Agotante | Harry Potter x Stranger Things | Draco Malfoy y Tú [TERMINADA]

•Four•

•QUIDDICH WORLD CUP |2|•
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Ginny y Jenna estaban en su dormitorio, sentadas en el suelo, con el torso recostado sobre las literas, hablando sobre cualquier tema que se les pasara por la cabeza, cuando se oyó el sonido profundo y retumbante de un gong al otro lado del bosque. Hermione y Daphne se habían ido hace unos minutos, después de haberse preparado. Ya vestidas y arregladas, se levantaron, dispuestas a salir.

Una vez lo hicieron, pudieron contemplar a la gente, que se encaminaba colina arriba entre los árboles, guiados por unos faroles rojos y verdes, marcando el camino al estadio.

—¡Ya es la hora! —anunció el señor Weasley, tan impaciente como los demás—. —¡Vamos!

Caminaron por el bosque hablando y comentando, hasta que al salir por el otro lado se hallaron a la sombra de un estadio colosal.

—Hay asientos para cien mil personas —explicó el señor Weasley.— — Quinientos funcionarios han estado trabajando durante todo el año para levantarlo. Cada centímetro del edificio tiene un repelente mágico de muggles. Cada vez que los muggles se acercan hasta aquí, recuerdan de repente que tenían una cita en otro lugar y salen pitando... Dios los bendiga! —añadió en tono cariñoso, encaminándose delante de los demás hacia la entrada más cercana, que ya estaba rodeada de un enjambre de bulliciosos magos y brujas—.

—¡Asientos de primera! —dijo la bruja del
Ministerio apostada ante la puerta, al comprobar sus entradas—. —¡Tribuna principal! Todo recto escaleras arriba, Arthur, arriba de todo.

—¿Arriba del todo? —preguntó escandalizado Ron levantando la vista hacia las gradas más elevadas. Los demás lo imitaron—.

—Vamos. —dijo Arthur encaminándolos. Subieron con la multitud, que poco a poco iba entrando por las puertas que daban a las tribunas que había a derecha e izquierda. El grupo del señor Weasley siguió subiendo hasta llegar al final de la escalera y se encontró en una pequeña tribuna ubicada en la parte más elevada del
estadio, justo a mitad de camino entre los dorados postes de gol. Contenía unas veinte butacas de color rojo y dorado, repartidas en dos filas.

Tomaron asiento en las filas de adelante. Realmente habían unas impresionantes vistas al estadio.

Cien mil magos y brujas ocupaban sus asientos en las gradas dispuestas en torno al largo campo oval. Todo estaba envuelto en una misteriosa luz dorada que parecía provenir del mismo estadio. Desde aquella elevada posición, el campo parecía forrado de terciopelo.

Mientras Harry hablaba con Winky, la elfina doméstica del señor Crouch, pues esta, le estaba guardando asiento, Ron al lado de Jenna, miraba por sus omniculares.

—¡Sensacional! —exclamó el pelirrojo,  girando el botón de retroceso que tenía a un lado—. —Puedo hacer que aquel viejo se vuelva a meter el dedo en la nariz una vez... Y otra... y otra...

—¡A ver! —chilló Jenna. Ron le mostró. Ambos reían como retrasados—.

Hermione, mientras tanto, al otro lado de la chica, leía con interés su programa forrado de terciopelo y adornado con borlas.

Unos asientos más a la derecha, Theo y Daphne comentaban alegremente unos folletos que al parecer se habían comprado, donde había información de todos los jugadores.

—Antes de que empiece el partido habrá una exhibición de las mascotas de los equipos — leyó
en voz alta volviendo a traer a tierra a la pelinegra—.

—Eso siempre es digno de ver —dijo el señor
Weasley—. —Las selecciones nacionales traen
criaturas de su tierra para que hagan una pequeña exhibición.