Donghyuck's Stalker «MarkHyuck»

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Martes, 30 de agosto.

Mark se encontraba empacando sus maletas bajo la atenta mirada de Donghyuck al costado. Pues en una semana Mark iniciaría la universidad en artes audiovisuales y se tendría que ir fuera de casa para poder asistir.

Por supuesto le dolía alejarse de su familia y amigos, pero aquella universidad a seis horas de su hogar era la única que realmente le ofrecía un programa adecuado a sus gustos.

—Te voy a extrañar mucho, Donghyuck.

El menor suspiro y se apresuró a abrazar a su novio.

—Yo también, Marku—dijo bajo sus hombros—Oye, pero no te preocupes, el año próximo yo entraré allí. Solo tienes que esperarme un año más.

Mark sonrió. Había esperado tanto por Donghyuck que un año se sentía como una tontería.

—Vendré en vacaciones y siempre nos llamaremos ¿okay?

Por supuesto que Mark confiaba en su novio, era listo y perspicaz, Donghyuck podría entrar a la universidad que quisiera sin problemas.

—Más te vale venir seguido. Después de este lindo verano juntos, estar lejos se sentirá extraño.

El mayor asintió, recordando todos los días de calidad que pasó junto a Donghyuck desde que se habían hecho novios. Pues ahora tenía un nuevo mural para apreciar, pero esta vez con miles de fotos de ambos en la playa, comiendo, viendo pelis, el atardecer, cocinando, leyendo, en el gym, bailando, de picnic, de fiesta, de karaoke. De lo que sea que se les pudiera ocurrir, habían fotos, miles, porque solo de esa forma Mark podía volver a redimirse y recordar que ahora Lee Donghyuck estaba con él. Que era su novio.

—Sabes... nunca te lo pregunté, pero ¿cuándo comenzaste a sentir algo por mi?

Mark tomó asiento dejando de ver su mural y buscando los ojos de su Hyuck.

—Tú, ¿en serio no lo sabes?—Donghyuck lucia desconcertado, cuando Mark asintió firme—Dios, supongo que tengo que agradecer que al menos eras un muy mal stalker en el pasado.

Mark frunció el ceño.

—¿Vas a responder o te vas a seguir burlando de mi?

Donghyuck rio una última vez.

—De acuerdo... Mark, tú me has gustado desde que le daba clases a Jisung, como, desde siempre—la boca del mayor cayó—Sí, te lo dije, yo pensaba que eras un chico cool y agradable, siempre tan amable y dulce y con esa hermosa sonrisa en tu rostro. Tú fuiste la principal razón por la que acepté darle clases a Jisung, no me importaba mucho la paga.

Decirlo en voz alta, hizo sentir nuevamente tímido a Donghyuck frente a su novio. Mark no reaccionaba, estaba petrificado.

—¿Y luego yo era el cobarde? Nunca me dijiste nada—Mark hizo un mohín adorable que contrarrestaba con su falsa molestia.

—Bueno yo quise, pero al principio no éramos amigos y lo dejé pasar. Luego me fuiste gustando más y más, y me di cuenta de que ya no era platónico, después me quise confesar pero tu olvidaste la noche de año nuevo y pensé que me habías rechazado.

Mark entonces soltó una carcajada sin poder creerlo. Eran un par de idiotas que se habían enamorado desde el principio y sin remedio, un par de idiotas que siempre creyeron que el rechazo estaba implícito, que la habían embarrado una y otra vez, y que sin importar cuánto les hubiera costado, ahora que por fin estaban juntos, jamás lo dejaría escapar.

—Donghyuck, yo te amo.