Tres

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-aaaaaaaah~~ -suspiró largamente.

Finalmente el turno había terminado solo falta barrer y acomodar algunas mesas y en eso se encuentra mientras se mantiene distraído pensando aun en su ex-novio y en como fue que termino en la calle de un día para otro.

-ese malnacido... -gruñó entre dientes.

Definitivamente nunca lo perdonaría por hacerle algo como eso él lo amaba profundamente, o por lo menos eso creía, su relación estuvo bien conversaban a diario, le preparaba la mejor comida y durante el sexo siempre fue increíble.

Aunque Sanji nunca entendió porque su cuerpo se estremecía con el pero no con furia no con esa pasión qué se supone que debía ser, sabía que Drake es un alfa, no de la mejor clase pero lo era, según él, y aunque lo sabia siempre sintió que olía extraño.

-ahora que lo pienso -se detuvo un momento llevando una mano a su mentón, analizando la situación - el nunca me lo dijo -frunció le ceño.

-¿realmente era un alfa de verdad?

Ese sencillo cuestionamiento tenía todo el sentido del mundo entonces.

La campanita de la entrada sonó sacándolo de su burbuja.

-lo siento, ya esta cerra...

-hola Sanji

De inmediato su rostro se enrojecio con fuerza y le dio la espalda sin poder evitarlo.

-¡el restaurante está cerrado! - exclamó avergonzado, continuó barriendo de manera torpe tratando de ocultar su vergüenza y nerviosismo, siente que su rostro esta ardiendo.

-ah, lo siento... Yo vine a traer tus cosas -extendió en su mano las únicas pertenencias del rubio.

Se volteo cabizbajo y camino a él dando cortos pasos, cogio su bolso y se apresuró a alejarse, pero otra vez fue detenido

-espera, Sanji

-no se porque insistes tanto, pero ya no lo hagas -soltó su agarre y se alejó con rapidez -no se que estas pensando pero yo ya estoy con alguien -mintió.

Zoro frunció el ceño, el rubio estaba realmente nervioso y aunque su voz decía una y otra vez que no insistiera todas las feromonas qué libera le dicen totalmente lo contrario, esta mintiendo y lo sabe.

-eres muy malo mintiendo -comento con voz profunda y seriedad.

-n-no estoy mintiendo...

Sus piernas flaquearon, sentía que en cualquier momento perdería el equilibrio, no es capaz de mirarlo al rostro, comenzó a emitir una profunda esencia qué invadió cada uno de sus sentidos, nublando cada uno de ellos poco a poco, le causa demasiado placer, mordió su labio inferior con fuerza cuando sintió una fuerte oleada de placer invadir su vientre, calentando su cuerpo.

Zoro lo noto y sonrió de medio lado, tomo sus manos y lo obligó a dar la media vuelta, Sanji mantenían sus ojos cerrados con fuerza conocía muy bien esta sensación, el sentimiento del calor, el vértigo y la precion en su estómago.

-¿Debería dejarte sólo entonces? - susurro aproximándose a su oído.

-hnnnn... - recibió como repuesta un suave jadeo.

Trata con todas las fuerzas que le quedan de mantener la cordura pero le cuesta demasiado, el agarre de Zoro sobre sus muñecas es fuerte y siente como quema su piel, como ese solo contacto lo está enloqueciendo.

Zoro lo observa detenidamente, el mismo no se encuentra en una situación mejor, aunque esta más consiente de todo el momento, le sucede lo mismo que a Sanji, esta caliente. Se dejó llevar y rodeo su cintura atrayendo su cuerpo, aproximó su nariz a su suave cabello e inundó sus pulmones con ese olor.

Mi Gran AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora