Donghyuck's Stalker «MarkHyuck»

038

Sábado, noviembre 11.

El quejido salió ronco desde su garganta, recostando su frente en la espalda de su mejor amigo.

—¿Por qué no me dijiste que era hoy?—preguntó Mark por milésima vez en los últimos cinco minutos.

Jungwoo avanzó en su puesto de la cola y se lamentó nuevamente por invitarlo.

—¿Cómo te atreves a decir que no te dije?—respondió indignado—Te lo dije tres veces, Mark.

El canadiense intento recordar las veces que Jungwoo le avisó pero su mente estaba en blanco, no recordaba en ningún momento que el rubio le dijese que compraría las entradas para la función justo el día en que Donghyuck estaba en su casa.

—Hm, no recuerdo...

—Lamentable, pero no me hago responsable de tu amnesia, ya las pague así que quieras o no entraremos a ver esa película.

Alzando su vista, comprobó nuevamente la lista de precios en el cine. Estaban en la fila de comida, así que probablemente se pidiese un hot dog o cualquier cosa que lo llenase, puesto que, había salido sin almorzar.

—Oh, y no te dije—comenzó el rubio llamando su atención, con la voz más aguda de lo normal—Verás...

—¿Qué?—la meditación que se estaba tomando Jungwoo para hablar no le daba confianza—Dime.

—La verdad es que también viene otro amigo...

Intentando procesar sus palabras, rascó su nuca. El era su único amigo, ¿de quién más podía hablar?

—Y si mejor fueras más claro porque no estoy enten-

—De Yukhei, Mark.

Elevando sus cejas hasta el cielo, inhalo todo el aire posible mientras daba saltitos en su sitio, como si le hubiese revelado el secreto más importante de todos. A Mark no podía mentirle, era muy claro a dónde iba, o al menos eso pensaba el canadiense.

—No lo puedo creer—tomó su brazo—Te gusta Yukhei.

—Espera ¿qué? Yo no dije eso.

Enarcó una ceja molesto, sin creerle nada a Jungwoo.

—Vamos, no me mientas—haló de su brazo, inflando las mejillas—Además, sino fuese así no habrías actuado de esta manera.

El rubio soltó una risita y le siguió el juego.

—Y según tú ¿de qué manera estoy actuando?

—Oh, ya sabes, así todo extraño y misterioso.

Llevando su dedo acusón a su amigo, le regaló otra sonrisa traviesa de "a mi no me engañas" antes de cruzarse de brazos.

—Ahora soy extraño y misterioso, qué interesante—suspiro en rendición—Deberías dejar de ver tantos dramas Mark, creo que estás usando excesivamente esa imaginación tuya.

Pese a las burlas de Jungwoo, Mark creía febrilmente en la teoría que allanaba en su mente, porque técnicamente el rubio no negó sus acusaciones y eso para él era un sí.

—¿Y cuándo viene, eh?—dijo el menor, con ese canturreó que usaba para molestar.

—¿Yukhei? No lo sé, me escribió hace un rato diciendo que ya estaba cerca—habló, ignorando el contacto visual—Ya llegará. Por cierto, él viene con...

—¿Yeji?—completo Mark, mirando como ambos chicos se acercaban a ellos.

—Exacto. Yeji.

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