Agotante | Harry Potter x Stranger Things | Draco Malfoy y Tú [TERMINADA]

Twenty-nine

•STARTS!•
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—Perdón, me está costando mucho trabajo entender esto. —dijo Jonathan, inquieto. Los cuatro estaban sentados en el sofá, ansiosos, con lo oficiales enfrente—. —¿Exactamente que está pasando en Hawkins. Qué cosa está matando?

—Eso es lo que tratamos de determinar. —dijo la oficial. Will y Jenna se miraron con impaciencia.

—Donde está Ce ahora mismo. —preguntó Mike.

—Por seguridad es mejor que no lo sepan. —negó ella.

—¿Seguridad? —repitió Jenna, indignada. Mike explotó, levantándose con estrés.

—¡És una locura! ¡Una locura! —gritó alejándose. Jonathan habló de nuevo:

—Y ese entrenamiento... para recuperar sus poderes, ¿cuanto tardará?

—No sé, ¿semanas, o meses?

—¡¿meses?! —repitieron Will y Jenn con los ojos muy abiertos—.

—Hasta entonces, los agentes Harbon y Walas se quedarán con vosotros. —señaló a los dos hombres tras ella, rígidos en su sitio.

—¡No estamos en riesgo! —se quejó Mike—.

—Nuestros amigos viven en Hawkins. —interfirió Will.

—¡Mi familia vive en Hawkins! —señalaron Jenna y Mike, recalcando.

—Y yo voy a contener la situación hasta que Once esté lista. —defendió la mujer. Mientras tanto, es de vital importancia que no habléis con nadie sobre esto.

—¡No! Ni pensarlo! —se negó Mike.

—Se que esto es difícil de entender.

—No es... difícil, —dijo él, con mucho coraje consumiéndolo— —Es imposible!

Ella se levantó, impaciente. —Hay facciones, en nuestro gobierno, que trabaja directamente en contra de Once, que de echo, la están buscando en este momento. —puntualizó, molesta. —No podemos arriesgarnos. —Ellos estaban que echaban humo por las orejas.— —Si ellos se enteran de cualquier cosa, pondremos en riesgo a Once. Y si ella está en riesgo, sus amigos también. —Miró a Mike y Jenna— —Igual que vuestra familia.

Mike rió, sarcástico. —¿Se supone que sois los buenos y tenemos que creeros? No os conocemos.

—Somos amigos de Owens. —dijo entonces. Ellos se miraron, debatiéndose internamente. —Once confía en nosotros. Os pedimos que hagáis lo mismo. —añadió. Después, sacó una carta, y se la tendió a Mike. —Para ti.

El chico la miró con desconfianza y se fue hacia el piso de arriba. Will se dejó caer en el sofá con un suspiro de frustración. La oficial miró a Jenna.

—Owens te manda saludos. —añadió con severidad.

(...)

—¡¿Y ahora pretenden que nos tumbemos en el sofá a comer palomitas mientras vemos películas sabiendo que nuestros amigos están por morir?! —gritó Jenna, después de un rato, en la habitación de Will, quien la observaba dar vueltas frustradamente—. —¡¿Como puede ser que siempre que me vaya pase algo?! ¡Es que siempre que me voy esos pendejos se meten en algo! ¡Mi familia está en Hawkins! Max está en Hawkins, Dustin está en Hawkins, Nancy está en Hawkins, igual que Robin y mi hermano. ¡STEVE ESTÁ AHÍ! —Y luego, agarró una almohada, y gritó fuertemente tapándose la cara con ella y dando saltitos de impotencia por la situación. Will se levantó, alarmado.