Agotante | Harry Potter x Stranger Things | Draco Malfoy y Tú [TERMINADA]

•Eighteen•

•DISAPPOINTMENT•
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Pero quien no arriesga, no gana...

Sin embargo, la mañana comenzó tan mal, que parecía que ni iba a arriesgar ni iba a ganar. Cuando despertó, se dio cuenta de que le había bajado la regla. Había manchado todas las sábanas.

—El universo te está dando una señal. —se burló Daphne, ayudándola a cambiar las sábanas. Había sido totalmente desagradable, se había despertado muy pronto por la sensación, y había ahogado un grito, despertando a su amiga, quien le dijo que no se moviera y se apresuró a agarrar un trapo.

—Cállate. —pidió con una sonrisa, toda sudada. Se encontraba fatal.

Mientras la pobre Daphne limpiaba con el trapo, ella se fue a cambiar de pantalones y ropa interior. Todo chorreando...

Tratando de ser positiva, o tal vez evitando ir a la torre de astronomía para tirase hacia abajo, se aseó y cambió, para luego limpiar el suelo del baño. Miró con un suspiro. Hasta el mango de la puerta estaba manchado.

Una vez ya todo limpio, salió. Ambas quitaron las sábanas y las pusieron para lavar.

—Venga anda, que son cosas que pasan... —la animó Daphne codeándola. Ella asintió con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa de agradecimiento.

Cuando todo estuvo limpio y cambiado, ya con unos nuevos pantalones y un dolor de barriga impresionante, se sentó en la cama, y agarró el espejo de sus padres, para decirles que básicamente les iba a dejar tirados.

—No me puedo creer que prefieras quedarte e ir al baile con ese capullo antes que ver a tu hermano y amigos.

—No me lo eches más en cara Daphne, ya me siento bastante mal como para que sigas dándole al tema. —su amiga levantó los brazos, en señal de bendición mientras ella esperaba pacientemente.

La reacción pudo haber sido peor. A Steve le pareció bien, su padre, aunque apenado, le dijo que no pasaba nada y su madre reaccionó algo menos bien. Comenzó a recriminarle que nunca estaba en casa.

"No me importa que te vayas a estudiar, sabes que nunca te digo nada. Pero ya ni si quiera vienes para navidad. Después de tu segundo año comenzaste a dejar de venir. Y en verano apenas pasas tiempo con nosotros. Siempre estás por ahí con tus amigos. Haz lo que quieras Jennifer, pero no nos hagas preparar todo para tu vuelta y suspender a horas de llegar"  —dijo.

—¿Te llamas Jennifer? —preguntó extrañada Daphne, guardando el espejo una vez su madre dejó de hablar. No había gritado, ni levantado el tono de voz. Pero la forma en la que lo había dicho todo, decepcionada, había sido horrible.

—Pues claro, ¿de dónde crees que viene mi nombre?

Daphne se encogió de hombros.

—Venga, levanta el culo. —sonrió agarrando su mano. Jenna hizo esfuerzo en volver a caer a sobre la cama, siendo recogida de nuevo por su amiga. Se agachó y agarró una aspirina, para los dolores y el mal estar mientras Daphne agarraba un vaso y conjuraba un aguamenti.

Las cosas no se quedaron así. A parte del sufrimiento y los cólicos que tenía, y de lo mal que había acabado con sus padres, tuvo que soportar los gritos de Theo a las diez y media de la mañana en el lago.