||Considerada una criatura hermosa, con un corazón noble. Su naturaleza es ayudar al que lo necesita. Mientras ella esté feliz todo estará en calma, pero no hagas enojar a una Veela porque con espada y arco te castigará.||
Donde Mag-tire Hunter debe...
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Había pasado un mes desde todo el caos producido por la lista de muerte y los cazadores profesionales. En todo este tiempo, nuestro grupo de amigos compuesto por Hailey, Mason, Liam y yo, tuvimos tiempo para salir al cine o a patinar, y nos conocimos más. Liam y yo ya no tuvimos mas momentos de adolescentes enamorados; creo que ninguno de los dos está enamorado del otro.
Es lindo, lo admito. Pero es sólo mi amigo.
Estaba en mi habitación hablando por Skype con Hailey, y al parecer mi amigo-vecino tenía visitas, porque la luz de su habitación estaba encendida a estas horas. Se supone que yo debería estar estudiando, pero ahora que Hailey es mi mejor amiga, hablamos todo el día en la escuela, y a veces por las noches por Skype.
Cuando ella se despidió de mi y yo de ella, fuí a darme una ducha y cepillar mis dientes, cuando de pronto un grito se escuchó, era un grito de Banshee. ¿Significaba que alguien murió o que alguien moriría?
No ignoré lo que Lydia estaba advirtiendo, pero tampoco fuí hacia ella ya que Scott ni Stiles dieron señales de vida. Seguramente mañana eso será tema de conversación.
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Esta mañana a la escuela estaba algo aburrida. Quizás será porque soy la única del cuarteto maravilla que está sola pues Hayley tiene clases de arte y los chicos están entrenando.
Cuando la campana sonó y salí del salón me dirigí con Finshock, pero a la mitad del camino mis vellos se erizaron. Algo no anda bien.
Me guíe por la conexión con Scott y fuí al gimnasio. Liam estaba en el suelo y su respiración era entrecortada, Mason estaba frente a él con su mirada preocupada. Sentí el miedo del pequeño beta, aunque no sabía la razón del por qué, pero le preguntaría después. Me alejé de lugar porque, aunque quisiera saber qué sucedía con él, tenía que respetar su espacio. Fuí con el profesor y comencé ayudarle con las cosas del Lacrosse y del partido que pronto habría.
Por alguna extraña razón Finshock estaba nervioso y ansioso. Quise pregúntale a qué se debía, pero comenzó a decir muchas veces y muy rápido que mañana jugarían contra Devenford y que tenían que ganar el juego porque si contaba, no como el amistoso de la vez anterior.
