42 (Penúltimo capítulo)

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—Oye Hyunie... Tengo que ir a buscar unos papeles al departamento..- dijo Chan.- Y el pago ese... el que es a principios de cuándo arrendai.

—¿La garantía?- preguntó Hyunjin alzando la ceja. Chan aplaudió y lo señaló.

—Esa misma weaaaa.- dijo y rió. Besó su frente y se acomodó revisando su celular.- Y estaba pensando que podemos.... - alzó las cejas.

—¿Las escaleras?- preguntó Hyunjin con fé. Chan asintió y rió.- ESOOOOOOOOO.- gritó celebrando, besando su rostro. - Que felicidad. ¿Cuándo vamos? ¿Vamos a ir esta semana? ¿Mañana?- preguntó.

—Ay apurooon. - dijo Chan y rió. Hyunjin rió y tosió cuándo se ahogo con salivita.
Se pegó en el pecho un poco y dejo de reirse. Chan lo miró, preocupado.- Hyunie... ¿Estás bien? - preguntó. Hyunjin le sonrió y asintió, dándole un beso, frotando sus narices.

Chan frunció el ceño y lo miró fijo.

—Dime la verdad.....- dijo suspirando. Hyunjin rodó los ojos.

—Si es verdaad. Deja de desconfiar.- dijo Hyunjin y le apretó las mejillas. -Uno ya no puee poner cara que altiro te poni a llorar oee.- dijo y le dió un beso riéndose.

Chan sujetó sus mejillas y lo alejo, alzando las cejas.

—Hyunjin. Dime la verdad.- dijo.

—Ay déjate.- dijo Hyunjin y rodó los ojos, levantándose de la cama. - No puedo tener niuna wea que te psicoseai entero.

—No me psicoseo, te conozco... Y tu cara me dice que no estas bien. ¿Qué te dijo el cardiólogo? Dime la verdad, porfa.-

Hyunjin se quedó en silencio, mirándose las manos.

Puchereo un poco y respiró hondo.

—No quiero hablar.- dijo y tomó su celular y la cajita de los pitos, antes de irse de la pieza. Chan suspiró y salió tras Hyunjin, pero ya había salido de la casa. Chan se puso pantalones y zapatos lo más rápido que pudo, agarrando el skate para buscar a Hyunjin, aunque no se le ocurría dónde podía estar. Dio unas vueltas a la manzana, mirando a su pololo en algún lado.
Fue a la casa de sus amigos que vivian más cerca y no estaba.

Miró el skate, sin rumbo, tratando de pensar en algún lugar.
Y ahora, vió su skate.

Partió, con un lugar fijo en su cabeza, afirmandose de una micro para ir más rápido. Le preocupaba muchísimo Hyunjin. Siempre le contaba todo lo que le decía el médico y el hecho de que hubiese evitado a toda costa decirle, solo le hacía imaginar lo peor.

Y una parte de él, la más egoísta y tonta, lo hacía sentirse mal porque al menos, si pasaba algo, se sentía con el derecho de saber y preparar su psiquis para las cosas que se venían, fuera salud, enfermedad, duelo o no.

Y era obvio que algo no estaba bien si Hyunjin omitia información, pero, ¿Qué tan mal?

Vió el techo de la casita y Hyunjin estaba ahí, abrazando sus rodillas. Se fue a sentar a su lado, tomando su manito.

—Estoy un poco enfermito...- comenzó a decir Hyunjin, jugando con sus dedos. - bueno, no un poco, muchito.- dijo. la expresión de Chan se amargó completamente.

—¿d-de qué?- preguntó el mayor, sujetando su mano, Hyunjin suspiró y acarició sus dedos.

—deformación coronaria degenerativa. - dijo. - osea qué... mis arterias.. se le hacen plaquitas, que van tapándose la una con la otra, que me van dejando sin espacio para que fluya la sangre...- dijo, mirándolo. viendo los ojos llorosos de chan. le sonrió, tratando de darle tranquilidad. - así que... en algún momento, esas plaquitas van a tapar todo y no va a fluir la sangre a mi corazón.

despídete bien .- hyunchan chilensis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora