ʟɪᴠɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟ《 Kokushibo 》©

XXXI:

Anteriormente:

El alzó la mirada rápidamente, y la vio. Ella pensó en alejarse por aquellos ojos enormemente abiertos, totalmente anormales. Las lágrimas se acumularon en sus ojos verdes, ya opacados por la misma oscuridad de la casa.

-Estoy embarazada, Kokushibo-San.

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La piel de la Luna Superior 1 se vio erizada, por esa razón, Muzan siempre les advirtió sobre eso apenas se habían vuelto demonios, y sumando que, muchas palabras como: "A partir de volverse demonios, se vuelven inmediatamente infértiles", era una mentira muy costosa, y el la estaba viviendo en esos momentos. Por el rabillo de sus ojos, notó a su compañera encorvada, y con la mirada en el suelo, supuso que esperando una respuesta mala por parte de el; el lío era enorme, si se era sincero, no le importaba si terminaba hecho pedazos a manos de su líder, sino ella, siendo una mortal, y sin la fuerza contra Muzan, estaba, desde luego, acabada.
Va, que no tendría problemas en criar un hijo con ella, si lo que tuvieron aquellas noches, y concientes de no haberse protegido, era claro. Ahora tocaba hacerse responsables de todo lo que venía, y ambos,concordaron que sería un camino pantanoso, probablemente peligroso y desconocido.

-¿Que piensas hacer tu?- Soltó sin más. Estaba más que claro que el no la obligaría a nada que no quisiese.

-No quiero atarte a una responsabilidad tan grande como está, Kokushibo-San, se que es peor para ti si Muzan se entera, si lo mejor para los dos, es interrumpir el embarazo, lo hago.- El se movió levemente en su lugar.

Aime supo que el estaba pensando en que hacer, pero, notó que algo raro paso por su mirada, algo fugaz, y apostó que era un sentimiento melancólico. Kokushibo sintió la necesidad de querer tenerlo, y a lo mejor, poder terminar de sacar en su interior, el sentimiento de soledad, y ella, también, si quería tenerlo, no obstante, pensó en el primero, como prioridad principal.

-¿Nos arriesgamos?- Una sonrisa, lo más parecido a una mueca, adorno su bello y jovial rostro.

El volteo y la miro, analizando cada facción, y estando de acuerdo, asintio.

...

Los pilares, estaban fuera de la casa del Patrón, esperando a que saliese para anunciar alguna noticia nueva, como de costumbre.
Todos, menos Rengoku, estaban allí, desgraciadamente, el Pilar del Fuego cayó a manos de Akaza, la Luna Superior 3, Tanjiro, Nezuko, Zenitsu y Inosuke salieron vivos de ese encuentro, llevando la vida del calido y caliente pilar.

Mitsuri lloró desconsoladamente por su maestro fallecido, pero orgullosa de el por haberse logrado convertido en un hombre fuerte, y lo más importante para la mayoría, poderle haber hecho frente a Akaza.

De repente, la puerta se abrió, pero, el patrón no se vio, sino su esposa.

-Buenas tardes a todos. Espero su noche se encuentren buenos.- Nadie contesto nada, por primera vez, el ambiente se encontró pesado, a tal punto de querer irse de allí. -Ubuyashiki-San no sé encientra en salud para darles la noticia, por lo tanto, he de tomar su lugar como patrona a partir de ahora.

Se oyeron sonidos ahogados, de sorpresa, de horror, y otras expresiones funestas. Amane los logro callar con alzar su mano.

-Su enfermedad ha avanzado, ya no tiene fuerzas para ponerse de pie, pero, el aún puede hablar, y lo más importante, estar conciente de su entorno, pero no puedo asegurar nada.- La mayoría bajo la mirada. -Muzan ha logrado obtener el Lirio Araña Azul, y como la Primavera ha ingresado, la flor no tardará más de un mes, pero, ante acontecimientos que recibí como informe, el lirio se ha modificado naturalmente, dependiendo del ambiente.- Estaba claro que, Muzan perdería tiempo muy valioso com la dichosa flor, ya que se desarrolló bajo techo, y no con la misma naturaleza, en su lugar de origen. -Lo mejor es, de una vez, ir contra Muzan, la cuenta regresiva ha iniciado, es solo pestañear y ver a Muzan caminando entre los seres humanos, bajo el sol, y completamente invencible.

Todos asintieron, y cuando Amane se retiró, ellos también, cada uno a sus respectivos hogares, con miles de preguntas en sus mentes.

No obstante, Uzui, tenía a Aime en su mente, ella estaba tan involucrada, que se había olvidado de salir a buscarla, pero, no sabía exactamente dónde se encontraba desde la lucha en el Distrito Rojo.
Soltando un bufido, seguido de una maldición, se fue con sus tres esposas, quien lo esperaban con la cena.

...

-Lo mejor es mantenerlo en secreto.- Ella asintio ante las palabras del demonio, y con timidez, tomo la mano de el, y la entrelazó con la suya. El no tardó en darle un suave apretón.

Estaba muy difícil, pero, bien en el interior, Kokushibo pidió que todo acabase ya, también, se pregunto si Muzan caía, ¿El tambien? ¿Que sucedería? ¿Moriría? ¿Se volvería un humano? ¿Los años pasarían volando y moriría de vejez en menos de un minuto? Abrumado, con la mano libre, la colocó en su cara, ese tipo de preguntas abordaban su mente, no todo el tiempo, pero si seguido, a tal punto de levemente distraerse; la castaña lo miro, y con su otra mano, acaricio suavemente su cuello, las venas estaban más que marcadas, dando una sensación extraña al pasar su mano.

-¿Esto te abruma, verdad?- Susurro ella. El negó.

-Si Muzan-Sama muere a manos de los cazadores, ¿Que pasara conmigo y los demás si seguimos vivos?- Su voz sonó fuerte, como si la rabia y nervios estuviesen luchando para ver quién ganaba, y ante eso, no podía controlar el nivel de voz, era como un vaivén de susurros y voces al borde de los gritos.

Ella se paró de la cama, y se quedó frente a el, con una ronrisa de oreja a oreja, llamando su atención.

-Hagamos algo, Kokushibo-San.- Se rasco la nariz, con nerviosismo, buscando alguna idea para distraerlo. -¿Que tal si...en lugar de dormir, salimos a caminar? Debe de haber algún lugar que te guste, ¿Verdad?

El asintio, pero dudo en sacarla a caminar por la noche, pero, estando con ella, y el sitio donde la llevaría ningún otro demonio tenía permitido entrar, sería interesante. Pensó con minimo ánimo.

Ella se colocó un saco sobre el Kimono, y los dos salieron, bajo la luz suave de la Luna llena.