Donghyuck's Stalker «MarkHyuck»

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Martes, enero 31.

—Termínate la comida de una buena vez, Mark—ordenó Jungwoo, al notar lo mucho que tardaba el menor en acabar con su plato.

El canadiense podía visualizarse a sí mismo como el típico adolescente de cualquier película romántica cliché; sin poder comer, dormir o apartar sus pensamientos de la persona que quería. Daba pena.

—Hace meses con que sólo me saludara de vez en cuando entre pasillos podría haberme dado por bendecido lo que restaba de año escolar. Me he vuelto tan codicioso.

No había necesidad de que el mayor preguntara, sabía con certeza a quién se refería, y es que no había otro tema para Mark últimamente que no fuera el moreno de ojos brillosos. Él creía que este extraño distanciamiento que Donghyuck había creado entre ambos sería temporal, hasta lo creía como exageraciones de su mejor amigo, no obstante; hasta él pudo darse cuenta de la clara línea que el joven había creado entre los dos.

Mark lucía tan desganado que le daba mucha lastima.

—Quizás ahora no lo ves Mark, pero si él está siendo tan inmaduro como para ignorarte y luego decirte que todo anda bien en su amistad entonces no te merece, te está haciendo un favor en alejarse de tú vida si es una persona así de tóxica.

El contrario podía comprender cada una de las palabras que Jungwoo le decía, estaba seguro que en otra situación —donde Hyuck no fuera quien lo ignorara– estaría de acuerdo y agradecido.

—¡Pero es que es de quien estoy enamorado!—aquejó.

Jungwoo suspiró perdiendo la paciencia.

—Bien, entonces no me molestes con tu llanto.

El puchero casi instantáneo se abultó en los labios del canadiense a la vez que su amigo negaba en reproche por lo masoquista que el chico era.

—Está bien, ya no diré más nada. Lo acepto, yo mismo me lo busqué—a pesar de que a Jungwoo le partía el corazón oírlo tan miserable, no objetó —Hmm, ¿Quieres ir a mi casa está tarde? Podemos hacer la tarea de Historia juntos.

Sutil forma para decir que necesitaba ayuda porque no entendía del todo el tema.

—No puedo, le daré clases de física a un chico hoy.

—¿Qué? ¿Darás clases de física y yo no estoy enterado? Me apunto.

El mayor rodó los ojos riendo, Mark era aveces muy inocente.

—Son pagas, genio—el ceño del menor se frunció en una mueca triste—Y no te servirían, es para un chico de tercer año.

—¿Lo conozco?—intentó meditar quién podría ser, ciertamente no conocía a muchos chicos de grados inferiores—Oh, la otra vez prestaste unos cuadernos, ¿no es así? ¿es el mismo?

—Sí, es el mismo-

—Yo creía que todo había sido una excusa y en realidad era a Yukhei a quien fuiste a ver—interrumpió, colocando los ojos más melosos y traviesos que pudo—¿O si es él?

—Ya supéralo, Mark—pasó su mano por su rostro exhausto—Es Chenle a quien le daré las tutorías.

¿El mejor amigo de su hermano? Jisung siempre decía que él era el mejor de su clase, no tenía sentido.

Oh, mierda.