Veinte

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Zoro lo observa fijamente mientras el rubio duerme plácido y profundo, toco un par de veces y al no recibir respuesta se tomo el atrevimiento de entrar, se arrodilló en la cama junto a él y observó ahora su abultado vientre, hipnotizado por lo realmente maravilloso que le resultó aquello, la respiración de Sanji era regular y tranquila por lo tanto su vientre se mecia con suavidad de aquí para allá, sonrio tiernamente y solo lo observó.

Una vez hace algún tiempo Sanji lo descubrió espiando de la misma manera, despertó porque el peliverde acariciaba su barriga sin pedirle permiso antes, se sintió tremendamente avergonzado y lo abofeteo prohibiendole desde entonces volver a hacerlo, por eso Zoro ahora solo lo observa desde una distancia prudente.

No puede evitar dejar salir todas sus feromonas e invadir todo el lugar, escucho a Sanji murmuras algo que no entendió y lo vio sonreir scurrucsndose mejor sobre la cama, nuevamente sonrio.

¿Era posible merecer tanto? Si esta era la recompensa por el dolor que sintió años atrás cuando perdió a su esposa entonces estaba infinitamente feliz y agradecido deendtsr allí en ese momento justo, por hacer que todo finalmente llegara aquí.

Esta completamente convencido de lo que siente por Sanji, lo ama con todas sus fuerzas pero al mismo tiempo siente que todo fue demasiado forzoso para el rubio, los saco de su vida y lo metió allí en esa habitación con un guardián a su lado todo el tiempo...

-maldición... Si lo pienso así, suena bastante cruel - susurro bajando un poco la cabeza.

Sanji de inmediato abrió los ojos, tiene el suelo ligero y ya lleva un rato entre el limbo del sueño y estar despierto desde que Zoro esta allí, lo miro aún entre dormido.

-¿que haces aquí? - preguntó dándose media vuelta y así poder mostrarle su espalda al peliverde.

Zoro se sorprendió y suspiró largamente, en realidad lleva días pensándolo pero nunca se atrevió a decirlo.

-¿te gustaría volver donde Zeff? - preguntó de pronto como dejando salir un profundo gruñido.

Sanji se sobresalto al escuchar eso, de inmediato dio media vuelta y miro a Zoro con el ceño fruncido y las mejillas infladas.

-No hablas enserio...

Zoro asintió - si, hablo enserio... Tú no te ves para nada cómodo aquí y estoy seguro de que estar cerca de tu familia te sentará bien... - murmuró aun cabizbajo.

Sanji se sorprendió, observó su expresión física todo el tiempo, el peliverde no estaba para nada de acuerdo con eso pero lo aceptaba.

-si quiero - respondió solo para ver que hacía.

El peliverde se sobresalto y sintió un terrible escalofrío que recorrió cada parte de su cuerpo, asintió en silencio y volvió a suspirar.

-le pediré a Usopp que te lleve - se levantó de su lugar y le dio la espalda, la sensación en su pecho era terrible y justo cuando iba a dar el primer paso sintió los brazos del rubio rodear su cuerpo, solo entonces un par de traviesas lágrimas se le salieron.

-¿de verdad vas a dejarme ir así? - murmuró Sanji.

La verdad es que a Sanji le llamaba demasiado la atención en este momento la idea de volver donde las chicas, ellas lo miman y seguramente lo harán sentir muy bien, pero por otro lado esta Zoro a quien no conoce ni un poquito y con quien al parecer quiere estar, cuando lo vio levantarse y aceptar su decisión en silencio se imagino rápidamente a él lejos de ese hombre y corrió para detenerlo.

-yo solo quiero saber que esta pasando... Si no me dices nada yo no sé que pensar - agrego el rubio de inmediato.

-aaah... - Zoro suspiró largamente, sexo su rostro con rapidez y dio media vuelta- bien te lo diré

Mi Gran AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora