CAPÍTULO 48

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~Camille~

Todavía mancha mi piel, todavía calienta mis poros, todavía no se adhiere a mi cuerpo. Mis pasos son detenidos, la mirada perdida. Estoy caminando más no estoy aquí, estoy avanzando más estoy atascada en mi cabeza.

Victoria ha muerto.

Me cubrí en su sangre, esperé cada segundo de su terminal agonía hasta que su corazón no andaba más, y no había forma de que ella regresara. Me aseguré de sacarle el corazón del pecho, haciendo un batidero a mi alrededor.

Mucha sangre.

Lo guardé en su cofre de memorias, al que había salpicado con su sangre. Cerré el candado, e introduje la llave donde debía ir su corazón. Aventé su cuerpo desde la altura de la torre en la que me había secuestrado, y salí a los pocos segundos de esta, incendiándola a mis espaldas mientras los únicos restos de lo que sucedió allí dentro, sobreviven en mi.

Levanto la barbilla antes las miradas ajenas, no titubeando en mis pasos. Escuche los gritos de horror, como me gritaron asesina. Me tomaron por loca, y se tardaron bastante en reconocerme bajo tanta sangre.

Una campanita suena cuando empujo la puerta abierta a una pequeña cafetería, dejando manchas de pegajosa sangre en el suelo. Escucho la tensión como escucho el llanto de un niño aterrorizado, pero eso no me impide de caminar a una mesa junto a la ventana.

De pedir un café con dos cucharadas de azúcar, y mirar la calle fuera de aquí.

La gente huye, veo los ojos curiosos fuera de la ventana mientras se alejan lo más que pueden de mi. Me traen mi café, no le doy reconocimiento a la mesera. Sólo miro el cielo azul por encima de nuestras cabezas, y proceso.

Hans Jones es mi padre.

Me besé, folle, pelee, y maté a mi hermano.

Mi otro hermano me está buscando para matarme, al igual que mi padre.

Acabo de asesinar a mi madre.

Respira.

Tomo un sorbo del café, enfocando mis ojos en un arbusto.

No tengo esquizofrenia, simplemente mi cerebro es una mutación del juego científico de Joaquín.

Mi madre intentó abortarme, pero yo me aferré.

Me he aferrado tanto tiempo a nada, como si valiera la pena, y se me exige que lo haga una última vez, para así fallecer completando mi misión.

El nudo crece en mi garganta, y ante mis ojos, fuera de la ventana, me veo.

Veo a mi versión Camille Dornen que vivía en un palacio.

Veo a mi versión huérfana que se metía en los cajones para sobrevivir.

Veo a mi versión bailarina mientras mi mejor amiga me salvaba dando su cuerpo.

Veo mi versión destruida cuando recién Geheimnis me rescató.

Veo a la adolescente que peleó por un bien mayor, volviendo a confiar.

Veo cuando mis misiones empezaron a ser imposibles, la tentación de renunciar y revelarme.

Veo cuando mi vida se cayó a pedazos, y le di la mano a los nuevos demonios para sobrevivir.

Veo cuando perdí la cabeza y el odio me consumió.

Veo cada etapa de mi vida, hasta que como si saliera de mi esta última mujer, se reúne mi yo actual fuera del café. Veo tantas formas, los cambios en las miradas y en las sonrisas. Veo los moretones maquillados, las sonrisas falsas, los jadeos por aire, el aumento de cicatrices.

Domain #3 COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora