||Considerada una criatura hermosa, con un corazón noble. Su naturaleza es ayudar al que lo necesita. Mientras ella esté feliz todo estará en calma, pero no hagas enojar a una Veela porque con espada y arco te castigará.||
Donde Mag-tire Hunter debe...
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Abrí los ojos y me encontré con un espacio oscuro, completamente negro con algo de niebla en el suelo.
Camine en dirección que imaginé que sería recta y de pronto un rayo resonó en el cielo haciendo aparecer 4 figuras, o más bien 4 personas a unos metros de mí.
El primer sujeto era un chico de baja estatura y tenía sangre en su ropa, de su muñeca emanaba sangre, y tenía un uniforme deportivo. Su rostro era algo borroso.
El segundo sujeto era un moreno, más alto que el primero, poseía unos colmillos de hombre lobo y sus ojos brillaban en un rojo escarlata.
El tercero era otro chico, con bastante sangre en el rostro y manos, poseía muchos colmillos como un Wendigo y toda su camiseta estaba manchada de más sangre.
Y el último sujeto era mucho más alto, estaba de espaldas y traía una chaqueta negra. Su cabeza estaba totalmente calva y traía un hacha en la mano.
De pronto otro trueno resonó y los sujetos desaparecieron.
Desperté de golpe sentándome en la cama, mis manos estaban algo frías y mi frente cubierta de sudor. Desearía que todo lo que ví sólo fuera una pesadilla, pero no, todo lo que presencié es una visión profética y sin falta tiene que cumplirse.
Mañana todo sucederá.
Me recosté de nuevo intentando dormir, pero no lo haría. Cada vez que tengo este tipo de visiones no vuelvo a dormir, siempre ocurren como si fuera un sueño.
Mire la hora en mi celular y me di cuenta que faltaban alrededor de 3 horas para que la alarma sonara y tuviera que levantarme. No quiero ir con mi cara de zombie a la escuela, es mi primer día y tengo que ir presentable.
Cerré mis ojos de nuevo, ordenando a mi cuerpo dormir, y poco a poco fui conciliando el sueño.
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A lo lejos escuché un ruido pero no le tomé importancia y continúe durmiendo, aunque no bastaron 2 segundos para que Scott me pisoteara y lamiera la cara.
—Scott, basta —pero mi perro continuaba— ok, ok, ya desperté, ya basta.
Me senté en la cama quitándolo de encima mío y traté de quitar la mayor parte de baba de mi rostro, después miré mi celular que sonaba la alarma con Pillowtalk de Zayn. Si, así es, tengo a Zayn como mi despertador.
