•Three•

76 24 0
                                    


•QUIDDITCH WORL CUP•
_______

Tocó tierra con los pies, antes de perder el equilibrio y caer al suelo junto a los demás, Ginny cayó a su lado con un pequeño grito, al igual que Hermione

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tocó tierra con los pies, antes de perder el equilibrio y caer al suelo junto a los demás, Ginny cayó a su lado con un pequeño grito, al igual que Hermione. Al mirar hacia arriba, puedo ver como los dos adultos y Cedric Diggory aterrizaban elegantemente en el suelo, con felicidad. Jenna soltó un quejido de indignación al verlos. Cedric se acercó a ella, sonriéndole amablemente. Le tendió la mano. Jenna lo miró mal.

—Puedo sola, gracias. —rechazó poniéndose en pie y alejándose—.

—Desde la colina de Stoatshead a las cinco y siete —anunció una voz—.

Habían llegado a lo que, a través de la niebla, parecía un páramo. Delante de ellos había un par de magos cansados y de aspecto malhumorado. Uno de ellos sujetaba un reloj grande de oro. El otro, un grueso rollo de pergamino y una pluma de ganso.

—Buenos días, Basil —saludó el señor Weasley, cogiendo la bota y entregándosela en mano al mago de la falda, que la echó a una caja grande de trasladores usados que tenía a su lado—.

—Hola, Arthur —respondió Basil con voz cansina—. —Has librado hoy, ¿eh? Qué bien viven algunos... Nosotros llevamos aquí toda la noche... Será mejor que salgan de ahí. Hay un grupo muy numeroso que llega a las cinco y quince del Bosque Negro. Esperad... voy a buscar dónde estáis... Weasley... Weasley... —Consultó la lista del pergamino—.  —Está a unos cuatrocientos metros en aquella dirección. Es el primer prado al que llegan. El que está a cargo del campamento se llama Roberts. —ahora se dirigió a Amos—. —Diggory... segundo prado... Pregunta por el señor Payne.

—Gracias, Basil —agradeció el señor Weasley haciéndoles a los demás una seña para que lo siguieran. Se encaminaron por el páramo desierto, incapaces de ver gran cosa a través de la niebla. Después de unos veinte minutos encontraron una casita de piedra junto a una verja. Se despidieron de los Diggory y se encaminaron a la puerta de la casita. Había un hombre en la entrada, observando las tiendas. Nada más verlo, reconocieron que era un muggle, probablemente el único que había por allí. Al oír sus pasos se volvió para mirarlos.

—¡Buenos días! —saludó alegremente el señor Weasley—. 

—Buenos días —respondió el muggle—.

—¿Es usted el señor Roberts?

—Sí, lo soy. ¿Quiénes son ustedes?

—Los Weasley... Tenemos reservadas dos tiendas desde hace un par de días, según creo.

—Sí —dijo el trabajador, consultando una lista que tenía clavada a la puerta con tachuelas—. —
Tienen una parcela allí arriba, al lado del bosque. ¿Sólo una noche?

Agotante | Harry Potter x Stranger Things | Draco Malfoy y Tú [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora