31. En Peligro

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Resultó que la persona que tocaba era Michonne, fue muy agradable ver que está viva y que logró encontrarnos.

Rick esta revisando la casa, Carl y yo estamos desayunando. Me tuve que cambiar de camisa y lavar la otra porque esta demasiado sucia.

Tengo una camiseta negra que me queda grande.

Cómo una cucharada de cereal, le falta la leche.

Michonne se acerca a nosotros.

Ella tiene puesta una camisa larga y muy grande para su figura. Nos mira y entrega una botella con agua a cada uno.

Michonne: ¿Tienes algo que decir sobre mi extremadamente cómoda y atractiva camisa? -le pregunta a Carl mientras dobla las mangas de la camisa.

Carl: Oh no -trata de no reírse -. Se ve... Se ve genial.

Kate: Te faltó un botón ahí -señaló, ella lo abotona.

Ella se sentó a nuestro lado, vierte algo de cereal en el tazón.

Michonne: Ojala tuviéramos algo de leche de soja -esa leche es horrible.

Carl: ¿En serio?

Michonne: Si, en serio -nos mira -. ¿La probaron alguna vez?

Kate: No soy muy fan de esa leche.

Carl: Mi mejor amigo de tercer grado, era alérgico a los lácteos -cuenta -. Y todos los días, llevaba esa cosa de soja.

Michonne: La probaste.

Carl: Así es.

Michonne: ¿Y?

Carl: Vomite -reímos.

Michonne: Si, claro.

Carl: Bueno, bueno. Casi vomitaba -se corrije -. Pero fue asqueroso... augh.

Reímos al ver su expresión como si quería vomitar.

Carl: Fue tan desagradable. En serio, preferiría comer leche en polvo que tener que tomar esa porquería otra vez -sonrió -, o tener que tomar la leche materna de Judith.

Mi sonrisa desapareció, el hambre se me fue y mis ganas de llorar se hicieron presente.

Pero me contengo para no hacer sentir mal a Carl por haberla mencionado, pero se dio cuenta de lo mal que me siento ahora.

Carl: Debo terminar el libro -se levanta -. Aún me quedan algunos capítulos.

Kate: Carl... -trato de tomar su brazo, pero se va rápido.

Suspiró frustrada, trago saliva para deshacer el nudo qué se formó en mi garganta.

Mis ojos me arden por las lágrimas.

Quisiera ser fuerte por el niño que ahora debo de cuidar, pero el dolor de perder a un hijo es el más grande que he experimentado.

Michonne: ¿Qué sucedió? -ella toma mi mano que está recostada en la mesa.

Kate: Encontramos... su silla con -suspiró -... sangre. Y Jake no sé donde esta.

Michonne: Lo lamento tanto, de verdad que lo siento tanto -me levanto.

Kate: Iré a verlo -apartó las lágrimas de mis ojos -. Saber si esta bien.

Camino hacia las escaleras, subo y lo busco en las habitaciones qué hay.

Lo encuentro en la habitación qué debio de ser del niño que vivía aquí.

Esta observando los trofeos qué hay en un estante.

𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora