~Camille~
Maldita cabrona traicionera.
Me tienta sabiendo que puedo ser mucho peor, y todavía tiene el descaro de dudarlo.
Quién mejor para enfrentarte que tu madre.
¿Quién mejor para ganarle que su hija?
Touché.
Me coloco mi antifaz de encaje blanco que combina con mi vestido. Tobías se apareció en mi habitación en la mañana, mientras un robot me cuidaba las heridas. Traía una caja blanca entre sus manos cuando se sentó en la cama.
"Esta noche es nuestra noche, pase lo que pase. Somos tú, Camille Dornen, Adler y yo Tobías contra todo. Un equipo, un mismo núcleo, conectados todo el tiempo. Haya o no perdón en ti hacia nosotros, es lo qué hay, lo que somos, y nadie nos lo va a quitar jamás. Te quiero sin ataduras o remordimientos, quiero que te dejes hacer lo que quieras hacer, porque nadie te va a detener. ¿Me entiendes?"
Dejó un beso en mi frente para no estropear mi maquillaje, y se fue, dejándome el vestido. Es elegante, firme y liso. No te dice absolutamente nada, porque para eso estoy yo. Las luces empiezan a parpadear y la adrenalina se dispara en mis venas, la segunda puerta del salón abriéndose.
Más gente enmascarada entra al salón. Mis hombres sueltan mis manos y se dividen para merodear por el salón como tiburones, rodeando a sus presas. Yo sigo mi camino por el centro, dejando que todos me vean.
El salón se llena en poco tiempo, la música aumentando su volumen. Cuando las puertas se vuelven a cerrar, las luces vuelven a su lugar. Bajas, oscuras para mantener el misterio. Las máscaras no son más que un accesorio, es imposible no reconocer a mis invitados.
Me acerco a mi primer objetivo, endureciendo mi cuerpo entero al instante. Me estiro, levanto el mentón y le sonrío. Sus ojos verdes entrecerrados me intentan leer, pero no hay nada que leer más que la locura que mis ojos hacen brillar.
- Sabía que la cordura no era tu fuerte, pero llegar a este punto me está tentando tanto como a un duende un diamante.
Me río con gracia, ladeando la cabeza. Una mujer enmascarada pasa junto a nosotros, ofreciendo champagne. Tomo dos copas, y le doy a elegir la que quiera. Toma una por cortesía, mirándome a los ojos.
Buscando la trampa.
Si supiera que cayó desde hace bastante tiempo.
- Soy un diamante bastante atractivo. - concuerdo, tomando un sorbo de mi bebida burbujeante. - ¿Qué sería de esta fiesta sin ti Joaquín? Siempre le das ese toque que no quería que faltara. - me relamo los labios, como si saboreara mis palabras. - Además, somos como tu familia, solo que si vivos.
Su ojo brinca en un tic mientras extiende una amarga sonrisa en su boca, levantando la copa a mi como si brindara.
- Eres una perra descarada, Camille Dornen.
- Oh cariño, soy muchas cosas. Eso ya lo sabíamos. - le guiño un ojo debajo del antifaz, entregándole mi copa. - Ten una buena velada, amigo.
Paso por su lado con una sonrisa de victoria y la espalda recta. No pongo en alerta mis sentidos, solo me alejo de él sin darle el poder de hacerme dudar si me va a atacar. Porque no lo va a hacer, nadie aquí lo hará.
De reojo veo a su sombra moverse entre la gente. Nadie lo nota o lo voltea a ver, un maestro en lo que hace. Sonrío a mis adentro mientras lo veo cazar a su jefe con los ojos llenos de frialdad.
Cuando uno ve a un guardia de seguridad y tiene la mirada en pausa hacia su líder, no es porque no se le permita pensar o mirarle. Es porque su necesidad de odiarlo por suponer un poder mayor sobre ellos los hace avergonzarse sin darse cuenta, y terminan apagando su mirada mientras fingen que no sienten eso.
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Domain #3 COMPLETA.
Science FictionTrilogía Zafiro.💎 El reto final. Las cartas han sido puestas sobre la mesa, ahora todos están molestos y listos para conseguir lo que quieren. La cacería a las Dornen no se detiene, pero ellas tampoco lo hacen. Muertes. Traición. Deseo. Mentiras. P...