Parecía mentira, ya lo sé, pero mi mente se empeñaba en pensar que era una broma en vez de la realidad. A pesar de que había tenido meses para asimilar la noticia, parecía que no había sido suficiente, porque mis lágrimas de cocodrilo mientras abrazaba a mi hermano lo confirmaban.
El servicio militar obligatorio de Corea del sur Obligaba a todos los varones sanos antes de los 28 a servir en el ejército durante 18 meses, así que no debería ser nada del otro mundo que un hombre de cientos que se alistan al año, lo hiciera, pero el caso es que sí que lo era. Porque era Kim Seokjin, mi hermano.
Sabía perfectamente que lo haría genial. Conociéndole, era capaz de hacerse amigo hasta de las hormigas del campo de entrenamiento. Así que, con esos pensamientos, bajé de la furgoneta en la que estaba con un gran abrigo que me cubría el cuerpo entero, prácticamente hasta el suelo.
Mi hermano estaba allí, rodeado de sus miembros que, al fin y al cabo, habían sido los que habían estado a su lado durante prácticamente gran parte de su vida. A estas alturas, eran hermanos, no compañeros.
Había, por supuesto, un montón de cámaras. Dios nos salve de perdernos cualquier tipo de interacción de los miembros de BTS durante sus últimos momentos juntos.
- Oppa.-entonces todos se giraron y en mi dirección y me dejaron paso para que pudiera abrazar a mi hermano como había querido hacerlo durante días.
- Pequeña.-dijo entonces cuando me lancé a sus brazos y le estrujé como si mi objetivo fuera hacerle una bola del tamaño de mi puño.
- Tienes el pelo muy corto.-le dije con la cara pegada a su abrigo.-Pero te queda bien porque eres guapo. Has hecho justicia a los genes de la familia.-le dije entonces mientras me separaba un poco y le acariciaba la cabeza rapada con una mano.
- Yah, ¿no puedes decirme algo bonito?
- Ya te honro con mi presencia, así que no te quejes.-le abracé durante unos instantes más. Me separé cuando noté cómo los ojos me ardían y las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.-Te voy a echar de menos, oppa.
- Y yo a ti renacuaja.
- Más te vale llamarme y enviarme mensajes.-le dije amenazadoramente.-Quiero que te alimentes como debes. Si en algún momento tienes algún problema, también nos lo tienes que decir, que ya nos encargamos nosotros de solucionarlo.
- Conociendo a Sora es capaz de hablar con el presidente.-dijo entonces Jungkook haciendo reír a todos.
- Sinceramente, no me extrañaría.-dijo entonces Jin sacándome otra sonrisa.
Y con esa sonrisa permanecí durante las siguientes horas, mientras todos nos hacíamos fotos con Seokjin para tener un memento de ese instante, justo antes de que partiera. A pesar de que la mascarilla no me dejase mostrar mi rostro, también sonreí cuando se unió al resto de reclutas con sus equipajes.
Y, entonces, cuando su cuerpo desapareció, comencé a llorar. Fue Namjoon el que me abrazó mientras lloraba a moco tendido a pesar de saber que todo iría bien y que, en menos de lo que cantaba un gallo, volvería a ver a mi hermano.
- Bueno, ¿alguien quiere cenar barbacoa?-preguntó entonces Hoseok.
- ¿Alguien ha dicho barbacoa?
- ¡Me apunto!
- ¿Te apuntas?-me preguntó Namjoon mientras me miraba enternecido y me acariciaba la cabeza.
- Si.
- ¿No te esperan en tu dormitorio?
- Si, pero ahora les aviso.
- No queremos que Jay te riña luego.-dijo Jimin juguetón.
- Yah, soy una adulta independiente.
- Eso es lo que tú piensas.

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𝑇𝐻𝐸 𝑁𝐸𝑊 𝐼𝐷𝑂𝐿☆(ᴱᴺᴴʸᴾᴱᴺ𝐼-𝐿𝐴𝑁𝐷)
ФанфикKim Sora lleva dentro de sus venas el talento necesario para hacer que a la gente se le disloque la mandíbula cuando la ven cantar o bailar. Talento innato y trabajo duro eran los elementos que formaban parte de Sora. Tras algunos inconvenientes, el...