Sin excepciones

CAPITULO 8: Antes de las doce

Todos asentimos cuando nos preguntaron sí escuchamos el choque en la calle, todos nos sorprendimos cuando nos dijeron que uno de los coches había sido el de la hermana Alicia, todos dijeron que no habían visto nada de lo sucedido; incluído yo.
La asamblea había acabado y yo me dirigí hacia Gus, tenía que hablar con él.
- No mames, chocaste el auto -dijo riéndose.
- Shhh, baja la voz.
- Lo siento -dijo él con sarcasmo- No lo puedo creer, no qué sabías manejar?
- Fue un pequeño error, solo éso -respondí.
- Hiciste mierda la parte de enfrente, que pequeño error -no paraba de reírse.
- No me molestes -dije enfadado- Hablaste con Eli? -pregunté, por arte de magia se puso serio y soltó un suspiro.
- Me dijo que no quería irse -hizo una pausa- Que le hubiéramos avisado desde antes.
- Luego hablaré con ella...
- Voy a tener que irme -interrumpió él.
Me detuve un momento a reflexionar, luego dije:
- Aún no se acaba el día, veré qué puedo hacer-y me alejé de ahí.
Quería darle esperanza, quería que supiera que haría lo que fuera por mi amigo.... no me perdonaría si no lo intentara. Mientras, tenía que ver cómo ir por sus cosas por sí pasaba lo peor.

No pude ir en la noche por la cantidad de gente que seguía afuera, entonces tuve que esperar toda la noche para poder ir por ellas, no pude dormir en ningún momento.
Me levanté apenas salió el sol para ir al baño, saqué mi reloj...

11-02-2028. 8:22am

... lo guardé, en los pasillos me tope con otros chicos que se levantaron por lo mismo.
- Buenos días -saludo una de las hermanas.
- Buenos días -respondí.
Por fin llegué al baño, pero antes de entrar en él ví que la puerta principal estaba abierta. Decidí que me aguantaría las ganas de mear para aprovechar la oportunidad que se me había presentado. Por suerte las bolsas seguían en dónde mismo, observé hacía todos lados en busca de algún fisgón. Nada. Las tomé y las lleve dentro; no me detuve hasta llegar a mi cuarto, ni siquiera en el baño.
Mis compañeros de habitación seguían dormidos, no había de que preocuparse.
Hoy se iba Gustavo con su "nueva familia", tenía que hablar con la hermana Alicia para ver si podía evitar que mi amigo se fuera para siempre.
Dejé mis cosas bajo la cama y me encaminé al cuarto de Gus, cuando llegué ví que seguía dormido, no quería despertarlo así que dejé sus cosas a un lado de su almohada.

Unos minutos más tarde estaba fuera de la cocina junto a la puerta, esperé a que saliera la hermana Alicia, sabía que ella estaría ahí ayudando con el desayuno de hoy.
Esperé.... y esperé.... y seguí esperando hasta que salió sin notar mi presencia. Camine detrás de ella pero seguía sin verme, me harté y le toqué el hombro suavemente.
Se dió la vuelta.
- Ah hola, buenos días Luis.
- Buenos días hermana, quería decirle....
- Luis -me interrumpió y luego suspiro- Ya hemos hablado de ésto, Gustavo.... se irá. La pareja es muy agradable y ya tienen hijos, así que él tendrá a alguien para hablar y socializar, no estará solo.
- Son más niños explotados, acaso no lo ve?, Gus será uno más si deja que se lo lleven.
- Oye, alguien fue a investigar cómo están las cosas en su hogar y está todo en orden; así que, no tienes porque preocuparte -se detuvo un momento, como buscando las palabras adecuadas para continuar- Sé que se han hecho muy amigos en el tiempo que han pasado aquí con nosotros, pero ahora... él tiene la oportunidad de tener una familia que lo va ha querer. Sé que será difícil para tí despedirte pero... podrías hacer éso por mí? -lo dijo con una media sonrisa y una mirada triste, compasiva.
Nunca olvidaré esa mirada.
Después de pensarlo por un momento dije que lo haría sin estar convencido de éso. Ella se giró y siguió su camino dejándome ahí, parado, sin saber que debía hacer a continuación.

11-02-2028. 9:39am

Con mi reloj en la mano ví como Gus estaba guardando sus cosas en una pequeña maleta, ésa maleta siempre se la daban a alguien que había sido adoptado. Uno de sus compañeros de cuarto se despidió sin darle mucha importancia y salió de ahí, lo ví pasar mientras me armaba de valor para entrar. Tenía que asimilar que todo lo que había hecho, todo lo que había planeado no sirvió para nada y que me encontraba en la situación que no quería que sucediera; debía despedirme de mi mejor amigo.
Le dí tantas vueltas al asunto para que éso no sucediera, pero no encontré una solución. Gus se iba y no había algo más que pudiera hacer.
Por fin me armé de valor y decidí entrar.
La ventana estaba abierta, por ella entraban los rayos del sol y el viento frío de la mañana, había dos camas destendidas y otra con un ocupante aún durmiendo, todo lo demás dentro del cuarto estaba bien ordenado, los muebles e incluso los zapatos en el suelo.
Él acabo de empacar, el ruido del cierre se escuchó fuerte y claro, después coloco la maleta en el suelo, al hacerlo vió que estaba parado en el marco de la puerta y soltó un suspiro.
Mi cara lo decía todo.
- Supongo que ya no queda nada por hacer, no? -dijo desanimado.
- Lo siento, yo...
- No te preocupes -interrumpió- Ambos sabíamos que podía pasar -cambio su postura y sonrió un poco- Nos la pasamos bien.
- Si....., estuvo muy bien.
- Aún no puedo creer que hayas chocado el carro -dijo riéndose un poco, pronto se convirtió en una carcajada fuerte y contagiosa, no pude evitar hacer lo mismo. Nos reímos hasta que nos dolió la panza y tuvimos que recuperar el aire, cuando todo volvió a la normalidad se hizo un silencio entre ambos.
Por un momento se había olvidado la situación y lo agradecía.
- Te voy a extrañar -dije un momento después, en tono serio- Adiós, amigo -le tendí la mano, él la estrecho y asintió.
- Te veré otra vez?
- Cuenta con ello -le respondí, soltó mi mano y enseguida tomó la maleta junto a él.
- Me dijeron que tenía que estar en la puerta a las diez, así que....
- Claro -lo dejé pasar (seguía estorbando en la puerta)- Cuídate.
- Adiós -dijo él y se marchó.
Después salí de ahí en otra dirección, de pronto me imaginé reencontrándome con él, después de muchos años o algo parecido. No me imaginaba que sería más pronto de lo que pensaba.

Almorcé y después tuvimos algunas clases, aún con tanta gente a mi alrededor me sentía solo, algo me hacía falta.
Cada que pasaba algo interesante o gracioso giraba inconsciente hacia mis lados para comentar algo, pero ya no tenía a quien contarle mis observaciones o mis chistes, éso me desanimaba.
En un momento del día estuve en una clase en la que nos estaban hablando del libro de Job; un tipo con buena casa y una hermosa familia por lo que entendí, en resumen, Dios le da permiso al diablo de hacer con él lo que quiera. Mata a sus hijos y le da una enfermedad en la piel común en esa época, solo para probar que Job era tan devoto a Dios que jamás le reclamaría nada sin importar lo que le pasara. Pobre sujeto.
Mire el reloj colgado en la pared...

11:32am

Estuve inmerso en mis pensamientos hasta que ya no aguanté más.
- Puedo ir al baño? -pregunté, lo único que quería era salir de ahí.
- Ve rápido -contestó irritada la hermana que daba la clase. La interrupción no le agrado para nada. Salí en enseguida, solo que no fuí directo a los baños, sino que anduve por los pasillos con pasos lentos, intentando distraerme.
Terminé en el comedor, volteé a todos lados para ver quién estaba, solo había un grupito de niñas hablando y riéndose en una de las mesas del centro. Al ver ése grupito detalladamente me percaté de que Eli estaba ahí, hablando tan tranquila, como si nada hubiera pasado.
Eso me molestó.
Caminé directo hasta ellas, las demás chicas no me vieron llegar pero éso no importó. Solo quedó Eli, sentada, escribiendo algo sobre su cuaderno. Alzó la vista y me vió ahí parado frente a ella.
- Hola, qué pasó? -dijo ella.
- Qué sucede contigo? -pregunté, el tono era agresivo y eso hizo que Elizabeth se espantara por un momento.
- A que te refieres? -preguntó con el ceño fruncido.
- Ayer fué Gus a verte, porqué no empacaste tus cosas como te dijo? -estaba tan molesto que llegué a trabarme en algunas palabras- Ahora él se fué y no pude hacer nada, todo por tú culpa! -mi voz resonó en el vacío comedor.
Cuando terminé, la expresión de Eli fue cambiando, primero estaba sorprendida, luego su mirada se torno seria y por último explotó completamente contra mí.
- Talvez me hubiera ido con ustedes si tú, maldito estúpido! Me hubieras dicho con más tiempo que se irían de aquí!! Tengo una vida por sí no lo sabías, idiota! -en ese momento me hice un poco hacia atrás y saqué mi reloj, lo sostuve con fuerza- Además, a quién mierda se le ocurre éso?, cuál era tú plan?, salir caminando como sí nada? -se acomodo un poco en su asiento, parecía que se había relajado un poco- No me podía ir así como así, tengo amigos y...
Se interrumpió al escuchar los gritos de unos chicos que entraban corriendo y del otro lado la hermana Alicia llegó diciendo:
- Que creen que hacen? Aquí no se puede correr.
El ambiente cambio de inmediato, el suelo temblaba y todo estaba en completo silencio, pero más allá de las paredes se escuchaba algo.
- Qué es éso? -preguntó Eli, yo seguía prestando atención al ruido de afuera.
De repente, algo cayó del otro lado de la pared con un fuerte estallido, haciendo que volarán ladrillos y escombros por el pasillo.
- Abajo de la mesa, rápido!! -grité.
Corrí al sentir que todo se venía abajo seguido de más explosiones. Salté entre el espacio de la mesa y la banca para cubrirme también, pero antes de caer al suelo me golpeé la cabeza y todo se torno oscuro.