CAPÍTULO 36

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~Lucille~

Miro mi reflejo en el espejo frente a mi, aferrándome al lavabo con fuerza. Estoy respirando profundamente, haciendo ruido, mientras intento que no caigan muchas más lágrimas de mis ojos.

Camille está mal.

Se me murió en los brazos, jamás había sentido tanto terror como en ese momento.

Sentí que me moría con ella.

No crecimos juntas, y nuestras interacciones no han sido las mejores desde que nos conocimos, y aún así estaba dispuesta a darlo todo porque volviera a abrir los ojos. Que volviera atacarme, a intentar matarme, que se burlara. Lo que sea, con tal que no fuera la cáscara en que quiebra cada día.

Ya ni siquiera finge sus sonrisas de altanería.

Bajo la cara, tomando agua fría para mojarme el rostro. Respiro contra mis manos, tragándome las lágrimas. Lo que más me aterra, es que esta vez nadie la ha atacado y aún así murió. Aún así perdió una batalla.

Lo que desata mi mayor temor, que esta guerra no se acabe porque alguien más la mate. Si no porque ella solita se muera.

- Venga Lucille... mierda. - me aclaro la garganta, frunciendo la cara. - Ya no llores, sal y ayúdala joder.

Asiento un par de veces, inhalando y enderezándome. Escondo mis emociones más frescas de mi rostro y salgo del baño, caminando hacia el baño donde desapareció en los brazos de Tobías.

- ¡Alerta de ataque! - las luces de toda la casa se apagan cuando la voz robótica hace eco en toda la casa, alertándonos apenas unos segundos antes del impacto que explota la parte de la casa detrás de mi.

El aire me manda a volar un par de metros, y logro reaccionar para no lastimarme tanto. En el piso me giro, mirando hacia los escombros detrás de mi, de donde la luz de afuera entra en la nube de polvo.

Escucho trote de militares y alcanzo a ver un traje entero negro y un láser rojo apuntando en mi dirección antes de que me levante de un brinco y salga corriendo en la dirección contraria. Las alarmas en mi cabeza son un canto del nombre de mi hermana, y estoy corriendo hacia ese baño donde estaba cuando cae una bomba explotando esa parte de la casa.

Oh no.

Joder joder joder.

Tropiezo con mis pasos, deteniéndome mientras miro con horror los pedazos de techo que los pudieron haber aplastado. Empiezo a rezar en mi cabeza por que hayan escuchado la alarma, y escucho una ola de disparos soltarse en mi dirección por detrás.

Me arrojo a una columna en un costado, sin saber qué hacer y como moverme. Defender la cosa por mi sola no es lo ideal, pero no se donde está el resto y definitivamente no quiero que Camille se encargue esta vez.

Las balas cesan, dándome apertura para levantarme y salir corriendo, lejos del baño. Venga, Camille se ha salvado de muchas, tan fácil no habrán sido aplastados. Corro por el pasillo, topándome de frente con un escuadrón de militares que alzan sus armas en dirección para perforarme el cuerpo entero.

Ni alcanza a salir el chillido de mi garganta cuando abren fuego, por delante y detrás de mi. Como si fuera a servir de algo me intento cubrir con una mano, y por cerrar los ojos no reacciono de lo que sucede hasta que me jalan por la cintura.

Abro los ojos, mi hermana tirando de mi mano lejos del fuego cruzado, donde está Tobías con un escudo transparente que me cubrió de las balas, y Adler disparando a diestra y siniestra hasta acabar con todos.

- Tenemos que salir de aquí Camille, no tiene caso defender. - le digo en un susurro mientras nos alcanzan sus... ya no se que sean.

- No me van a arrebatar también mi casa. - me gruñe, pero las ojeras debajo de sus ojos y la palidez de sus labios hacen que sus palabras no tengan peso alguno.

Domain #3 COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora