VEELA; TEEN WOLF

66. Planes para el futuro.

Dado que mi papá no está, que Scott está en la veterinaria por su seguridad y que los padres de Liam tampoco están, decidimos estar en su casa jugando videojuegos para despejar un poco nuestra mente y distraernos de toda esta horrible situación. No es lo mejor pero necesitamos la mente en blanco cuando la catástrofe se desate.

—¡Ja! Te gané —golpeé el rostro de Liam con una almohada y él río.
—No es justo, tu lees mi mente —hizo un puchero.
—Esos son pretextos. Solo puedo leer tu mente mientras soy un lobo.
—Me encanta verte así, te ves muy sexy con mucho pelo.
—Dejame —lo golpeé de nuevo Mientras reía pues estaba más roja que los ojos de McCall.
—Tu deja de golpearme —de los almohadazos fuimos a las cosquillas, y como el beta desenfrenado es más fuerte que yo, logró tumbarme en el suelo colocándose encima de mi, cómo si fuera su presa.
—Tu corazón está latiendo muy rápido.
—El tuyo también —la sensación de diversión desapareció y sentí que el deseo comenzaba a dominarnos. Liam acortó la distancia entre nuestros rostros y comenzamos a besarnos. Él soltó mis manos para colocar una junto a mi cabeza y otra en mi cadera, y yo las coloque detrás de su cuello. El sabor de los labios de Liam es tan dulce y al mismo tiempo suaves que me obligan no dejarlos.

Dejé llevarme por el momento y sus manos viajaron a mi cintura, alzándome para depositarme sobre la cama mientras yo enredé mis piernas en sus caderas.
Liam desprendió un olor particularmente extraño, algo que no había olido antes, es el olor del deseo de continuar.

Y así lo quise también.
Sus manos palparon cautelosamente mi ropa y la levantó un poco teniendo acceso a mi estómago desnudo.
Se separó de mi y cerré los ojos cuando introdujo su mano debajo de mi blusa para tocar mis pechos. Es una sensación que realmente me gusta.

Con algo de ayuda de mi parte, saqué mi blusa dejando a la libertad lo que él anhelaba tocar. A pesar de traer mi sostén ajustado, el pudo tener fácil acceso y dejó un camino de besos que iban desde mi vientre hasta el hueco entre mis pechos. Yo acaricié su cabello y sentí que todas mis emociones se disparaban para todas las direcciones.

Las manos de Liam viajaron ahora hasta mis shorts y sentí un cosquilleo cuando deslizó sus dedos por mi piel, aunque me distrajo que tenía sus garras expuestas.

—Liam —él hizo un sonido de afirmación— tus manos.
—¿No te gusta?
—Tienes las garras de fuera —de un movimiento arrancó el botón de mi short y me senté viéndole.
—Perdón —apretó sus ojos para que volvieran a la normalidad y sus uñas recuperaron su tamaño.
Ambos quisimos seguir, pero no pudimos dado que el momento se arruinó.

Me coloqué mi blusa mientras él iba al baño.

—Vivamos juntos —fue lo que dijo cuando salió y eso me sorprendió— cuando vayamos a la universidad.
—¿Y cuando se te ocurrió eso, lobito?
—Cuando Stiles se fué, me puse en el lugar de Scott —ambos nos sentamos y lo miré— aunque son mejores amigos y quizás vuelvan a verse, ha de ser duro no poder verse como antes lo hacían. Y yo no quiero eso. Quizás no puedo evitar que Mason vaya a otro lugar y perdamos el contacto, pero no quiero que tú y yo nos separemos.

Oh mi pequeño y dulce Liam.
No quiero romper tu pequeño corazón.

—¿Qué dices? —me miró con ese brillo tan característico de sus ojos.
—Me parece una buena idea —Liam sonrió— pero —y luego desapareció— ¿qué te asegura que iremos a la misma universidad. Bueno, ya habíamos hablado de eso hace poco, ir a la misma universidad, junto con Corey y Mason, si es que podíamos. Pero... ¿Y si alguno de nosotros no entra?
—No hay que perder las esperanzas. Además ¿tu puedes ver algo sobre nosotros para el futuro?
—Asi cómo tal, no puedo buscar mi futuro, pero a veces, hay pequeños detalles que me llevan a intuir algo.
—¿Qué nos depara a nosotros?

Nada. No he visto un futuro donde tú y yo estemos juntos, y eso me quema.

—Solo un poco, aunque no es tan adelantado —mentí tratando de controlar mi ritmo cardíaco— pero eso no significa que nuestro futuro sea malo. Recuerda que siempre se puede cambiar el futuro.
—Eso me consuela —se acercó a mi para abrazarme y recargar su cabeza en mi hombro.

Conforme el tiempo pasó, Liam decidió tomar una ducha mientras yo iba a casa a buscar ropa.

Me sentía un poco mal por haberle mentido, pero no quería derrumbar sus sueños.
Liam esta soñando con un futuro en el que quizás no esté presente.
En la última visión que tuve, dónde veía la muerte de todos, también vi la mía. Había sólo una opción para devolverme la vida si llegaba a morir, pero eso significaría que no tendría otra oportunidad más adelante.
Además, en dicha premonición vi a Liam convertido en piedra, y si eso sucede, significaría que mi trabajo como protectora fracasó.
Existe la forma de ver qué será para nosotros, pero las reglas de las Veelas indican que dicho futuro no puede alterarse ni con el pelo de un gato.

Quiero mucho a Liam, claro que lo quiero demasiado, y el ser su novia me da vida y razones para luchar, pero ¿cómo puedo sentirme bien si él no está en mi futuro o yo no estoy en el suyo?

—Puedes bañarte si quieres —me dijo cuando lo vi y asentí— oye —lo mire— otra pregunta sobre el futuro.
—¿Te da miedo que pueda pasar mañana?
—Mas o menos —rascó su nuca algo nervioso— ¿venceremos al Anuk-itte?
—Si te digo, no pasará.
—Agh, es injusto.
—Ya acuéstate pequeño lobo —reí acariciando su cabeza— y ya no pienses en el futuro, querrás que este no llegue.
—¿Es tan malo?
—No lo digo por eso, lo digo porque no disfrutarás tu presente y después te arrepentirás.
—Ah, qué haría sin ti. Gracias por darme una novia tan sabia —miró al techo y de nuevo reí.

Definitivamente me dolerá más perder a Liam que perder mi vida.

Se los dije, fue una profecía 😖