Agotante | Harry Potter x Stranger Things | Draco Malfoy y Tú [TERMINADA]

•Eighteen•

•MUCH MUCH. IN THIS WORLD, IN THE UPSIDE DOWN... IN ANY•

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—Tras volver a Hogwarts, la pelinegra estaba más tranquila y se había unido mucho más a sus dos amigos. Aunque llegó algo más tarde al grupo, y se había negado a hablarles, formaron un bonito trío de amigos—.

—Los tres chicos caminaban con libros en la mano por los terrenos—.

—¿Vuestra transformación de rana os sale bien? —se interesó la rubia—.

—A mi si. ¿Y a ti Jenn? —contestó Nott—.

—Bueno... si, a medias... —contestó algo distraída, en realidad no sabía muy bien lo que le estaban preguntando, pues le desconcentraba que la gente los mirara. Alrededor de ellos, se habían creado bastantes rumores acerca de los tres Slytherins, pero una cosa estaba clara, habían vivido una aventura. En sus manos tenían noticias sobre lo ocurrido en Hawkins, o más o menos lo ocurrido. Explicando, por encima, (pues habían llegado a un acuerdo de discreción sobre lo que ocurría realmente en aquel lugar a cambio de que les permitieran entrar a por el chico), ciertas sospechas. Obviamente, había llamado la atención la situación, y los medios, informaban sobre sospechas, como que ese lugar no era lo que parecía y que sabían acerca de la desaparición del chico. No estaban muy en lo equivocado, al fin de cuentas... (Los únicos que sabían la verdad en Hogwarts, eran Dumbledore y McGonagall ).

También estaban los nombres, del grupo de niños y adultos, contando que habían estado muy involucrados y habían ayudado a William Byers a salir con vida del lugar (no identificado), en donde se encontraba. Y que, la pelinegra, fue vista junto con la madre de la víctima y el oficial de policía, llevando el cuerpo, medio cadavérico, al hospital, los cuatro, bastante sucios y heridos, añadiendo una foto, fuera del colegio, una vez los cuerpos de los policías llegaron a supervisar el lugar y alertar a los ciudadanos, sellando la zona con las típicas cintas, acompañados de ambulancias—.

Añadiendo también, que los científicos habían muerto por causas desconocidas en la escuela, un viernes por la noche, estando ellos presentes.

No pasaban por alto, por supuesto, que el niño había sido encontrado, cuando anteriormente, había aparecido muerto, ahogado en el lago.

Pero no solo ellos sufrían las preguntas y miradas de todo Hogwarts, (pues los estudiantes, evidentemente, sabían que habían estado metidos en algo muy turbio de Indiana, EEUU, y no había sido nada pequeño, habiendo leído los números de muertes del laboratorio ), sinó que también estaban sufriendo los demás niños de Estados Unidos. Jenna se entristeció cuando Will le contó que se metían con él y lo insultaban, pegándole en la taquilla continuamente y llamándolo, "El niño Zombie"

Él castaño levantó su mentón para que lo mirara y acarició su mejilla, donde todavía tenía una cicatriz, producto de lo que habían vivido, con una tirita blanca.

—Sólo ignóralos. —murmuró—.

—Siento que sobro. —bromeó Daphne, ambos la miraron y comenzaron a andar de nuevo—.

—Cuidado con lo que sugieres Greengass. —advirtió mirando al frente—.

—Claro, se me olvidaba que te gusta Will. —se burló su amigo—.

—¿Byers? No, para nada. —negó con una mueca—. —Es solo mi amigo.

—¿Y quien te gusta? —preguntaron con curiosidad al unísono—.

—¿Por qué me tiene que gustar alguien? Tengo once años! —dijo con una mueca—.

—¡Cierto! Cuando es tu cumpleaños? —preguntó el niño—.

—El dos de agosto. —contestó—. —¿Y el vuestro?

—24 de febrero. —contestó la rubia—.

—El mío es el 4 de marzo. —dijo Theo—.

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—Los días pasaban—.

—Will, ten paciencia con ellos. Han sufrido mucho! Están preocupados! —defendió la pelinegra—.

—¿¡Enserio no me entiendes?! —dijo algo devocional a través del espejo—.

—Por supuesto que te entiendo, y sé que te molesta y te frustra que te traten así, que te traten diferente pero...

—¡Es que no puedo ni ir al baño solo! Ya no puedo quedar con los chicos sin que venga mi hermano, y de bici ni hablar! Coche, coche y coche! —se quejó frustrado—.

—Venga, dales tiempo...Están asustados y preocupados. No te preocupes. Todo volverá a su lugar. —le tranquilizó. Hubo un silencio—.

—Jenn...

—¿Si? —preguntó—.

—Te quiero mucho. ¿Lo sabías no?

—...Si, yo también te quiero mucho Will.

—¿Mucho? —preguntó divertido—.

—Mucho mucho. En este mundo, en el del revés... en cualquiera. —aseguró con unas tremendas ganas de abrazarlo—.

—Gracias Jenn.

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