- Pudimos haber llegado unos días antes a la base; el centro fué de los primeros lugares en los que fueron a buscar sobrevivientes...
- Pero nos quedamos ha ayudar, buscando a más gente enterrada en los escombros -completó Raúl. Se había unido a nosotros cuando José empezó a relatar su historia.
- Cómo los tres no resultamos heridos fuimos de mucha ayuda -concluyó José.
- Siento lo de su amigo -les dijo Elizabeth, dirigiéndose a ambos chicos.
- Bueno...., cómo dijo Raúl, no hay que quedarse clavado en el pasado. Ya hay suficiente por lo qué preocuparse por ahora.
- No sabía que también fueras de Tijuana -le dije.
- No soy de ahí. Vivía en Puebla pero nos mudamos a Tijuana hace unos... cinco años más o menos -aclaró él.
- Oye, si pudiste comunicarte con tus papás? -le preguntó Raúl.
- Sí -respondió José- Alcancé a llamar a mí mamá antes de que se le acabara la pila a mí teléfono. Me dijo que ya estaba en México. La obligaron a irse junto con un grupo. Quería esperarme pero ya no se pudo.
- Y tú papá?
- No lo logró -dijo él, sin reacción alguna- Solo me queda mí madre.
- La verás de nuevo amigo, me aseguraré de éso -Raúl y él chocaron los puños.
- Gracias.
- Nunca pudimos ir al centro cuando vivíamos allá -mencionó Eli, nostálgica- Que se podía hacer allá?
- Pues..., podías ir a comprar cosas, como ropa y así. También había muchos antros, lugares para ir a tomar y bailar -José, como si acabara de acordarse, le tomó a su cerveza- Se podía ir a hacer muchas cosas.
- También podías ir y abandonar a hijos no deseados -añadí con sarcasmo.Un instante después estuve fuera del agua. Cuando intenté salir de la alberca me había raspado la rodilla y ya me comenzaba a arder. Caminé al montón de ropa que había dejado y metí la mano en el bolsillo del pantalón. Quería ver la hora.
17-02-2028. 12:07am
Ya estaba cansado de tanto nadar de un lado para otro; quería irme a dormir.
No había traído una maldita toalla, así que tuve que irme en calzones hasta el cuarto, mojado y temblando como un perro. El frío exterior era más fuerte de lo que era antes de meterme por alguna razón. Dando pasos largos y con el montón de ropa cubriendo mis miserias no tardé mucho en llegar.
Aproveché para darme una ducha antes de acostarme; por suerte había agua caliente. Al salir me sentí como nuevo, con cierto alivio que recorrió mi cuerpo.
Las toallas para mí sorpresa eran bastante suaves, «no se comparan con las que usábamos en el orfanato» pensé y volvieron esas imágenes.
Las alejé mientras me secaba con una de ellas y al terminar enrollé una de las toallas alrededor de mí cintura para ir a buscar un calzón y un par de calcetas, pero no hallé nada. El lugar estaba vacío.
No tuve más opción que ponerme el pantalón sin nada abajo e ir descalzo por la habitación (no quería ponerme los mismos calcetines). Tomé los calzones que me había quitado, abrí la ventana y los puse ahí para que se secaran.
Era lo último que tenía que hacer así que ya podía dormirme para descansar.
Mientras quitaba la colcha para acostarme, mi estómago se quejó conmigo por no haber comido en toda la tarde.
Ahora tenía otra última cosa que hacer.
Me acerqué a la mochila para tomar una de las latas pero enseguida me retracté, «tal vez no debería acabarme mis provisiones» pensé, «debería ir a ver qué fué lo que encontraron los chicos en la cocina».
Salí del cuarto y caminé hacia donde creía a ver visto la cocina, o a lo mejor tenía que buscar en el comedor? Antes de decidirme José me llamó desde la recepción.
- Luis? Ven.
Fué extraño que me llamara por mí nombre. Si la memoria no me fallaba ésa sería la primera vez que lo hacía.
- Que pasó? -pregunté estando más cerca.
- Tienes boxers? -preguntó él.
- A qué viene la pregunta?
- Tienes sí o no?
- No, por qué? Querías unos?
- No. Pregunto por si tú querías unos -levantó su mochila, que no había visto hasta ese momento y metió la mano- Ten -me dijo y me aventó unos boxers color azul marino. Los atrapé en el aire.
- Ah..., no sé si deba....
- No te preocupes, son nuevos. Los tomé de una tienda cuando estábamos en el centro, también tengo calcetines por si ocupas.
- Me harías un gran favor.
Sin decir más, me aventó un par de ellas.
- Gracias -le dije.
- No hay de que.
Cuando nos quedamos en silencio recordé él como me había comportado antes y le dije:
- No me he disculpado contigo por lo hace rato.
Levantó la mirada de su mochila y la fijó en mí, después la desvío a otro parte.
- Ya lo olvidé, y te recomiendo que hagas lo mismo. Sé lo que se siente y es una distracción. Aa.. a..ach -estornudó.
- Salud.
- Gracias. Ojalá que no me enferme.
- Quería preguntarte, que encontraron aquí para comer?
- Casi nada. La mayoría tiene que ser cocinado para poder comerlo... pero hay galletas, leche y.... duraznos en almíbar.
- Dónde?
- Allá -señaló con el dedo el escritorio de recepción- Los dejamos ahí para que estuvieran más cerca a la salida.
- Que hacen? -preguntó Eli apareciendo por el pasillo (noté de inmediato que ya no tenía la venda en su brazo).
- Hablábamos -respondí- Y también vine a buscar algo para comer.
- Bueno.
- Ya se durmieron los niños? -quiso saber José. Me sorprendió que preguntara.
- Ya -le contestó ella, luego se dirigió a mí nuevamente- Solo vine para ver cómo estabas.
- Estoy mejor, pero enserio necesito comer algo.
Fuí hasta el escritorio y tomé una lata de duraznos, la abrí y tomé un poco de ése líquido dulce.
- Delicioso -murmuré mientras lo hacía- Y tú cómo estás? -miré su brazo- Estás mejor?
- Si, ya no me duele. Solo es costra lo que queda.
- Quitátela.
- Ni que fuera tú.
Me reí y seguí comiendo.
- Bueno -continuó ella- Entonces ya me voy a dormir. Hasta mañana.
- Buenas noches -respondí.
Cuando se fué, José me dijo:
- Mañana nos vamos después de desayunar.
- Claro.
- También ya me voy, adiós.
Y se fué hacía quien sabe dónde.Los boxers estaban algo grandes, pero se agradecía tener puestos unos limpios, al igual que los calcetines. Por fin llegó la hora de irse a dormir. Me fue sencillo quedar noqueado luego de ésa noche tan increíble. Elizabeth tenía razón, dormí mejor luego de ir con los demás.
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Sin excepciones
ActionLuego de que dos hermanos resultaran afectados como daño colateral en un atentado ocurrido en la frontera, se ven ayudados por un grupo de búsqueda y rescate que los lleva a una zona segura. Un lugar en donde se dan cuenta que su viaje apenas está c...