Capítulo 18

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-El universo-

—Te voy a extrañar mucho, mi estrellita—me da un beso en la frente y se hecha a llorar.

—¡Ay abuela! Solo me iré por cuatro días.

—Y eso qué, te irás y no quiero que te vayas—Le doy un abrazo.

—Volveré, lo prometo…Y por favor cuida bien de Jack.

—Está bien. Cuidaré de Jack, pero viajaras sola… ¿No tienes miedo? Recuerdo, que la primera vez que viajaste con tu padre te dieron nauseas.

—Un poco. Solo un poco. Tranquila estaré bien. Además, no estaré tan sola.

—Perdón, por interrumpirlas, pero falta poco para que el avión despegue—anuncia Thomas. La abuela lo hala para que sea un abrazo de tres.

—También a ti te voy a extrañar…y cuida bien de mi nieta ¿Sí?

—No se preocupe, cuidaré muy bien de ella —afirma.

Después de esa despedida empalagosa subimos al avión. Por ser un viaje largo los profesores tratan de mantener todo en orden antes de que despegue. Los minutos pasan y al sentir las turbulencias se me revuelve el estómago y me pongo pálida. Thomas lo nota y agarra mi mano.

—Cierra los ojos y usa tu imaginación...yo te diré cuando los abras.

Le hago caso y eso funciona un poco. Viajo por el universo en mi mente. Me imagino, las estrellas, las galaxias, los agujeros negros e incluso las nebulosas. Navego entre ellas e invento sonidos para cada una. Entro dentro de un agujero de gusano y veo otras galaxias, lejanas para el alcance humano. Imagino un multiverso y la posibilidad de que realmente existan. ¿Y si en algún otro universo existiera alguien parecida a mí? Entro a uno de ellos y todo es tan parecido al planeta tierra. Los seres que lo habitan, los edificios, las clases sociales, sus continentes, su flora y su fauna. Veo a personas con corazones generosos, mentes brillantes y talentosas, pero también personas estancadas con vidas rutinarias y la maldad en algunos corazones… ¿Y si no existe un lugar a donde ir después de la muerte, porque el paraíso y el infierno es aquí mismo en la tierra?… ¿Y si todo es rutinario?... ¿Y si lo único que hacemos es reencarnar?... Paseo entre otras personas ¿Y si existiera alguien en otro universo con demasiadas preguntas por responder al igual que yo? Me paro en seco y sí, definitivamente hay una chica que se hace demasiadas preguntas e intenta responderlas. La miro desde la ventana de su habitación. Está sentada frente a un computador escribiendo algo. Carga un pijama blanco lleno de florecitas, su cabello rizado le da por los hombros, tiene ojos un poco achinados y de color marrón oscuro. Está tan ensimismada que cuando se da cuenta de mi presencia da un respingo. ¿Ella me puede ver?

—Ho… ¿Hola?—En su rostro se nota, que está tratando de procesar lo que pasa, pero también hay seguridad.

—Hola—saludo.

—¿De qué dimensión, plano o multiverso eres?—curiosea. Vaya, ¿Cómo sabe esas cosas?

—No lo sé—respondo.

—Adivinaré… Por tu estado de consciencia, te falta un poco para entrar a la quinta dimensión, pero no eres de este plano y provienes del U-448… ¿Cómo te llamas?—Se acerca hacia la ventana, sus ojos parecen focos de curiosidad.

Dudo por un momento, pero luego algo me dice que puedo confiar en ella.

—Evangeline—respondo.

—Bien, Evangeline. Lindo nombre, me recuerda a una película. Sé que tienes muchas preguntas ahora, y al parecer nuestras experiencias son muy parecidas, pero deberías volver a tu universo. Hay algo que se llama guardianes espirituales controlan a las almas para que no crucen los universos y tú has roto una regla. A parte de ellos, también están las almas en pena que absorben la energía de las almas vagabundas y lo que están haciendo es vagar a través de un sueño. No estás segura aquí, vuelve a tu universo ¿Sí?—informa preocupada.

Brilla como las estrellas [YA EN FÍSICO]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora