39. Alexandria

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Después de un inconveniente en el camino logramos llegar a la comunidad.

Los vehículos se detienen frente a la puerta de la comunidad.

Rick, los niños y yo somos los únicos que vamos en el auto.

Nosotros nos miramos antes de salir del auto, nos acercamos a los demás.

Me coloco al lado de Rick y nos tomamos de la mano.

Kate: ¿Listo?

Rick: No —me mira —. Pero lo intentaré por ustedes.

Mira a Judith qué está en mis brazos, él acaricia su mejilla y ella sonrie antes esa demostración de afecto.

Aaron y Eric caminan delante de nosotros y sin los primeros en entrar cuando abren un poco las puertas.

Apuntamos con las armas a un basurero que cayó, Daryl disparo una flecha a la criatura que lo hizo caer.

Bajamos las armas.

Daryl tomo de la cola a la zarigüeya muerta.

La puerta se abrió por completo, vemos a un desconocido.

Daryl: Trajimos la cena —muestra la zarigüeya, oculto una pequeña sonrisa.

El hombre nos mira con desprecio y miedo, y posiblemente con asco.

Si bueno, no es como que en el bosque vamos a tener ropa limpia, cepillo de dientes o arreglarnos el cabello.

Esta totalmente sucios, sudorosos, no hemos tocado un cepillo de dientes en meses.

¿Qué demonios esperaba? ¿Qué vinieramos formales y recién bañados?

Aaron: Está bien —lo tranquiliza, nos mira —. Entren, chicos.

Guardamos las armas.

Iba a caminar, pero me detengo al ver que Carl se detiene y mira a una casa quemada, coloco mi mano en su hombro.

Kate: ¿Todo bien? —le pregunto.

Carl: Si, solo… creí ver algo —me mira —. No es nada.

Seguimos caminando hasta entrar.

Miró impresionada el interior de esta comunidad.

Hay muchas casas, personas caminando de un lado a otro, niños con sus mascotas.

Y hay un pequeño lago en medio del lugar, a su lado un quiosco para pasar el rato.

Esto es impresionante.  

Miramos hacia atrás al momento de que cerraron la puerta de reja.

Ya no hay marcha atrás.

??: Antes de ir más lejos necesito que dejen sus armas —lo miramos desconfiados —. Quédense, pero entreguenlas.

Rick: No sabemos si queremos quedarnos.

Aaron: Está bien —el hombre lo mira —. Nicolás.

Rick: Si quisiéramos usarlas, ya lo habríamos hecho —tiene toda la razón.

Aaron: Deja que hablen con Deana primero —lo miramos confundidos.

Abraham: ¿Quien es Deana?

Aaron: Les dirá todo lo que quieran saber sobre el lugar —explica —. Rick, ve tú primero.

Rick nos volteó a ver a todos, miró hacia atrás nuestro.

Rick: Sasha —todos miramos hacia atrás.

𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora