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La llegada de Law a casa no había significado realmente un gran cambio, él hombre en cuestión solo se la pasaba encerrado en su habitación todo el tiempo y aunque Sanji ha querido visitarlo, el imponente olor del alfa no se lo permite, intenta dar un par de pasos para acercarse a la habitación pero simplemente no puede, lo rechaza con todas sus letras.

Zoro lo noto a los pocos días, en realidad aunque al rubio no le importaba, su parte inconsciente se sentía realmente incomoda con la presencia del pelinegro allí, tener a Zoro y a Katakuri encima todo el tiempo ya era demasiada presión para un omega embarazado como Sanji y además tener a un tercer alfa en casa era demasiado para su estabilidad emocional y sin contar al cuarto personaje Ichiji a quien no esperaba ver derrepente.

Desde ese día Katakuri se ha vuelto más intenso y cada vez que vuelven de la calle Zoro lo interroga minuciosamente, se está volviendo una situación desesperante para el rubio quien sentado en su cama solo observa como su vientre crece a cada minuto, ya esta ligeramente abultado y en ocasiones siente como se mueve dentro de él.

El asunto de la nueva familia era realmente algo que le pareció tan ostigante, si, él quiere mucho pasar tiempo con Zoro pero por mucho que quiera algo dentro de su pecho le dice que esto no será color de rosas como pensó en un principio.

En realidad ya casi nunca veía al peliverde porque este estaba encerrado en su oficina en una importante reunión con un señor mayor justo como ahora, no ha querido preguntar porque sabe la respuesta "solo es trabajo" y si no esta en su oficina es en habitación de Law y si no es alli es en casa de su padre, y cuando sta en casa es Sanji quien busca salir a otro lado como si en realidad lo estuviera evitando a toda costa.

Suspiró largamente y se recostó, dormir un rato siempre le sentaba bien, sobre todo cuando se siente tan cansado mentalmente como ahora.

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Aquel día, el día en que Law finalmente descubrió a quien pertenecía ese aroma fue uno de los más emocionantes en mucho tiempo.

Había decidido seriamente que una ducha le sentaría bien, lleva días recostado sin moverse y aunque eso no le molesto durante tres meses, hoy siente la extraña necesidad de bañarse de quitarse el olor a sudor de tantas noches lleno de pesadillas, su aroma había cambiado, Law era muy consciente de eso y él extraño sueño sumado a su misterioso visitante eran algo nuevo para él.

Entonces se metió desnudo bajo el chorro de agua y dejo largo rato que callera sobre él, cerró los ojos y pareció una eternidad hasta que volvió a sentir ese olor, mucho más intenso, abrió los ojos de par y miro a ambos lados realmente sorprendido, dejo la ducha correr y salió de ella, dio unos cuantos pasos lo suficiente para detenerse en la puerta sin abrirla, se congeló allí en cuanto escucho su voz jadear muy suavemente.

Todo su mundo se detuvo y todo el negro que lo rodea constantemente se transformó rápidamente en en un haz de luz encegecedor, puso la mano en la perilla y la giro suavemente, abrió lo suficiente para observa con uno de sus ojos y fue entonces cuando lo vio.

Esa bonita aura rosa pálido venía de él, la que vio en sus sueños, la que lo reconforto tanto aquel día, el aroma también y lo que estaba haciendo sobre su cama le devolvió la vida al cuerpo, rápidamente sintió como una potente adrenalina lo invadió y una corriente de electricidad removió cada una de sus células volviéndola todas a la vida de golpe.

El chico se veía bajito y delgado, tenía la cabeza hundida en la almohada que utiliza para dormir todas las noches, solo alcanza a ver su espalda hacía arriba y esa traviesa mano metida dentro de su pantalón su corazón se paralizó y dio un paso atrás dando media vuelta ¿como podría mirar algo como eso? Fue solo un corto pensamiento que desapareció en cuanto lo escucho gemir suavemente, volteó otra vez y lo vio fijamente, si el chico estaba en su cama haciendo ese tipo de cosas obviamente podría ser descubierto sobre todo si desprendía un aroma como ese, tan atrayente y delicioso.

Law trago con dificultad cuando sus caderas se alzaron suavemente y dejaron ver con demasiada claridad como se masturba por atrás, gimiendo suavemente pero con descaro, metiendo y sacando sus dedos, aunque esta cubierto por esa tela del pantalón los movimientos son más que evidentes.

-¿quién es él ? - se preguntó demasiadas veces, no pudo despejar su vista de esa erotica escena sino hasta que lo vio retorcerse un poco y caer finalmente rendido, alzó la cabeza y respiro profundo como devolviendo el aire a sus pulmones y comenzó a jadear como perro en celo tan sonrojado y exitado.

Solo alcanzo a ver su rostro de perfil, pero lo que vio le pareció tan maravillosamente hermoso, como una obra de arte antigua, su figura, esa expresión todo era tan nuevo y espectacular, sus ojos brillaron llenos de ilusión cuando lo vio abrazar su almohada una vez más y llenar sus pulmones, como un sueño.

-que se quede allí... -pensó rápidamente.

El muchacho finalmente se levantó y luego de soltar una traviesa carcajada se levantó, acomodo su ropa y salió corriendo de allí, Law lo siguió con la mirada incapaz de arruinar su momento triunfante, como si él chiquillo disfrutara demasiado de esa complicidad.

Volvió adentro de la ducha y se apoyo en la pared a su espalda, ahora se sentía tan ansioso, lleno de vitalidad sonrojado hasta las orejas y con un problema de erección entre las piernas.

Aquella vez Garp se despidió y se llevó a un muy sonriente a luffy con él, Zoro se sento en su escritorio y suspiró largamente otra vez, el entiende muy bien que las cosas están complicadas, el no poder estar tanto tiempo con Sanji como quisiera le juega en contra y se siente desganado, la conversación con Zeff y sus amigas tampoco es algo mejor ahora no solo se siente desganado sino tambien culpable por ser quien genere esa situación.

Justo ahora siente unas terribles ganas de ir con él y así estaba por hacerlo cuando la puerta de su oficina se abrió de forma violenta y por ella entró Law que se aproximó dando largas zancadas y apoyo ambas manos sobre el escritorio de Zoro, estaba completamente empapado y desnudo de pies a cabeza, miro a su hermano con los ojos bien abiertos y Zoro vio como su colorado rostro había vuelto milagrosamente a la vida.

-Law - murmuró.

-¿sigo vivo? - preguntó - todavía sigo vivo ¿verdad?

Zoro se levantó y con preocupación vio a Law a los ojos, al parecer finalmente había perdido el juicio.

-¿porque me preguntas algo como eso? Claro que sigues vivo - respondió Zoro con calma.

Law desvío la mirada y sonrió ampliamente, comenzó a reír de forma ligera primero y luego finalmente dejo salir un par de lágrimas, las cuales continuaron saliendo unas tras otras mientras reía.

Se sentía malditamente feliz de seguir con vida, de respirar, de haber tenido el privilegio de observar a su pequeña obra de arte revolcarse sobre su cama, su delicioso aroma todo de él.

-¿enloqueciste? - preguntó Zoro quien rodeo su escritorio y se quito la chaqueta para cubrir las partes de Law.

Este a su vez posó ambas manos sobre sus hombros y halo de el con fuerza.

-es que creo que vi a un hermoso angel...

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Un pequeño capítulo Extra para enmendar la confusión anterior....

Y porque tenía muchas ganas de escribir esta parte hace días espero que lo disfruten ;)

Mi Gran AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora