XLVIII:

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-Eres una vergüenza, Kokushibo

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-Eres una vergüenza, Kokushibo. -El señor de los demonios avanzaba a paso lento hacia su ex servidor.

Kokushibo no se dio cuenta de las enormes perdidas que tuvieron los cazadores. Muchos Kakushis acabaron en pedazos, y era difícil no tropezarse con ellos. Sin embargo, la Luna Superior Uno ya tenía experiencia luchando entre cadáveres.

-¿Todo esto fue parte de tu plan?- Le pregunto con la respiración agitada. Muzan soltó una carcajada, cinco tentáculos afilados se alzaban, listos para atacar a Kokushibo.

-¿Aún no lo entiendes, bastardo? ¡Yo seré quién gobierne el mundo!- Abrió los brazos, sonriendo de oreja a oreja.

Los pocos que quedaban, Tanjiro, Zenitsu, Inosuke, Kanao, Akaza, y Muichiro, quien apareció minutos antes de comenzar la lucha, miraban a ambos demonios en completo silencio.
Akaza avanzo, llevándose las miradas, y ahí es donde Muzan decidio atacar.

-¡Tu y Tsugikuni son los peores traidores que he tenido a lo largo de mis años en esta Tierra!- Las dos lunas esquivaban los ataques de Muzan con gran agilidad, solo que Kokushibo andaba en aprietos debido a la reducción de velocidad por las inyecciones. -¿Que sucede contigo? Vas más lento.

Ante la mirada de Muzan, Akaza notó como sospechaba de el, pero dudaba que se diese cuenta de todo el plan. Muichiro cayó frente a Kokushibo, protegiéndolo de dos tentáculos que le iban a apuñalar en las piernas.

-¡Tienes que moverte de aquí, el está muy cerca!- El grito de Muichiro sacudió la cabeza de la Luna Superior y se movió, habían tenido suerte esa vez, pero no la próxima.

Siendo los tres contra el Señor de los Demonios, era una tarea difícil de empeñar, y más cuando Tanjiro y los demás estaban entre los escombros, no dando señales de vida. Cantidad de vidas ya se habían perdido. Vidas que podrían haber aportado en esta dura batalla, pero los instintos asesinos y de supervivencia habían ganado en ellos, principalmente en Kokushibo y Akaza, quienes habían matado Pilares, ahí, fue donde La Luna Superior Uno se arrepintió de sus acciones, pero, ¿Se hubiese dejado matar? Claro que no, Aime estaba postrada en cama, lista para dar a luz a su futuro hijo, el cual pronto nacería; según información recibida, Tamayo visito a Aime, y anuncio que el nacimiento de la criatura se había adelantado, por lo tanto, su hijo nacería entre esa noche y la siguiente.

Un detalle que captó tarde, es como Tamayo intentaba apresurar los acontecimientos, dejando los posibles errores al costado del camino, no supo si considerarlo como "malo" ya que se estaba saltando caídas, y una de ellas era tener a muchos cazadores ya derrotados. Tanjiro tenía un gravísimo corte en el cuello provocado por las garras de Muzan; Inosuke acabo con una herida en el rostro, perdiendo su ojo izquierdo a causa del tremendo corte y Zenitsu perdió un brazo y pierna. Los Kakushis hacían lo que podían, pero no había esperanza en ellos. Y notando a Akaza, ya estaba cansado.

Cayendo y escondiéndose entre escombros, los dos demonios necesitaban planear algo rápido.

-Tocar a Muzan es imposible.- Los cortes en el rostro de Akaza iban sanando rápidamente. -Llevamos así más de dos horas.

-El protege sus órganos, tiene cinco cerebros y siete corazones, todos bien ubicados, sé dónde están, pero atacarlo y destrozar uno es difícil.- Susurro Kokushibo mientras miraba su Nichirin. -Si de por si no podemos herirlo, ¿Cómo podremos atinarle a un organo?

Sin más, todo voló por los aires, incluyendo a ambos. Todo pareció verse en cámara lenta. Muzan riéndose, los gritos de los Kakushis, la caída de casas...todo era el infierno rodeando a todos.
Los dos aprovecharon estar en el aire, para caer sobre su antiguo líder, y dar con todo, y gracias a la suerte, Kokushibo le atino al cerebro que estaba ubicado en el abdomen. Por primera vez, una sonrisa iluminó el rostro de La Luna Superior, no creyéndose capaz de tal acción, pero esa felicidad se apagó cuando Muzan le cortó el pecho y posteriormente lo lanzó a los escombros, donde los demás estaban.

-¡Kokushibo! -El grito de Akaza sacudió la Tierra.

-¡No te distraigas!-Espetó Muzan, furioso.

Por poco, Akaza acababa sin cabeza. Tenía que buscar la forma de atinarle a otro órgano sin Kokushibo, pero no se veía capaz, y menos a puño limpio.

...

-¡Ay, caray! -Chilló Minami mientras miraba a Aime.

La castaña había roto fuente mientras sufría por las contracciones. No logro pegar un ojo en todo el día por ello, y menos ahora que su hijo iba a nacer.
Minami a tropezones llamo a los médicos, y con rapidez la prepararon allí, no había tiempo para moverla, y según Tora, una de las parteras, tenía ocho de dilatación, lo suficiente para comenzar a pujar en la próxima contracción.

-¿Madre primeriza? -Le pregunto Tora a Aime, quien a duras penas podía hablar por los dolores. -Eso es un si, tu cuerpo lo delata.

La mujer alzó las sábanas y asombrada, miro a Hanako, quien apretó los labios.

-Mira nomás.- Soltó mientras tomaba una tijera, asustando a Aime. -No te preocupes, comenté esto porque ya puedo ver parte de la cabeza, deje las tijeras aquí para cortar el corto umbilical. Si sigues pujando así, el bebé saldrá volando.

Minami sonrió divertida mientras Aime apretaba su mano.

-Bien, Aime-Chan, en la próxima contracción dale fuerte, sin miedo.- La muchacha asintió, presa de los nervios.

...

Bajo los pesados escombros, Kokushibo observaba el rostro sin vida de Zenitsu. Como se mencionó anteriormente, el muchacho había perdido su brazo y pierna, muriendo por desangrado y falta de atención médica, no pensó mucho en los demás, había probabilidades de que Kamado Tanjiro hubiese fallecido igual que el otro con cabeza de jabalí.
Alzó su mano y la vio, había sentido su mortalidad cuando comenzó a luchar contra Muzan, el peso de su propio cuerpo por el cansancio, el sudor excesivo, el dolor intenso en la heridas...se cuestionó si debió de hacerlo, pero recordó a Aime, quien era su pilar.

Sin embargo, algo, o más bien alguien, lo saco de sus pensamientos.

-Esto no es extravagante, es asqueroso.

Uzui Tengen ingreso a la batalla junto a sus tres esposas, quienes venían cargadas de armas. Incluso, el que ellos tuviesen armaduras antiguas supuestamente fuertes, la fuerza descomunal de Muzan los haría pedazos.

Rápidamente Kokushibo salió de la tierra, por primera vez, horrorizado.

-¡Váyanse de aquí!-Les grito, los cuatro no tenían oportunidad, eran seres humanos, y peor aún, a Uzui le faltaban un brazo.

De pronto, Muzan ataco a su antiguo servidor, alzando una cantidad inimaginable de polvo.

-¡Chicas, La Luna Superior Uno nos necesita!

Y sin dudar, se lanzaron contra Muzan Kibutsuji.

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Anduve con escritos en el liceo, por eso me demore, ueueue.

Besos y abrazos para todos.

ʟɪᴠɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟ《 Kokushibo 》©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora