-Necesito aire-
Thomas
—Papá cuando vas a entender que no fui el culpable de su muerte—sollozo.
—¡Deja de decir eso! —grita.
Estallo por dentro y me echo a llorar. Mi hermana y madre están en la puerta de la habitación asustadas. Llego buscándome a la casa de Eva completamente borracho y me trajo hasta aquí. Agarra algunas cosas y las estrella contra la pared.
—¡Eres un asesino!—Repite una y otra vez.
Intenta pegarme, pero mi madre se mete entre él y yo.
—¡Ya basta, Robert!—musita mamá.
—¡Es un asesino!—Grita papá.
—Thomas es nuestro hijo, él no tiene la culpa de lo que pasó con James.
—¡Ahora lo vas a defender! —recrimina.
—Sí. Thomas nunca tuvo la culpa de lo que paso. Fuimos nosotros, porque nunca le pusimos reglas a James.
Papá se hecha a llorar y ella lo saca de la habitación tratando de tranquilizarlo. Viollete se acerca y me abraza. Le correspondo al abrazo e inicio a temblar.
—No le hagas caso hermanito, sabes que tú no tuviste la culpa—murmura.
—Él tiene razón. Soy un asesino—sollozo. Rompo el abrazo y corro escaleras abajo.
Necesito aire.
Necesito aire.
Necesito aire.
Necesito aire.
Necesito aire.
Necesito aire.
Necesito aire.
Necesito aire.
Necesito aire.
—¡Thomas espera, está lloviendo!—Grita.
Salgo a la calle y las gotas de lluvia me empapan completamente. Corro por la calle sin parar. Corro y corro hasta que mis piernas no pueden más. Hasta que el dolor en el pecho aumenta. Hasta que los gritos de papá dejan de repetirse. Hasta que siento los ojos hinchados de tanto llorar. Hasta que esa supernova que había iniciado su proceso, estalla por completo.
Paro en seco en medio de la calle y caigo de rodillas. Estoy cansado, estoy harto de todo esto. El ultimo recuerdo de James se forma en mi mente.
—Hermanito, anda anímate.
—James, ya te he dicho que no me gustan esas carreras ilegales de autos.
—Pero está será la última vez, ándale acompáñame. Por favor.
—Siempre dices lo mismo.
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Brilla como las estrellas [YA EN FÍSICO]✔️
Teen Fiction"𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐠𝐚𝐧 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨 𝐬𝐢𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐟𝐢𝐣𝐨, 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞, 𝐬𝐢𝐧 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐫𝐚𝐳ó𝐧, 𝐨𝐜𝐮𝐫𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐞𝐲 𝐝𝐞...