Mi Gran Amor

Veinticuatro

Aquella tarde fue que encontraron al joven Usoop, parecía que recibió una terrible paliza y estaba tirado junto al automovil, los hombres que salieron a buscarlo lo encontraron casi al anochecer.

Sanji no estaba con él debido a que el joven asistente de Zoro fue quien ideó un rápido plan para salvarlo sacrificando se a sí mismo.

Aquella mañana cuando Zoro le pidió seriamente que no despegaran ojo de Sanji ya que debía llevar a Law a casa de su padre, esa mañana cuando Zoro finalmente se fue, él lo escucho todo, el plan de esa mujer.

Usoop rápidamente le sugirió a Sanji que hacían falta algunas cosas para la cocinan y se ofreció amablemente a acompañarle mientras Katakuri regresaba, era de suma urgencia sacarlo de casa, de lo contrario Hiyori pensaba agregar algunas pastillas para cedar al rubio y sacarlo ella misma de casa sin levantar sospechas.

Usopp marco incansablemente a Katakuri una y otra vez mientras sonreía ante Sanji esperando a que estuviera listo, le respondió justo antes de que subieran al automovil, Usopp le dio estrictas instrucciones y le pidió que porfavor lo llevara a casa de su abuelo.

Para Sanji parecía todo ser tan normal, un día cotidiano, en cuanto vio a Katakuri se sintió extrañamente reconfortado y no dudo en subir a la camioneta del más alto, Usopp repito más relajado en cuanto vio al rubio despedirse con una gran sonrisa, en ese momento fue que llamo a Zoro pero este ya no contestaba, lo intento demasiadas veces pero no había señal de él, había pasado un rato desde que salió de casa y asumió que quizás Zoro ya abría regresado, pero de todas formas se sintió asustado ya que el amo Zoro siempre atendían sus llamadas y fue cuando decidió marcar a Law quien al igual que él peliverde no respondió, se sintió realmente nervioso cuando vio una camioneta negra estacionarse frente a él y bajar a algunos tipos armados desde allí.

Entro en pánico y marco a Nico Robin quien si le contesto de inmediato, entre tartamudeos le explico todo y le pidió que porfavor alguien fuera por él, los hombres se acercaron más aún y lo último que alcanzo a enviar fue un mensaje con su hubicacion exacta antes de que el vidrio del piloto reventara en mil pedazo.

En cuanto dieron con el rápidamente lo llevaron a la casa principal, al parecer la desolada casa del peliverde no era un punto seguro en este momento y lo sucedido con Usoop dejaba más que claro una cosa, ella seguía trabajando con los hombres de Kaido.

Zoro seguía recostado, Marco logro contrarrestar el efecto de la droga con algunos inhividores pero aún así la cantidad había sido bastante y su cuerpo apenas lo estaba pasando, se pregunto demasiadas veces en su cabeza donde estaba el rubio pero no preguntó nada.

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Sanji por su parte lleva un rato sintiéndose extraño, esta allí sentado en el salón del restaurante mientras ve a sus amigas correr de aquí para allá atendiendo las mesas se mueven demasiado rápido y dejan una silueta de color por cada lugar que recorren, su abuelo frente a él le habla de algunas cosas pero el no entiende nada, se siente ensordecido y perdido, alejado de todos los que lo rodean como si estuviera sentado allí rodeado de fantasmas qué sólo susurran cosas en sus oídos, movió sus ojos en dirección a la puerta los cuales se sentían cada vez más nublados y repletos de pequeños gusanillos grises que poco a poco cubrían toda su visión y ese pitido en el oído que crecía cada vez más, lo último que vio fue a Katakuri entrar corriendo en dirección a él con una expresión de preocupación que no entendió dibujada en su rostro, parpadeo de forma pesada y decidió cerrar los ojos ya que se sentía demasiado cansado.

-¡Sanji! - gritaron el abuelo y el matón a la vez - ¡Sanji! Repitieron.

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