Mi Gran Amor

Veintidos

El habiente en casa de Zoro parecía levemente tenso, había pasado una semana desde que aquella chica llamada hiyori quien decía ser prima del peliverde había llegado, ella se encargaba de preparar el desayuno y eso tenía un poco irritado a Sanji quien realmente ama hacerlo, cuando esta junto a Zoro ella siempre aparece, en realidad siempre está rondando cada rincón de la casa curioseando por aquí y por allá.

Era especialmente amable con Sanji y siempre estaba queriendo ayudarle en lo que sea, Sanji la acepta poco a poco después de todo le recuerda mucho a sus amigas cuando las visita y de alguna forma poco a poco se siente reconfortado, más acompañado.

Katakuri por su parte no puede evitar mirar de reojo a la chica y pensar cosas como "yo la he visto en algún lugar" o "su rostro se me hace muy familiar" le causa demasiada desconfianza pero Zoro y Sanji parecen aceptarla. La verdad es que aunque el peliverde no se lo pidió esta más atento que nunca ante cualquier peligro su sexto sentido se lo dice a cada momento.

Hiyori y el rubio compartían en su habitación, hablaban sobre trivialidades y ella le preguntaba muchas cosa sobre su embarazo o sobre él, de donde venía y como conoció a Zoro, sentía demasiada curiosidad por el rubio y precisamente era eso lo que provocaba esa desconfianza en Katakuri o quizá solo sean unos simples celos... Quizá

Suspiró profundamente resignado y abedecio en cuanto vio al peliverde llamarle desde el final del pasillo, asintió y lo siguió.

-No hace falta que lo vigiles dentro de casa - comentó el peliverde con calma.

-lo sé - mascullo entre dientes, devolvió la vista a la puerta y frunció el ceño - si me lo permite amo Zoro, esa mujer me da desconfianza - confesó.

Zoro frunció el ceño de alguna forma a él le provocaba lo mismo pero también estaba el echo de que posiblemente sea la única familia biológica que le queda, su corazón está dividido entre la incertidumbre y el cariño.

-hmm... Te entiendo - bajo un poco la mirada y chasqueo la lengua - pero ¿que debería hacer?

-el señor Zoro es alguien inteligente - agrego Katakuri ante el rostro confundido del jefe - estoy seguro que encontrará la respuesta... Así que le pido que hasta que eso suceda, me deje vigilar al joven Sanji más de cerca - pidió en tono de voz bajo.

-llevas más de tres meses vigilando cada día por su bienestar... Deberías tomarte un día - Zoro decidió sacudir su cabeza y olvidar un poco sus preocupaciones, escucho a Sanji reír animado y de alguna forma se sintió más tranquilo.

-No puedo - negó de inmediato.

-Sanji no va a salir de casa durante el resto del día, tiene intenciones de arreglar el cuarto del bebé y tu podría salir, relajarte y olvidar todo este asunto solo por un rato.

Katakuri frunció el ceño, la verdad es que la idea no le gusta para nada

-No puedo hacer eso... Mi deber es pro... - fue interrumpido.

-proteger a Sanji con tu vida... Lo sé - palmeo con suavidad su hombro - no te preocupes, yo estaré aquí con él

Katakuri no pudo rechistar una segunda vez, Zoro prácticamente lo saco a patadas de la casa, le entrego una tarjeta de crédito y le ordenó que hiciera lo que quisiera pero que regresara al anochecer.