás- ahí está el centro de refugiados, el último en el norte.
- Pueden venir -dijo con el que estaba hablando antes.
- Estaría bien, gracias. No es como que tengamos otra cosa que hacer, no? -el tipo notó mi sarcasmo y sonrió.
- Bueno... suban, póngase cómodos. Será un viaje largo.
Miré a Elizabeth y le hice una seña para que subiera primero. Así lo hizo, en la parte de enfrente de la camioneta. Yo decidí subir atrás, en la caja de carga en dónde habían unas bancas muy incómodas de metal. Ví que el suelo están lleno de tierra y abajo del asiento noté un cono de tránsito color naranja. Enfrente de mí se sentó el tipo con el que había conversado. Acto seguido, dió unos golpes en la orilla, sobre el metal y la camioneta arrancó. Seguimos por la carretera en silencio hasta que habló el soldado.
- Que es de tí? -hizo una seña hacia la ventana con la cabeza y entendí que preguntaba por Eli.
- Mi hermana -dije y pregunté casi enseguida- Que fué lo último que supieron sobre los rusos?
- La situación en Estados Unidos está escalando muy rápido ha algo más grande de lo que pensábamos. Y la posibilidad de una gran guerra en el continente es más grande que nunca.
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Sin excepciones
ActionLuego de que dos hermanos resultaran afectados como daño colateral en un atentado ocurrido en la frontera, se ven ayudados por un grupo de búsqueda y rescate que los lleva a una zona segura. Un lugar en donde se dan cuenta que su viaje apenas está c...