CAPÍTULO 23

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~Camille~

- Lindo anillo. - se burla, deteniendo mis pasos.

Joder, ni ir al baño en paz puedo. Levanto mi mirada del piso, girándome a Joaquín parado detrás de mi, con un vaso de Wiskey en su mano. Me mira con sus esmeraldas que tiene por ojos, brillantes como la mierda.

- Puedes tenerlo si quieres, Jakol. - ofrezco, tranquila.

Si, uno de mis mayores enemigos y grandes peligros del mundo está en el pasillo de mi casa, donde estoy sola, herida y cansada. Pero bueno, no es como si mi compañías fueran mejores, o yo lo fuera.

Bien.

- Me gustaba más su plan inicial, ¿sabes? Aunque escucharlos repetirlo por años me tentó a arrancarme los oídos o cortarles la lengua, debo decir que era más apto con su plan inicial. - le resta importancia con un movimiento de manos, encogiendo un hombro. - Pero quienes somos nosotros para juzgar.

- ¿Vienes a jugar con más mentiras y verdades? - inquirero, arrancándome una uña partida del dedo.

Toma un sorbo de la bebida, avanzando hacia mi sin dejar de mirarme con diversión y locura. Algo que lo caracteriza es el constante juego en todo el. Si te fijas bien, la forma en la que mueve las manos son pistas, así como sus gestos.

Y también parece estar tranquilo muchas veces, aunque no se guarda la lengua para molestar y jamás está jugando limpio.

- Al menos soy el único que te da una verdad junto a mil mentiras, ¿no?

Touché.

Le sonrío con los ojos, dándole un asentimiento mientras regreso mis pasos en su dirección, siguiéndome de largo para regresar a la sala de donde robó la bebida. No veo a su sombra por ningún lado, lo que me despierta un cosquilleo en la nuca de que su muerte se acerca.

- No te tomaba por ser de los que buscaba la vía fácil. - admito, sirviéndome un trago yo.

- No me afecta el ego la simplicidad. - se encoge de hombros. - Si tu fueras mía, no te habrías roto cuando te pidiera matrimonio.

Bajo la botella, todavía dándole la espalda con su mirada fija en mi espalda. Sus palabras se entierran en mi cabeza, y respiro profundamente antes de darme media vuelta y encontrarlo mirándome con una leve sonrisa.

- No sabía que me deseabas. - admito.

- Difícil no hacerlo. - toma otro trago, mirándome entre sus pestañas oscuras. - De hecho hay una historia de nuestro amor, Camille.

Me trago la risa, lamiéndome los labios mientras le sonrío con los ojos. Este loco es de lo más inesperado que he podido conocer, y de mis enemigos favoritos por su originalidad. No necesita mentir para tener ventaja, ni desgastarse en guerras para acabar con tu ejército.

Es un chico listo.

- Seguro acababa yo muerta en tu laboratorio. - adivino, robándole una carcajada.

- Mis experimentos no mueren Camille, eso es lo que los hace míos.

Touché.

Ya van dos Camille, síguele el ritmo o te verás ridícula.

- Eso explica mi vida. - me burlo, consiguiendo una respuesta en su silencio.

La carta de Ellie.

"Tu fuiste creada, no como un superhéroe, pero no eres como los demás"

Tomo otro trago, dejando que el silencio se asiente como su respuesta. Intento no dar reacción, y acelero a mi cerebro a buscar todo lo relacionado con Joaquín que pueda tener.

Domain #3 COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora