Domain #3 COMPLETA.

CAPÍTULO 15

~Camille~

Déjenme darles un consejo de vida: si en algún momento necesitan pensar les recomiendo huir de una bomba, no hacerlo lo suficientemente rápido y terminar volando por los aires, que su piel se raspe por ramas y su cuerpo quede atascado en estas mismas, en la copa de un árbol de al menos cuatro metros, con quemaduras en su espalda y una perforación en el hombro por una estaca de madera.

Lo digo porque Justo en este momento, es que el conocimiento en el fondo de mi cabeza se sacude y sale a la superficie para responderme una pregunta que solita me hice. ¿Por qué Victoria salvaría a Hans Jones de tomar una decisión que le de un puñetazo a todos los que lo adoran incondicionalmente y probablemente rompa sus alianzas?

Porque cuando el dicho de "mantén tus amigos cerca, y a tus enemigos más cerca" se creó, no fue para vigilarlos. No, fue para que tus enemigos mantengan alejados al resto, no te olvides de quienes son y lo que hacen.

Lo que me lleva a la conclusión de que Victoria necesita un recordatorio de lo malas que pueden ser las personas, con sarcasmo digo, porque verse en el espejo no fue suficiente para ella.

Ahora la pregunta es, ¿por qué necesita recordarlo? Acá hay de dos: necesita algo que la mantenga alerta y lista; o se estaba ablandando.

Pero entonces regresamos al enfrentamiento donde le gritó a Steven que saliera, pero no hubieron señales de él. Eso explica que ha sido un teatro, y en ambos yo sostengo la pistola y hablo desde la rabia.

¿Conclusión? Los ataques son a mi, no a nadie más. Lo que me advierte que este es el rayo que me alumbra, antes de que el trueno me haga temblar. Aparte, es muy específico que me ataque a mi cuando tiene a tantas personas que acabar, pero entonces regreso al punto del enemigo.

Porque mi enemigo mexicano, jugó así como ella, y repetir estrategia es peligroso en un juego de dominio.

Ella no me va a destruir, a nadie va a destruir. Ella va a provocar que con los Jones nos matemos, y cuando la debilidad nos trague, solo terminará el trabajo. Es astuto, pero sigue siendo mi juego, y no lo va a lograr.

- Muévete de ahí Camille. - la voz de Tobías me regresa a la realidad donde mi sangre gotea de mi oído a mi cuello y mi piel entera arde.

Bien, más cicatrices y marcas joder.

- ¿Qué sucedió? - me pregunta Lucille.

Evalúo la situación, gruñendo cuando me empiezo a zafar de las gruesas ramas. Mis palmas queman cuando me sostengo y empiezo a bajar del árbol, pero antes de que toque el suelo, este empieza a temblar.

Bueno, todo empieza a temblar y sacudirse.

- ¿Tobías? - susurro.

- ¡SAL DE AHÍ AHORA! - es su única respuesta.

Y ni para buscarle tres patas al gato.

Caigo mal al suelo y el mareo en mi cabeza me provoca náuseas, pero obligo a mis piernas a moverse en la primera dirección que se me ocurre. El suelo se sacude con más fuerza y escucho el silbido de algo volar por el aire.

Apenas giro media cabeza cuando el estómago se me cae a los pies, la sombra del edificio cayendo inundando todo a mi alrededor. Como una cucaracha me alejo lo más que puedo, apenas respirando para ser más rápida, pero sin vencer las leyes de la física.

Se me cae el edificio encima.

El silencio es el que canta el impacto del edificio detrás de mí, y como si de explosión se tratara, el suelo se aleja de mis pies y mi columna se estira cuando vuelvo a salir volando por los aires.