Agotante | Harry Potter x Stranger Things | Draco Malfoy y Tú [TERMINADA]

•One•

•I THINK WE SHOULD GO GET SOME HEELS•
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Una Jenna unos palmos más alta que el anterior año, se encontraba sentada en el sofá, leyendo un libro.

Últimamente pasaba mucho tiempo con Nancy y Jonhatan, más que con los chicos. Pues, la chica eran lo que necesitaba en estos momentos en los que estaba entrando en la preadolescencia.

Ya le había bajado el periodo. Afortunadamente, no le solía doler mucho. Pero si que se ponía bastante sensible a todo y montaba dramas por todo cuando estaba sola.

Su busto ya estaba bastante crecido. De echo, le empezó a crecer a mediados del curso anterior. Pero ahora, era más notable, de manera que podía comenzar a usar casi todo tipo de ropa, por que le quedaba bien y comenzaba a necesitar consejos femeninos. Y con Nancy, sorpresivamente, tenía mas confianza que con su madre con el tema de desarrollo y cosas íntimas, como por ejemplo, la ropa interior.

También pasaban buenos momentos en la casa de Mike. Pues, la mayor le enseñaba a maquillarse y le daba sus aretes.

En el sótano, los niños se miraban entre ellos, algo celosos por las risas provenientes del piso de arriba. Y las pequeñas discusiones y celos entre Mike y Nancy comenzaban a ser abundantes en la casa.

En ese momento, la pelinegra se encontraba sola. A veces, estaba algo inquieta con eso, debido a los pasados sucesos y a las, afortunadamente, cada vez menos repetidas pesadillas que tenía por las noches. Pero simplemente pasaba las páginas. El teléfono sonó, haciéndola sobresaltar un poco.

Resoplando, dejó el libro a un lado y se levantó para contestar.

Cuando llegó se lo puso en la oreja.

—¿Si? —preguntó deseando volver ya a la lectura—.

—¿Vamos a comprar ropa? —preguntó una voz emocionada. Jenna tocó la cuerda de comunicación, con rostro confuso—.

—¿Nans? —preguntó sonriente—.

—La misma. Venga, arréglate y vamos. Ahora salgo de casa de Jonhatan.

—Pero...

—Sin peros. ¿Necesitas ropa nueva no? Pues venga. A renovar. —dijo colgándola. Jenna se quedó un rato con el teléfono en la mano, y volvió al sofá para agarrar el libro y subir de nuevo a su habitación, para arreglarse.

¿Ropa nueva? Está de coña? Van casi cada día...

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Unos cuarenta minutos después, Jonhatan y Nancy la esperaban en el coche, fuera de casa. Ella los saludó sonriente y se subió al vehículo.

El chico las dejó en la puerta y ellas entraron al nuevo centro comercial.

—¿Mola eh? —preguntó la castaña. Jenna asintió sonriente—.

—Si, mola.

(...)

Pasaron una bonita tarde. Se probaron y compraron ropa, joyas, y maquillaje.

Pasaron frente a un escaparate. Nancy se paró, de nuevo.

Jenna, sabiendo que se quedaría un buen rato convenciéndola para que entrara, y no había esperanza de detener a la recientemente adulta, dejó las bolsas en el suelo y suspiró—.

—Entramos?! —preguntó sin dejar de observar un bonito vestido. Jenna se encogió de brazos—.

—Vale. —aceptó. Nancy la arrastró hasta el interior del local.

Comenzaron a probarse ropa, joyas y accesorios, pasando un bonito rato entre risas.

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—Creo que deberíamos ir a por unos tacones. —opinó pensativa Nancy. Ambas caminaban con un granizado en la mano—.

—¿Para qué? —preguntó la pelinegra removiendo el hielo con la cañita de beber—.

—Para ir esta noche a bailar. —respondió ella bebiendo. Jenna se mostró extrañada—.

—¿No me vas a dejar descansar no? —preguntó con una sonrisa divertida. Ella negó y se agarró al brazo de la menor—.

—Por cierto, ¿como vas con Will? —curioseó la castaña. Jenna se sonrojó un poco y negó—.

—Amigos. —repitió por quinta vez en dos semanas—.

—Pero... es que no lo entiendo. —dijo algo frustrada—. —Jonhatan dice que...

—Mira Nans, no queremos estar juntos por que yo me voy a otro país a estudiar. ¿Recuerdas? —reveló—.

—Si, recuerdo. Pero... podríais estar ahora aquí, en vez de... no sé. Tampoco perderíais nada...

—Nancy, ¿Will es uno de mis mejores amigos si? Fue algo de un momento. Los dos estábamos... fue un beso de amigos. ¿Vale?

—Los amigos no se besan. —reprochó—.

—Solo fue una vez. Beso de amigos, punto final. No nos gustamos de esa manera y no queremos estar juntos. Yo solo lo quiero como a un amigo. O como... un hermano. ¿Entiendes? Ya hemos hablado de esto. No nos queremos de esa forma. —explicó—.

—Bien... —dijo rendida—. —Está bien. Como digas. —se resignó—. —Pero ahora... —sonrió pícara, agarrando su brazo—. —Mira que bonitos! —Y la llevó a una tienda de zapatos donde yacían hermosos tacones, demasiado incómodos y que Jenna no pensaba ponerse.

Rodó los ojos con una sonrisa entre cansada y divertida.

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