14. Alfa Perdido

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Me encontraba en el departamento de Derek, lo recordaba por los focos que hay en el techo

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Me encontraba en el departamento de Derek, lo recordaba por los focos que hay en el techo. Todos estaban encendidos, pero no había nadie aquí.
Caminé hacia el gran ventanal y me detuve a centímetros del cristal, mi respiración chocaba con él y una pequeña mancha de vapor apareció.
Escuché unos ruidos a mis espaldas, como de huesos arrastrándose, conocía ese sonido.
Al girar observé un Berserker que estaba dandome la espalda a mi, me acerqué a él y frente a él había un cuerpo en el suelo, era una mujer, lo sabía por esas botas elegantes que tenía puestas, más no podía ver quien era.
Al regresar la mirada al Berserker, él estaba frente a frente conmigo y me tomó por el cuello alzándome y cortando mi respiración. Me lanzó con fuerza y atravesé el ventanal cayendo hacia un vacío, pero mientras caía lograba divisar que el Berserker tenía a Scott por el cuello, y como me tuvo a mi, también lo lanzó.

Abrí mis ojos de golpe y me sentí mal.
Algo malo le pasó o le pasaría a Scott, lo sabía, no había duda. Lo siento en mi pecho.

Quizás, en ocasiones, el destino puede alterarse, y eso lo he comprobado, pero la sensación en mi pecho de que la vida de Scott está en riesgo me tiene tentada a llamar a Stiles a estás horas de la noche.
Decidí no hacerlo porque no ganaríamos nada, llevábamos varios pasos de retraso a diferencia de quien tiene a Scott, si es que lo tienen.

Decidí quedarme despierta y apagué la alarma. Me paré de la cama y fuí a la habitación de mi padre. Su cama sigue vacía e impecable, no había rastros de que estuvo aquí, solo olía a su perfume levemente perdido entre las cuatro paredes.

Cuando era tiempo de empezar a arreglarme, tomé una ducha para relajar mi mente; a veces un baño me ayuda a pensar bien antes de precipitarme a tomar malas decisiones.
Al salir no le tomé mucha importancia a mi atuendo, cosa que no suelo hacer, y bajé para tomar jugo de naranja e irme a la parada de autobuses.
Al los pocos minutos Liam salió de su casa y se encaminó hacia mí.

_¿Estás bien, Mag? —Liam me miró levemente preocupado, de seguro notó desde que salió de su casa que algo me preocupa.
—¿Tanto se nota?
—Apestas a preocupación.
—Lo estoy —miré mis zapatos aguantando las ganas de llorar frente a Liam.
—¿Qué pasa?
—Desde ayer papá no llega y, aunque no quiero pensarlo, creo que algo malo le pasó.
—¿Ya le llamaste?
—Cientos de veces pero no responde.
—¿Sabes a dónde fue? —negué, sólo se que salió con Argent, como siempre— ¿Scott lo sabe?

Ese es otro problema.

—Pues... Creo que también le sucedió algo malo a Scott.
—¿A qué te refieres? —el pequeño beta frunció el ceño.
—Pues, soñé que... —me callé cuando un par de chicos de la escuela se acercaron a nosotros también para tomar el autobús— te cuento luego.

El camión llegó y Liam se sentó a mi lado. En ningún momento dejé de pensar en mi papá o en Scott.
Por un lado estoy preocupada por mi padre, puede que sea un cazador experimentado pero también puede salir herido, no es inmortal ni sobrenatural, jamás había dejado la casa sola tantos días; y por otro lado está Scott, ¿que significa lo que soñé? ¿Un Berserker lo atacó? ¿Por qué estaría en casa de Derek?

VEELA; TEEN WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora