La enorme puerta de acero fue abierta, el ruido robó la atención de los licántropos que ahí se encontraban, pero no hicieron nada para atacar, pues sabían que si lo hacían terminarían derrotados y tal vez muertos.
Los demonios entraron, cada uno fue a tomar su comida y después de elegir salieron al lado de ellos, jalando de su cadena.
Eligieron a Noah y a Adel, la carne más fresca que se encontraba ahí. También a la madre de Robin y a otros más. Después caminaron con ellos hasta llegar al comedor, en donde se encontraban la gran mayoría de demonios y licántropos de otras celdas.
Louis llegó a la presencia de los que ahí se encontraban, alrededor de diez minutos después, fue a sentarse a su silla y jaló de la cadena que ataba su cena —Disfruten su cena— dijo y después mordió el cuello de la presa. Esta hizo un gesto de dolor, pero si se quejaba recibiría una golpiza de parte del hombre.
Los demás disfrutaron de su presa, comieron hasta saciarse y después de que estuvieron llenos, devolvieron a sus esclavos a su celda, para que se recuperaran y siguieran satisfaciendo a sus amos.
—Esto es lo más desagradable que he vivido— habló Noah, mirando a Adel, misma que se encontraba limpiando su cuello con un pedazo de su ropa.
—¿Desagradable? Peor que desagradable, me sentí usada.
—Acostúmbrate— dijo uno de los que se encontraban ahí —Fuiste la cena de uno de alto rango, ellos no saben cuando parar y si tu sangre fue de su agrado, ellos te seguirán llamando y en un punto dejarás de soportar la tortura.
—Ni de loca lo permitiré— habló decidida —Trataré y buscaré la forma de salir de aquí.
El hombre rio —¿Crees que es fácil salir? Llevo aquí más de diez años, ¿Crees que no intente salir?— se puso de pie y se acercó a Adel —Lo hice, pero ellos no dejarían ir a su comida tan fácilmente— sonrió —No hay forma de salir, incluso si ellos te dan la oportunidad, no te dejarán escapar y te cazarán y después te torturarán, hasta el punto de que olvides que quieres irte.
—Conozco sus malditos juegos, pero si no hacemos algo, van a matarnos.
—El tiene razón, Adel— intervino su madre —No hay una maldita forma de salir. Así que resígnate.
—¿Es todo? ¿Te rendiste?— Adel la miró molesta —No se tu, pero yo tengo que volver, quiero volver a ver a los míos.
—Entonces, haz lo que quieras, pero no quiero verte muerta.
(…)
Las lunas pasaron, Adel y Noah ideaban planes de escape todos los días, pero todos ellos fracasaban sin siquiera ponerlos en práctica. Eso no les quitaba las ganas, que un día, uno de esos planes los pondrían en libertad, ellos estaban seguros.
Aunque era verdad lo que el hombre les había dicho, si algún día intentaban escapar, recibirían un castigo mortal, que los pondría entre la vida y la muerte.
Los demonios entraron a la celda, seleccionaron su cena y salieron con ellos, esta vez, tocó salir a Noah y otros más. Noah, pese a que ya habían pasado muchas lunas, aún no se acostumbraba a tener una cadena atada a su cuello.
Esta vez Noah miró a su hermana entre los esclavos. La rabia lo inundó, su hermana se encontraba en condiciones poco favorables, sus ropas estaban marcadas, sus labios resecos y su cuerpo poseía marcas de mordidas por todo el cuerpo.
—Lea— susurró. Y la chica lo miró. El rostro de la chica se llenó de pánico, su hermano se encontraba en este lugar, pese a que ella lo había ayudado a escapar.
—Disfruten su cena— habló Louis y seguido incrustó sus colmillos en la muñeca de la chica.
Eso hizo enloquecer a Noah, ya era suficiente con el daño que le habían hecho a la muchacha. Los demás degustaron su cena, pero Noah se resistió a ser mordido.
Usó su fuerza, la poca que le quedaba, y se soltó del agarre del demonio que bebería su sangre. Apuradamente corrió hasta donde su hermana se encontraba siendo lastimada y la apartó del hombre. —¡Suéltala!— añadió antes de soltar el primer golpe. —No te atrevas a tocar de nuevo a mi hermana— siguió golpeando, pero fueron solo pocos golpes los que recibió el hombre, ya que en pocos segundos él ya se encontraba sometido en el suelo.
—Muchachito— Louis tomó su mentón y lo hizo mirarlo —Eres decidido— dio una sonrisa, —Me recuerdas a aquel licántropo que maté hace años, ¿A que manada pertenecía?— se puso a pensar y cuando el nombre llegó a él —El de los King’s Wolf— susurró, muy cerca de su oído.
—¡Entonces fuiste tú!— el chico trató de soltarse, pero no pudo —¡Tu mataste a mi padre!
—¿Tu padre?— lo miró profundamente —entonces si él es tu padre, por tus venas corre la misma sangre— sonrió —Tu debes ser fuerte entonces, ¿Por qué no lo dijiste antes? Pude haber hecho una excepción y ponerte de mi perro fiel.
—Jamás aceptaría algo como eso.
Louis rio —No estás en condiciones de aceptar— lo miró directo a los ojos —Si yo lo decido puedo matarte aquí y ahora, pero será un desperdicio— dio un golpe, recibirás tu merecido castigo y tendrás que prepararte porque a partir de ahora serás mi perro fiel.
Chasqueó los dedos y en seguida los demonios comenzaron a lanzarle golpes en todas direcciones de su cuerpo. Ese era el castigo que recibía por haber roto las reglas de esa prestigiosa casa.
Convertirse en el perro fiel de Louis no fue mejor, sino que fue peor, técnicamente se convirtió en su esclavo, él tenía que seguirlo a todos lados, como un perro que sigue a su amo, para servirle en todo, si Louis necesitaba alimentarse, Noah le entregaba su sangre para su alimento. El pobre chico ni siquiera recibía un buen trato, cada que se le presentaba la oportunidad a Louis, este lo golpeaba hasta el punto de dejarlo inconsciente. El pobre chico moría lentamente.
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Alfa y Omega [EDITADO]
WerewolfEl alfa y el omega nacieron para estar unidos. La diosa luna así lo manda. El omega complementa al alfa y viceversa. Alfa y omega deben estar juntos. Ese es el régimen que los antepasados, guiados por la diosa luna, dictaron en las leyes. Pero ¿Y...