Capítulo 22

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-La verdad-

Hago otra bola grande de nieve y la lanzo hacia Susan. Ella y Oliver se esconde detrás de su fuerte de nieve. Todo vuelve a estar en silencio otra vez, solo se escucha el ruido de algunas aves. Thomas intenta levantarse, pero lo halo de nuevo a su lugar.

—Luck y Viollete construyeron un fuerte nuevo a nuestra derecha. Susan y Oliver están al Sur. Alfred y Jack están a la izquierda. Y Lindsey y Stephanie están al Norte. En conclusión, estamos acorralados y solo podemos movernos si alguno de ellos cambia de lugar—susurro.

—Elegimos un muy mal lugar para construir nuestro fuerte—murmura.

—Yo no tuve la culpa, tú insististe en que este sería un buen lugar.

—De todos modos, iré a ver.

—Si pones un pie fuera del fuerte, perdemos y seremos bombardeados con bolas de nieve—lo agarro de la mano.

—Entonces ¿Qué haremos?—suspira.

—Más bolas de nieve para defendernos—respondo. Reúno más nieve hacia nosotros y él me detiene.

—Esta sería una escena perfecta para una película de romance, donde el caballero se sacrifica y la dama corre hacia la meta para ganar el juego—sonríe.

—¿Escuchaste lo que acabas de decir? 

—Sí, es lo que llevo intentando decirte en todo el rato. Para ganar el juego alguien debe llegar hasta la casa del árbol y entrar dentro ¿verdad?—asiento entendiendo lo que trata de decirme—Pues, esa parte la harás tú, mientras yo me sacrifico como la distracción y…

—…como Susan solo dijo “alguien” y no especifico que tenían que ser los dos, solo bastará con que uno llegue y eso convertirá su grupo en ganador—termino por él.

—Exacto.

—Es una muy buena idea, pero no dejaré que te sacrifiques—comento.

—Las bolas de nieve no me lastimarán, Eva—pone los ojos en blanco.

—No es por eso…es que…

—¿Qué?

—Solo no quiero que te sacrifiques. Suena muy real.

—Pero no es real, solo es un juego.

—Y me da lo mismo. ¡No dejaré que te sacrifiques!... somos un equipo debemos ganar juntos.

— “A veces un caballero tiene que morir para que su ejército gane la batalla”

—No es un buen momento para decir citas de libros, Thomas—digo enojada.

—Unas simples bolas de nieve no me van a matar, mi estrellita.

—No, no y no. ¡No te vas a sacrificar y punto! Saldremos juntos de esta.

Él se acerca hasta quedar a unos centímetros de mí y acuna mi rostro entre sus manos. Miro sus labios.

—¿Qué vas a…—Junta sus labios con los míos. Cierro los ojos y me dejo llevar. Movemos nuestras bocas torpemente, como la primera vez. Mis latidos se aceleran y las mariposas hacen una fiesta en mi estómago. Thomas profundiza aún más el beso y escucho su respiración acelerarse. El calor sube a mis mejillas, porque siento algo que no paso la primera vez. Por impulso coloco mis manos en su pecho y a través de mi tacto siento sus latidos acelerados. Bum, Bum, Bum. Agarro su abrigo y lo halo más hacia mí. Por torpeza muerdo su labio inferior y de inmediato rompo el beso avergonzada y sonrojada. Él está muy rojo, creo que más que yo y su respiración demasiado acelerada. Bajo mis ojos hasta sus labios y tiene un poco de sangre allí.

Brilla como las estrellas [YA EN FÍSICO]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora