Agotante | Harry Potter x Stranger Things | Draco Malfoy y Tú [TERMINADA]

•Twenty-two•

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•¡GINNY! •
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"It's the end of Hogwarts"

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A primera hora de la mañana, en transformaciones, sucedió algo que por primera vez en varias semanas les hizo olvidar la Cámara de los Secretos. A los diez minutos de empezada la clase, la profesora McGonagall les dijo que los exámenes comenzarían el 1 de junio, y sólo faltaba una semana.

—¿Exámenes? — se quejó Seamus Finnegan—.
—¿Vamos a tener exámenes a pesar de todo?!

Jenna se preocupó. Con todo lo que había pasado, no había estudiado mucho.

—Creo que sería un alivio para ti saber, que nadie a estudiado. —le susurró Theo como si hubiera podido leerle el pensamiento. Jenna lo miró sorprendida de lo mucho que la conocía—.

Sonó un fuerte golpe por detrás del aula . A Neville Longbottom se le había caído la varita mágica, haciendo desaparecer una de las patas del pupitre.

La profesora McGonagall volvió a aparecerla con un movimiento de varita, y se volvió hacia Seamus con el entrecejo fruncido.

—El único propósito de mantener el colegio en funcionamiento en estas circunstancias es el de darles una educación —contestó con severidad—.
—Los exámenes, por lo tanto, tendrán lugar como de costumbre, y confío en que están todos estudiando y esforzándose.

Se oyeron murmullos de disconformidad en toda el aula, lo que provocó que la profesora McGonagall frunciera el entrecejo aún más.

—Las instrucciones del profesor Dumbledore fueron que el colegio prosiguiera su marcha con toda la normalidad posible —aclaró seriamente—. —Y eso, no necesito explicarlo, incluye comprobar cuanto han aprendido este curso.

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—Pareces una de las petrificadas. —bromeó Theo sentándose a su lado en una mesa de la sala común al verla que ni siquiera parpadeaba estudiando—.

—Venga, en una semana te da tiempo a estudiar un examen. —bufó. Jenna lo miró con rabia. El niño se echó un poco hacia atrás, algo intimidado por los oscuros ojos de su mejor amiga—.

—Uno sí. Pero todos los finales no. —dijo con severidad que al castaño le recordó perteneciente a McGonagall.

—Ven, te ayudo. —se acercó arrastrando de nuevo la silla—. —¿Preguntaré si? —propuso recibiendo un asentimiento por parte de la pelinegra—.

—Vemos. —dijo agarrando sus resúmenes. Ambos se sonrieron—.

—¿Qué? —preguntó el niño—.

—Que te quiero. —contestó besando sonriente su mejilla. Él besó de vuelta la suya y la abrazó por la cintura ocultando su rostro en el hombro de la niña. Ambo se apegaron mirándose con cariño—.

—Bien, empezamos. —dijo risueño agarrando su mano—. —¿Qué ingrediente no se usa en una solución de encogimiento?

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